domingo, 29 de diciembre de 2013

Concierto de año nuevo, la mejor forma de entrar en el 2014

No  toda la herencia de la época nacionalsocialista iba a ser nefasta.

El concierto de año nuevo se viene celebrando anualmente en Viena  desde 1941 en pleno apogeo del Tercer Reich.
 Personalmente todos los  1 de enero espero con ansia el concierto de, para mi gusto, la segunda mejor Filarmónica del mundo. Por supuesto la primera es la de Berlín.

La familia Strauss no se puede considerar musicalmente como una gran maravilla, pero su música es colorida y efectista, perfecta para los no iniciados en la denominada música culta. He de confesar que uno de mis mayores deseos es poder algún día asistir en directo a uno de los tres conciertos.

El Ensayo General: 30 de diciembre, a las 11.00 horas
El Concierto de Noche Vieja: 31 de diciembre, a las 19:30 horas.
El Concierto de Año Nuevo: 1 de enero, a las 11:15 horas.
Conseguir una entrada no es nada fácil, son por sorteo y hay que apuntarse antes del 23 de enero
Actualmente los precios de las entradas oscilan entre 30 euros y 940 euros para el Concierto de Año Nuevo, entre 25 euros y 720 euros para el Concierto de Noche Vieja y entre 130 euros y 380 euros para el Ensayo General. Las localidades más baratas son las de pie, entradas que no se venderán para el Ensayo General del 30 de diciembre (por eso para este día la más barata cuesta 130 euros).
Os dejo con un video de la única vez que en el concierto de año nuevo se programó música de Mozart y otro con la archiconocida Marcha Radetzky en la versión de 1987 con el genial e irrepetible Herbert von Karajan.

 Aprovecho para desearos a todos un feliz año nuevo.



lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz Navidad


Una nueva Navidad ha llegado, que paséis unas felices fiestas en compañía, a ser posible, de las personas que gustéis.

Buceando por internet he encontrado en la revista muy interesante este articulo de nuestro escritor de cabecera, Jesús Hernández, sobre la tregua de Navidad de 1914. Lo dicho, que disfrutéis de una buena noche.



En la Navidad de 1914 sucedió el hecho más sorprendente de toda la Primera Guerra Mundial. Aquella primera Nochebuena bélica, las tropas alemanas colocaron sobre el borde de las trincheras abetos iluminados, que habían sido enviados al frente por orden directa del Káiser, junto a raciones extra de pan, salchichas y licores. Los soldados franceses y británicos admiraron perplejos los árboles luminosos. Esa visión casi irreal ayudó a crear un inesperado clima de fraternidad, en el que los aliados se unieron a distancia a los cánticos de los alemanes. Al amanecer, algunos soldados germanos comenzaron a agitar banderas blancas y a salir desarmados de sus trincheras, a tierra de nadie. En un primer momento, los aliados vacilaron, pero pronto salieron a su encuentro. Los hombres, que hasta ese mismo día habían estado matándose, compartieron tabaco, alcohol o chocolate. Los gestos de solidaridad continuarían durante toda la jornada; cada bando pudo recoger a sus compatriotas muertos en los combates de los días anteriores y darles digna sepultura. En algunos lugares se celebraron ceremonias religiosas conjuntas e incluso se improvisaron partidos de fútbol.

La noticia de esta tregua llegó a los respectivos cuarteles generales y se adoptaron medidas para frenar esa actitud. Un número indeterminado de soldados franceses fue pasado por las armas como escarmiento y los alemanes fueron enviados al frente oriental. Las cartas en las que los soldados narraban los hechos a sus familiares fueron destruidas y algunas informaciones que llegaron a los periódicos británicos se censuraron. Los franceses confiscaron los negativos de las fotografías que algunos soldados habían tomado durante la tregua, en donde se veían hombres de uno y otro bando posando amistosamente. Aunque a lo largo de la guerra se darían algunos casos aislados de confraternización con el bando enemigo, las altas esferas militares se encargaron de que un episodio generalizado, como el sucedido en la Navidad de 1914, no volviera a ocurrir.

domingo, 15 de diciembre de 2013

El Hitler humano


No es habitual que el personaje de Adolf Hitler sea tratado desde un punto de vista humano y cuando se hace suele ser de una forma casi caricaturesca. No hace falta más que ver la vergonzante película Hitler el reinado del mal. Allí se presenta a un Hitler que en ocasiones parece un demonio en otras un enfermo mental y en otras un retrasado mental. Como si todo esto no fuera suficiente el Adolf Hitler de la película realiza acciones que para cualquier persona que haya leído algo sobre el dictador le hace sonrojar. Son detalles nimios, pero que hacen que la cinta sea una de las peores películas que puede uno ver. Nadie se imagina a Hitler maltratando a su perro, pues bien eso ocurre en susodicha película.


Acabo de terminar de leer el libro “yo fui amigo de Hitler” de Hoffmann, que fue el fotógrafo de Hitler y amigo. Como siempre que uno se enfrenta a un libro autobiográfico hay que tomarlo todo con ciertas reservas y más cuando se trata de un tema como el nazismo.

El autor como no era menos no se enteraba de nada de lo que ocurría a su alredor, era una de las personas más cercanas a Hitler y por tanto se encontraba dentro del circulo del poder, aunque él no era más que un observador. Debió de ser una persona que cuando estaba en compañía de Hitler y sus acólitos se volvía sorda y casi ciega. Él no sabía nada. Narra que  viajaba en el famoso tren Amerika con Hitler, estaba presente en las ocasiones especiales, pero de las atrocidades ni una sola mención.

Sin duda se trata de un libro exculpatorio, pero Hoffmann no es lo importante del libro. Es Hitler el personaje que interesa. En el libro se nos presenta un Hitler humano, que sufre con el suicidio de su sobrina Geli, que se preocupa por la imagen que proyecta al exterior y, siempre según Hoffmann, una persona honrada y justa con los que le rodean.
Geli Raubal

Son muy interesantes las relaciones de Hitler con las mujeres, ya es sabido que opinaba que no podía casarse ya que él se debía a la gran Alemania. Cuenta que hubo tres mujeres en la vida de Hitler que o bien se quitaron la vida o lo intentaron. Yo sabía que Geli, su sobrina, se suicido, y Eva Braun lo intentó, lo que desconocía era que en 1921, según Hitler, otra mujer intento suicidarse.


Hay en algún momento que el libro se vuelve un poco plúmbeo, cuando narra algunas de sus experiencias con los artistas de los años 20. Aún así nos muestra el interese de Hitler por el arte y nos lo describe como un entendido en pintura y un coleccionista.


Quizás lo más relevante sean las relaciones de Hitler con sus subordinados en especial la influencia de Martin Borman en los últimos años de la guerra. 

Hoffmann se reserva un papel importante en la vida de Hitler como tratante de arte y una persona de acceso directo al Führer, al que siempre le llama señor Hitler. Es curioso que en ningún pasaje del libro nombre a Albert Speer, el arquitecto de Hitler.


En definitiva un libro que merece la pena para conocer a Hitler desde otro punto de vista.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Speer y Hitler


Desde  que leí los dos libros escritos por Albert Speer, es decir sus MEMORIAS y DIARIO DE SPANDAU, el recuerdo de ambos escritos y la figura del personaje no ha dejado de dar vueltas en mi cabeza. He deseado que hubiese escrito algo más, confiando poder conocer de primera mano más detalles de aquel periodo que vivió tan intensamente. Lamenté que las hojas se agotaran en mis manos y ante mis ojos pero ése era todo el legado literario que dejó.

Albert Speer siempre ha estado  inmerso en polémica y misterio acerca de sus reponsabilidades durante el Tercer Reich, primero como arquitecto de Hitler y más tarde como aunténtico genio al mando del Ministerio de Armamento. Su obsesión era dejar claro que no conocía lo que pasaba en los campos de exterminio y su desconocimiento también del maltrato a los prisioneros de guerra obligados a trabajar en fábricas de munición y demás instalaciones dependientes de su negociado. Speer sin embargo, también tuvo una relación bastante fría con su familia tras y durante su encarcelamiento. Sus hijos, que eran pequeños en aquel momento, crecieron con el peso moral de un  padre que había sido juzgado y condenado a veinte años de prisión por crímenes de guerra.



Pero, ¿por qué he vuelto a este personaje, que ya me fascinó en su momento? Muy sencillo, he tenido la oportunidad de ver en Youtube una serie alemana tipo biopic llamada SPEER Y HITLER sobre los escritos de Speer y con un capítulo final muy interesante donde lo visten de limpio algunos de sus familiares y amigos. Me ha encantado y supongo que muchos de los lectores de este blog, al que vuelvo de vez en cuando, conocerán la existencia de estos vídeos. Tengo que decir que los actores no siempre aciertan en su parecido físico con los personajes históricos. A mi personalmente, el Hitler del docudrama me echa para atrás pero de todas formas insisto en recomendar su visionado por su interés histórico y por alimentar a los curiosos fascinados por la figura de Speer. Os dejo los enlaces:

1ª parte El engaño
2º parte El proceso
3ª parte La condena
4ª parte Epílogo


Por último, tengo que decir que siento no poder escribir más a menudo en el blog,  pero afortunadamente está nuestro amigo Luis con empuje para cubrir todos los frentes. Y por si no vuelvo por aquí antes de las fiestas, dejadme que os desee unas felices navidades.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ley Godwin y Reductio ad Hitlerum en la política

No es ningún secreto para los asiduos del Blog mi poca simpatía hacia los nacionalismos. Creo que mucho de los problemas que supuestamente padecen no son más que inventos de unos políticos que intentan perpetuarse en el puesto.  También suele tergiversar la historia para intentar dar legitimidad a unas reivindicaciones desfasadas.

En este juego que se traen los políticos siempre suele haber descalificaciones y salidas de tono, pero hay un político que una y otra vez ataca a sus adversarios con el mismo tema, siempre les compara con los Nazis. Este político no es otro que Rosa Díaz. Su última ocurrencia es comparar al foro catalán que intenta demostrar todos los agravios que les ha hecho España (alguien debe recordarles  ellos también son España) con los nazis. Dice que “Echar la culpa de todo  lo que ocurre a unos es algo que en Europa ya se ha vivido. Lo hicieron los nazis con los judíos”

La señora Díaz es una entusiasta seguidora de la ley de Godwin, esa que dice “A medida que una discusión  se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis, tiende a uno" y de la Reductio ad Hitlerum  que plantea “que cuando una discusión se alarga demasiado, siempre aparecerá quien acuse de fascismo hitleriano a su contraparte”
Son tantas las veces que la citada política habla de los nazis que cualquiera que la oyese diría que debe ser una estudiosa del tema. Es obvio por sus comparaciones que sus conocimientos son nulos. De todas formas es un político español, por lo que no deberíamos esperar mucho de ella.


La persecución de los judíos durante el Tercer Reich es un tema  tan espeluznante y doloroso que no debería usarse de forma tan gratuita. Me imagino que aquellos que fueron perseguidos y sufrieron en sus propias carnes los campos de exterminio y vieron desaparecer a su familiares y amigos no estar muy contentos cuando ven como se usa de forma indiscriminada el pogromo más devastador de la historia. Se puede no estar de acuerdo con el adversario político, pero por favor dejen ya a los nazis en paz. Y señora Rosa Díaz, desde aquí le pido que se informe de la historia del Tercer Reich y así con un poco de conocimiento dejará de decir tanta bobada.


Por otro lado sigo con mi intención de abrirme camino en el proceloso mundo de la literatura. David Yagüe, estimado bloguero y autor del libro Bravo Tango Siete ha publicado en su Blog una entrevista a propósito de la edición de Los Dioses de Berlín.


domingo, 8 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, un ejemplo a seguir


A estas alturas no es noticia la muerte de Nelson Mandela. Todas las alabanzas hacia su persona son merecidas, podemos encontrar en los obituarios de los periódicos una vida que le llevo a conseguir uno de los premios Nobel de la Paz más merecido (no como esa broma de Obama).

Cuando me enteré de la noticia me vino a la cabeza la película Invictus de Clint Eastwood, más concretamente de un pasaje en la que la mujer del capitán del equipo Sudafricano de rubgy,  al ver a su marido pensativo y con la mirada perdida,  le pregunta si está preocupado por el partido que iban  a jugar al día siguiente. El hombre le dice que estaba pensando en cómo  una persona después de 27 años de cautiverio en condiciones infrahumanas es capaz de perdonar a los que lo encarcelaron.


Es una pregunta que sobrevuela toda la película, no solo como una persona puede perdonar, sino como alguien que ha sufrido tanto y que de repente tiene el poder no se aprovecha de esa fuerza y busca venganza.

Por deformación profesional no he podido evitar pensar en el Tercer Reich donde la venganza era parte del día a día. No solo en las altas esferas, la mayoría de las denuncias que recibía la Gestapo eran provenientes de civiles que delataban a un conocido, a un vecino, e incluso a un familiar. Muchas de esas denuncias estaban motivadas por pequeñas disputas, envidias y venganzas.



Me imagino que como a cualquier ser humano a Nelson Mandela se le pasaría por la mente la idea de ajustar cuentas con los que le perjudicaron de forma tan cruel. Conseguir dominar ese impulso tan humano convierte a  Nelson Mandela en uno de los grandes hombres de la historia.



Esta semana también ha fallecido un hombre que marcó mi infancia y mi juventud y me hizo amar la música clásica; Fernando Argenta.  Conductor del programa de Clásicos Populares consiguió tenerme al otro lado de la radio escuchando sus maravillosas locuras y sus ocurrencias siempre con la música clásica como argumento principal. Gracias Fernando.   

jueves, 5 de diciembre de 2013

Mónica Naranjo Vs Belén Esteban

Me ha sorprendido recibir varios comentarios e incluso correos personales a favor de Mónica Naranjo. Me alegra saber que Historias del Tercer Reich tiene un público tan variado. Quiero dejar constancia que no tengo nada en contra de la señorita Naranjo ni de su labor como cantante. Es cierto que desconozco su obra (es tanta la cantidad de artistas de los que desconozco su trayectoria  que es imposible enumerarlos a todos) a parte de ser la interprete de sobreviviré y de su labor como jurado en Tu cara me suena.
No estaba en mi ánimo tampoco poner en duda sus actitudes como cantante que deben ser muchas para tener unos seguidores tan entusiastas. Lo que yo quería denunciar con mi anterior entrada era la falta de criterio de la industria editorial.

Como bien habéis dicho Mónica Naranjo es una estupenda cantante y una mujer  emprendedora y tiene su magnetismo, pero no es ni escritora ni cocinera. ¿Por qué ha publicado un libro de cocina? En su caso no sé, pero si sé de varios “personajes mediáticos” a los que ha sido la editorial la que ha ido a proponerles que escriban un libro. ¿La calidad de esos libros? Es indiferente. Y grandes editores, la literatura es cultura. ¿Qué a ustedes no les importa? Perfecto.

Desde esta humilde tribuna me gustaría pedir a esas grandes editoriales que cuando un autor novel les manda su primer libro (si es que pueden, la mayoría de esas editoriales tan importantes solo aceptan manuscritos solicitados) primero que se dignen a contestarles y que esa contestación sea la verdad. Que le digan o bien, su libro no tiene calidad suficiente, o no sale usted en la televisión y solo publicamos los primeros libros a los famosos.

Yo me puedo considerar afortunado, he conseguido publicar mi primer libro, pero puedo entender, porque lo he sufrido en mis propias carnes, la frustración de todos aquellos que desean e incluso necesitan ver publicado su primer libro al ver como alguien por el mero hecho de ser famosos ve publicado su primer libro.

Las mayores criticas las he recibido al comparar a Mónica Naranjo con Belén Esteban. No voy a calificar a está ultima entre otros motivos porque es un personaje que no despierta ningún interés en mí.  Es indiscutible que algo tiene que tener para tener tantos seguidores, pero no me encuentro entre los que les preocupa su vida, suficiente tengo con la mía.

Las comparaciones son siempre odiosas y por supuesto que estas dos personas tienen un currículo totalmente distinto, pero en lo que si se igualan es en una cosa. Las dos han cometido intrusismo profesional. La primera por publicar un libro de cocina sin ser cocinera y la segunda… iba a decir por escribir un libro, pero bueno no pienso que nadie crea que lo ha escrito ella.

La cuestión es que muchos famosos por el mero hecho de serlo se creen capacitados para escribir un libro con la calidad suficiente para ser publicado. Es como si menospreciasen la profesión que tanta genta ama, entre los que me encuentro. Soy famoso, ¿Por qué no voy a escribir un libro? Salgo en Gran Hermano  ¿Por qué no voy a escribir un libro?, un día me acosté con un torero ¿Por qué no voy a hacer que otro escriba un libro por mí?
Para terminar e intentar apaciguar a los seguidores de Mónica Naranjo. Me cae bien, me parece una mujer muy atractiva, tiene una gran voz y no me pierdo un programa de Tu cara me suena (mi hijo es un gran fan y en casa es obligatorio verlo). Es más, seguro que es una persona muy interesante con muchas vivencias que se merece un libro.



lunes, 2 de diciembre de 2013

Quiero ser Mónica Naranjo


Esta semana he podido disfrutar  de unas más que merecidas vacaciones. He ido con mi mujer y mis niños a realizar un pequeño circuito cultural por España. Los lugares que hemos escogido han sido Segovia y Toledo. Simplemente espectacular, ya haré una entrada sobre estas dos ciudades, pero el tema de esta entrada es otro.

De camino a casa hemos parado en Madrid. Como era de esperar hemos ido a la Plaza Mayor, la Puerta del sol, Callao…

Cada vez que viajo  a una ciudad como Madrid me doy cuenta de lo pueblerino que me he vuelto. No es que Bilbao sea Nueva York, pero después de vivir tantos años en una ciudad tan pequeña como Calahorra se te va olvidando lo que es moverse por una gran ciudad. Hay gente por todas partes, colas para todo, no se puede andar por las calles y todo está lejísimos.

No sé si es porque era sábado por la tarde o el dichoso Black Friday ese que hemos importado, pero moverse por el centro de Madrid era como estar en el chupinazo de San Fermines, y no es una exageración. Aquí hay una foto que lo demuestra.


El motivo de la entrada de hoy es el siguiente. Llegamos a la Puerta del Sol sobre las 12:45. Allí está una de las librerías del Corte Inglés. Había una cola enorme para entrar, daba la vuelta a todo el edificio ¿una cola enorme para entrar en una librería? Eso sería una buena señal para el país, la cola era para la firma de ejemplares y no, no me estaban esperando a mí.

El libro en cuestión era un recetario de cocina ¿de quién? Os preguntareis. Chicote, Arguiñano, Arzak, algún otro cocinero de renombre. Pues no, la autora no era otra que Mónica Naranjo.

La firma de libros era de 12 a 14: 30. Volvimos a pasar a las 17:45 y aún estaba firmando libros. Pasamos al interior de la librería por otra puerta y lo que vimos nos dejó pasmados. La gente se sacaba fotos  entre aspavientos y grititos,  la nueva escritora recibía alabanzas en voz en grito por su belleza.

Salimos a ver el encendido del árbol de la Puerta del Sol (es lo que tiene ir con niños pequeños) y nos encontramos con jóvenes esperando con ansias la salida de la famosa escritora. Llevaban pancartas con la portada del libro, ay, no, perdón. Llevaban pancartas con fotos del  jurado y concursantes de Tu cara me suena.

Aquí es donde mi indignación alcanzó el nivel más alto. Sé que las editoriales ven la literatura como un negocio, pero no puedo menos que cabrearme. ¿Alguien cree que una persona que va a una librería a comprar un libro de cocina va a comprarse uno de Mónica Naranjo?

“Solo” va a vender los de las presentaciones que haga, que por lo que pude ver fueron muchísimos, pero y luego que… Cuando veo a estos famosos “escritores” y su repercusión mediática no puedo ni quiero evitar renegar del mundo editorial.

Solo de pensar en todo lo que he tenido que padecer para ver mi opera prima publicada y la facilidad que tiene estos famosos para publicar se me llevan los demonios. Y ya no quiero ni acordarme del libro recientemente publicado de la afamada erudita y escritora sin parangón Belén Esteban.

No desearía entrar en calificar a esta señora ni los motivos para “escribir” este libro. Ni tampoco quiero ensañarme con las personas que compren esta novela. Solo un consejo, si les interesa la vida de esta señorita, háganselo mirar.


Una vez descargado el demonio que llevaba dentro doy por terminada esta entrada.

Aunque sigo en mis trece, quiero se Mónica Naranjo y tener las mismas facilidades que ella para editar mi próximo libro. A estos famosos las editoriales van buscarles para hacer negocio. ¡¡¡Que país!!!

lunes, 25 de noviembre de 2013

Klaus Barbie

El criminal de guerra nazi Klaus Barbie trabajó en Bolivia y América del Sur para los servicios secretos de la Alemania Occidental (BNC) y Estados Unidos (CIA).

Según investigaciones del historiador alemán Peter Hammerschmidt, Barbie -también conocido con el nombre "El Carnicero de Lión"- fue reclutado en 1947 por el servicio secreto militar estadounidense (CIC, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con extensos documentos históricos, a los cuales tuvo acceso Prensa Latina en Berlín, el ex miembro de las SS y de la policía secreta del Estado nazi (Gestapo) apoyó a construir estructuras anticomunistas y grupos paramilitares en Bolivia y otros países suramericanos.

En 1983, Barbie fue deportado a Guayana Francesa por el gobierno boliviano y después fue detenido y extraditado a Francia, donde fue procesado y murió en 1991, en la cárcel de Lión.

"A principios de 1946, el nombre de Klaus Barbie se encontró en las listas de criminales de guerra buscados en Alemania", dijo Hammerschmidt a Prensa Latina y agregó que en "abril del año siguiente, su nombre aparece ya en nóminas salariales del CIC".

En 1951, los servicios norteamericanos apoyaron a Barbie a huir a través de la llamada línea de ratas a Bolivia.

Documentos históricos revelaron que "los norteamericanos valoraron la ’actitud claramente anticomunista’ de Barbie", explicó Hammerschmidt, al citar a notas de los servicios secretos que fueron desclasificados hace unos meses por el Archivo Nacional de Estados Unidos en Washington.

El estudioso alemán obtuvo por primera vez estos papeles de los servicios secretos alemanes y norteamericanos.

Para Hammerschmidt, Barbie no desapareció "como lo hicieron muchos de sus ex camaradas nazi". Al contrario, Barbie, quien fue responsable de miles de asesinatos de civiles en Francia, seguía con su cruzada anticomunista.

Después del golpe de Estado del general René Barrientos Ortuño, en 1964, Barbie tenía cada vez mejores contactos con militares bolivianos, apuntó el historiador alemán.

Conforme a los resultados de sus investigaciones, Barbie dio a militares del régimen de Barrientos lecciones en métodos interrogatorios, tortura y medidas de la lucha contrainsurgente.

En años siguientes, el oficial nazi organizó entregas de armas a regímenes de ultraderechas y dictaduras en Suramérica, explicó Hammerschmidt, quien encontró documentos de la empresa armamentista alemana Merex, la cual mantenía contactos estrechos con la BND.

Teniendo en cuenta tales informaciones no es muy sorprendente que el BND reclutara a Barbie a principios de 1966 para apoyar a la lucha anticomunista, añadió el investigador alemán.

Una de sus tareas fue el desenmascaramiento de agentes en la región. Sin embargo, el servicio alemán despidió a Barbie solamente siete meses después de haberle reclutado.

El Carnicero de Lión seguía trabajando con militares y dictaduras derechistas en América Latina hasta principios de la década del 80.

Fuente:La Republica

lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Eres nazi?

Pues sí, parece que hay que preguntarlo cuando alguien se interesa sobre el Tercer Reich. Eso es lo que una mujer me espetó el otro día. Los hechos fueron los siguientes.

Como cada día acudí al colegio a buscar a mis niños. Cuando los dos salieron y nos disponíamos a irnos de un patio  repleto de niños y padres se me acercó la madre de unos niños y después de felicitarme por el libro me dijo que había visto la entrevista en el periódico. Cuando le agradecí la felicitación me soltó la bomba

—Así que eres “nazista, nazista”.
La entrevista en cuestión en el diario La Rioja

Dejemos a un lado el término “nazista”, lo peor del asunto no fue el calificativo, sino la sonrisa cómplice que me dirigió y encima tuvo la desfachatez de decírmelo delante de mis hijos.. Como comprenderéis le respondí que no era nazi y huí lo más rápido que pude.

Este no es un caso aislado, varias personas al conocer el tema de mi libro me han preguntado si soy nazi, incluso me lo han preguntado compañeros de trabajo que me conocen desde hace años.

Pero ahí no queda la cosa. Una librería de Calahorra publicitó mi novela con un cartel y libros en el escaparate. A los pocos días quitó el cartel y los libros. No le di importancia y entré al establecimiento a comprar material escolar para los niños. Mi sorpresa fue mayúscula cuando los propietarios me dijeron  que habían quitado el cartel y los libros por las quejas.

— ¿Qué quejas?

El hombre me respondió muy serio.

–Varios clientes se han quejado por las esvásticas y nos han acusado de hacer apología del nazismo.
El escaparate que hacía apologia del nazismo

Desde que he publicado el libro he tenido que justificarme en varias ocasiones y he tenido que aguantar algún gesto desaprobatorio. No han sido muchos los casos en los que ha ocurrido tal cosa, pero cada vez que ocurre no me siento cómodo.

Estoy seguro de que ninguno de ellos sabe absolutamente nada de la época del Tercer Reich solo la escasa información que han podido sacar de alguna película que han visto por la tele.

He de admitir que han sido muchísimas más las ocasiones en las que se han acercado a felicitarme por el libro y para decirme que les está gustando mucho y que se han enganchado. Con un compañero de trabajo he llegado incluso a sentarme a hablar durante más de media hora sobre el libro y los personajes. Todo esto me alegra sobremanera, pero no puedo olvidar a los que sin saber nada, ni haberse leído el libro me preguntan si soy nazi.


Me quedo con la idea de que solo es fruto de su ignorancia. El atrevimiento de la ignorancia.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Presentación Bilbao Los Dioses de Berlin



El miércoles 30 de octubre realicé la presentación de los Dioses de Berlín en la Casa del Libro de Bilbao.

He de reconocer y para no faltar a la verdad que acudí al evento nervioso y repleto de miedos. Los nervios pueden considerarse los normales para alguien que hace su primera presentación y los miedos se pueden resumir en uno solo. Que no acudiese nadie.

Pensar en ir hasta Bilbao y solo hablar para mi mujer y mis hijos me intranquilizaba. Hablar en público no es fácil, pero debe ser mucho peor no hablar para nadie.

Llegué a la Casa del Libro una hora antes para presentarme. El encargado de organizar el evento me recibió con reticencias. Me dio la impresión que lo de ser un autor novel no le inspiraba mucha confianza. Sus consejos no resultaron tranquilizadores.

—No cuentes todo el libro, no aburras al público, no hables demasiado de historia, no lo hagas muy largo.

Como veis todo buen rollo. Por fortuna hablé instantes antes de entrar  con nuestro amigo Jesús Hernández y me tranquilizó, aunque no supo contestar a la pregunta que le hice.

— ¿Quien me manda a mi meterme en este lio? ¿Por qué no me he quedo en casa leyendo en vez de querer escribir?

De todas formas hablar con él resulto tranquilizador y pude afrontar mejor el reto que se me presentaba.

Me fui de la librería a dar una vuelta y a calmar los nervios. No resultó efectivo, pero no podía hacer otra cosa.

Se acercó la hora y volví a la Casa del Libro. En la sala se encontraban mi mujer y mis hijos. Mis temores se estaban materializando. Por fortuna comenzó a llegar gente y en un abrir y cerrar de ojos no solo se llenó la sala, sino que hubo mucha gente que tuvo que quedarse de pie.

Ahora comenzaba lo difícil, empezar la charla.

Otro amigo escritor de este Blog, Álvaro Lozano, me dio un consejo sobre como iniciar la charla.

Empieza con una anécdota, la que sea, eso hace que se distienda el ambiente y luego tú mismo…

Eso fue lo que hice, la anécdota funcionó y comencé la presentación.

Al inició un poco de nervios que se evaporaron rápidamente y todo fue como la seda. Terminé la exposición y increíblemente me aplaudieron de verdad, con ganas, no voy a decir que con tanta intensidad ni duración como a Placido Domingo en Otello, pero no estuvo mal.

Llegó la hora de firmar, ¡Y hubo colas! Increíble. Ahí me sentí un escritor.
Las colas para firmar
Mis niños dandome ánimos.









Muchas gracias a todos los que acudieron y a los demás os espero en Calahorra el 9 de noviembre a las 19:00

lunes, 28 de octubre de 2013

Führer

El intenso deseo público de tener líderes carismáticos ofrece un terreno fértil para la propaganda. A través de una imagen pública cuidadosamente orquestada del líder del Partido Nazi Adolf Hitler durante el período políticamente inestable de Weimar, los nazis explotaron este anhelo para consolidar el poder y promover la unidad nacional. La propaganda nazi facilitó el rápido ascenso del Partido Nazi a una posición de prominencia política y, finalmente, al control de la nación por parte de los líderes nazis. En particular, el material de campaña para las elecciones de la década de 1920 y los primeros años de 1930, así como también el convincente material visual y las apariciones públicas atentamente controladas, se unieron para crear un "culto al Führer" en torno a Adolf Hitler. Su fama creció a través de los discursos que pronunciaba en las grandes concentraciones, los desfiles y la radio. En esta figura pública, los propagandistas nazis mostraban a Hitler como un soldado listo para el combate, como una figura paterna y como un líder mesiánico elegido para rescatar a Alemania.
Las técnicas de propaganda modernas -que incluían imágenes fuertes y mensajes simples- ayudaron a impulsar a este Hitler nacido en Austria que, de ser un extremista poco conocido, se convirtió en uno de los principales candidatos en las elecciones presidenciales alemanas de 1932. La propaganda de la Primera Guerra Mundial tuvo una influencia significativa en el joven Hitler, que sirvió como soldado en el frente de batalla desde 1914 hasta 1918. Como muchos otros, Hitler creía firmemente que Alemania había perdido la guerra no por la derrota en el campo de batalla, sino como resultado de la propaganda enemiga. Hitler suponía que los vencedores de la Primera Guerra Mundial (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos e Italia) habían recorrido las calles con mensajes claros y simples que alentaban a sus propias fuerzas y, al mismo tiempo, debilitaban el deseo alemán de combatir. Hitler comprendió el poder de los símbolos, la oratoria y la imagen, y formuló eslóganes para su partido político que eran simples, concretos y conmovedores para llegar a las masas.
Entre 1933 y 1945, la adulación pública a Adolf Hitler fue una característica siempre presente en el espacio público de la vida alemana. Los propagandistas nazis describían a su líder (Führer) como la personificación viviente de la nación alemana, que irradiaba fuerza y una inquebrantable devoción por Alemania. Los anuncios públicos reforzaban el concepto de Hitler como el salvador de una nación alemana derrotada por los términos del Tratado de Versalles posterior a la Primera Guerra Mundial. El culto a Adolf Hitler fue un fenómeno masivo fomentado deliberadamente. Tanto los propagandistas nazis como los artistas producían pinturas, letreros y bustos del Führer, que luego eran reproducidos en grandes cantidades para ser colocados en lugares públicos y en los hogares. La editorial del Partido Nazi imprimió millones de copias de la autobiografía política de Hitler, Mein Kampf (Mi Lucha) en ediciones especiales, incluyendo ediciones para recién casados y traducciones al sistema Braille para personas ciegas.
La propaganda nazi idolatraba a Hitler como un talentoso estadista que traería estabilidad, crearía puestos de trabajo y restauraría la grandeza de Alemania. Bajo el régimen nazi se esperaba que los alemanes mostraran lealtad pública al "Führer" de maneras casi religiosas, como hacer el saludo nazi y saludar a las personas en la calle diciendo "¡Heil Hitler!", el llamado "saludo alemán". La fe en Hitler fortaleció los lazos de unidad nacional, y el no acatamiento de esta ideología significaba disensión en una sociedad donde la crítica abierta al régimen y a sus líderes constituía un motivo de encarcelamiento.

Fuente: Enciclopedia del holocausto

domingo, 6 de octubre de 2013

Los Dioses de Berlín ya a la venta


¡Ya está aquiiiiií!

Por fin después de esperar más de tres años (el contrato lo firmé en septiembre del 2010) mi libro está en las librerías. Se puede  adquirir en todas las librerías del país (si no está podéis encargarla) incluidas la Casa del Libro, Corte Inglés, Fnac y por supuesto por  Internet en Amazon

No voy a aburriros con los detalles de la espera, ni con los motivos de tanto retraso, crisis, crisis y más crisis. Lo que sí quiero es hablaros por primera  vez es de la trama del libro.

La sinopsis del libro que la editorial ha mandado a las librerías (que por supuesto la he escrito yo)


Franz, policía y miembro díscolo de la aristocrática familia von Steigenburg, es invitado a unirse a la causa Nazi. Consciente de la influencia de su familia en el partido de Adolf Hitler decide dejar a un lado sus reticencias y acepta el puesto en la Kriminalpolizei de Berlín. Su primer caso le conduce a la mansión familiar. Atrapado en una red de mentiras, poder y prejuicios es el momento de decidir entre unirse a los nuevos dueños de Alemania o enfrentarse a ellos sin importar las consecuencias.

Lo de resumir en poco espacio la obra de uno mismo es un verdadero quebradero de cabeza, hay que contar lo máximo posible, hacerlo atractivo, pero sin desvelar demasiado. Creerme cuando os digo que no es fácil. Ahora voy a explayarme un poco más.

La acción transcurre en los primeros días de febrero de 1933. Adolf Hitler acaba de ser nombrado por el mariscal Hindenburg canciller de Alemania.  Elegí ese punto de partida por una cuestión que siempre me ha interesado de esa época histórica. ¿Qué hubiese hecho yo en la Alemania de 1933? ¿Me hubiese unido al partido Nacionalsocialista obrero alemán?



Conociendo la historia de antemano, sabiendo los desmanes y la catadura moral del nazismo la respuesta es sencilla: Por supuesto que no me hubiese unido. Pero siempre se nos olvida algo muy importante. Aunque parezca de Perogrullo  en 1933 los Nazis aún no habían cometido ninguna de las atrocidades por las que luego serían despreciados por la humanidad.

En el contexto histórico de 1933, ¿habría sido capaz de resistir la marea nazi que inundó el país? o ¿me hubiese dejado llevar por las promesas del resurgimiento de una Alemania humillada? ¿Hubiese ido a un mitin de Adolf Hitler y habría sido convencido por su magnetismo y oratoria?


Esa es la cuestión que he planteado en el libro, el protagonista conoce los desmanes de las SA, pero es una época  convulsa en la que la violencia es empleada no solo por el partido de Adolf Hitler, también los comunistas luchan en las calles. Tiene que tomar una decisión y no puede esperar. No tiene una bola de cristal en la que ver los campos de concentración y el holocausto. Esa decisión debe ser tomada en ese momento y teniendo en cuenta la situación social del país: 6 millones de parados, instituciones ineficaces, políticos ineptos (no, no es España 2013) y una nación humillada por los vencedores de la Primera Guerra Mundial.

A todo esto hay que unir la figura de Adolf Hitler, una persona que se presenta como la solución de Alemania, un Führer que guiará a la nación hacía un futuro esperanzador.


Esas son las credenciales de mi novela. Ahora solo deseo que la espera haya merecido la pena y os guste el libro. Espero vuestros comentarios

Os recuerdo que el 30 de octubre estaré a las 19:00h en la Casa del Libro de Bilbao

lunes, 30 de septiembre de 2013

Reseña Bestias Nazis. Nuevo libro de Jesús Hernández.


De nuevo tenemos en el mercado uno de los libros de nuestro escritor de cabecera  Jesús Hernández.  Antes de entrar a valorar el libro propiamente dicho me gustaría liberar mi alama con una confesión.  Siento cierta  animosidad hacia  Jesús Hernández.


Sé que suena  fuerte, pero la verdad es así de cruda. Ese sentimiento que me invade no es porque sea un escritor profesional (sí señores, existen personas que viven de la literatura) ni es causado por haber publicado más de 15 libros (sí, hay personas que pueden publicar más de un libro). La razón de mi rencor es por otro motivo.

Cuando uno se sumerge en los libros de Jesús descubre una prosa que fluye, clara y concisa. Es como si el autor estuviera a tu lado contándote de la forma más amena posible una historia. Escribe con una sencillez imposible, algo casi inalcanzable. Y eso es uno de los mayores dones con lo que puede ser bendecido un escritor. Escribir así es muy difícil y por encima de todo muy laborioso. Por eso cuando me sumerjo entre las páginas de un libro como el que ahora nos ocupa me invade el desasosiego al comprobar que es posible escribir así y que debo recorrer un largo camino para conseguirlo.

Dejemos a un lado mis paranoias personales y comencemos con la reseña propiamente dicha.

En esta ocasión Jesús no trae un libro sobre algunos personajes que se comportaron como Bestias.  Son, 

Amon Göth, el verdugo de Plaszow,

 Ilse Koch, la zorra de Buchenwald,


 Oskar Dirlewanger, el verdugo de Varsovia,

 Irma Grese, la Bella Bestia

 y Josef Mengele, el Ángel de la muerte.


Este es un libro de los que yo denomino eruditos dentro de la bibliografía del autor. No quiero decir con esto que Jesús tenga libros poco importantes que no merezcan la pena. Los denomino eruditos  en oposición con las obras de anécdotas e historias cortas. Este lo enmarcaría junto a Norte y Sur, Operación Valkiria, el desastre del Hindenburg y su obra maestra, El Reich de los Mil años.

De nuevo nos encontramos ante una obra amena pero en esta ocasión es mucho más oscura de lo que nos tiene acostumbrados. A pesar de que el autor en el prólogo nos avisa que nos encontraremos con actuaciones execrables uno nunca está preparado para leer atrocidades tan fuera de cualquiera que se considere un ser humano. El relato de ese comportamiento hace que el lector se pregunte como alguien puede comportarse de esa forma tan inhumana.

A través de este viaje a la parte más oscura del ser humano que nos plantea Jesús uno se pregunta cómo ha podido el ser humano llegar tan lejos en la evolución con congéneres capaces de tales atrocidades. A pesar de que el autor intenta explicarnos parte de ese comportamiento como parte de algún trauma del personaje es difícil de comprender.

Este es un libro en el que se nota una investigación profunda, que va más allá de las publicaciones que solo buscan el morbo de unos hechos deleznables y que no profundizan ni en el personaje, ni en su entorno, ni en el contexto histórico.

Es un libro que demuestra el buen hacer de un autor consagrado que da lo mejor de si en su nuevo libro



En Bestias Nazis encontramos todo lo necesario para disfrutar de una lectura cruda en la que se nos podrán los pelos de punta, pero que no podremos dejar de leer.