domingo, 29 de diciembre de 2013

Concierto de año nuevo, la mejor forma de entrar en el 2014

No  toda la herencia de la época nacionalsocialista iba a ser nefasta.

El concierto de año nuevo se viene celebrando anualmente en Viena  desde 1941 en pleno apogeo del Tercer Reich.
 Personalmente todos los  1 de enero espero con ansia el concierto de, para mi gusto, la segunda mejor Filarmónica del mundo. Por supuesto la primera es la de Berlín.

La familia Strauss no se puede considerar musicalmente como una gran maravilla, pero su música es colorida y efectista, perfecta para los no iniciados en la denominada música culta. He de confesar que uno de mis mayores deseos es poder algún día asistir en directo a uno de los tres conciertos.

El Ensayo General: 30 de diciembre, a las 11.00 horas
El Concierto de Noche Vieja: 31 de diciembre, a las 19:30 horas.
El Concierto de Año Nuevo: 1 de enero, a las 11:15 horas.
Conseguir una entrada no es nada fácil, son por sorteo y hay que apuntarse antes del 23 de enero
Actualmente los precios de las entradas oscilan entre 30 euros y 940 euros para el Concierto de Año Nuevo, entre 25 euros y 720 euros para el Concierto de Noche Vieja y entre 130 euros y 380 euros para el Ensayo General. Las localidades más baratas son las de pie, entradas que no se venderán para el Ensayo General del 30 de diciembre (por eso para este día la más barata cuesta 130 euros).
Os dejo con un video de la única vez que en el concierto de año nuevo se programó música de Mozart y otro con la archiconocida Marcha Radetzky en la versión de 1987 con el genial e irrepetible Herbert von Karajan.

 Aprovecho para desearos a todos un feliz año nuevo.



lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz Navidad


Una nueva Navidad ha llegado, que paséis unas felices fiestas en compañía, a ser posible, de las personas que gustéis.

Buceando por internet he encontrado en la revista muy interesante este articulo de nuestro escritor de cabecera, Jesús Hernández, sobre la tregua de Navidad de 1914. Lo dicho, que disfrutéis de una buena noche.



En la Navidad de 1914 sucedió el hecho más sorprendente de toda la Primera Guerra Mundial. Aquella primera Nochebuena bélica, las tropas alemanas colocaron sobre el borde de las trincheras abetos iluminados, que habían sido enviados al frente por orden directa del Káiser, junto a raciones extra de pan, salchichas y licores. Los soldados franceses y británicos admiraron perplejos los árboles luminosos. Esa visión casi irreal ayudó a crear un inesperado clima de fraternidad, en el que los aliados se unieron a distancia a los cánticos de los alemanes. Al amanecer, algunos soldados germanos comenzaron a agitar banderas blancas y a salir desarmados de sus trincheras, a tierra de nadie. En un primer momento, los aliados vacilaron, pero pronto salieron a su encuentro. Los hombres, que hasta ese mismo día habían estado matándose, compartieron tabaco, alcohol o chocolate. Los gestos de solidaridad continuarían durante toda la jornada; cada bando pudo recoger a sus compatriotas muertos en los combates de los días anteriores y darles digna sepultura. En algunos lugares se celebraron ceremonias religiosas conjuntas e incluso se improvisaron partidos de fútbol.

La noticia de esta tregua llegó a los respectivos cuarteles generales y se adoptaron medidas para frenar esa actitud. Un número indeterminado de soldados franceses fue pasado por las armas como escarmiento y los alemanes fueron enviados al frente oriental. Las cartas en las que los soldados narraban los hechos a sus familiares fueron destruidas y algunas informaciones que llegaron a los periódicos británicos se censuraron. Los franceses confiscaron los negativos de las fotografías que algunos soldados habían tomado durante la tregua, en donde se veían hombres de uno y otro bando posando amistosamente. Aunque a lo largo de la guerra se darían algunos casos aislados de confraternización con el bando enemigo, las altas esferas militares se encargaron de que un episodio generalizado, como el sucedido en la Navidad de 1914, no volviera a ocurrir.

domingo, 15 de diciembre de 2013

El Hitler humano


No es habitual que el personaje de Adolf Hitler sea tratado desde un punto de vista humano y cuando se hace suele ser de una forma casi caricaturesca. No hace falta más que ver la vergonzante película Hitler el reinado del mal. Allí se presenta a un Hitler que en ocasiones parece un demonio en otras un enfermo mental y en otras un retrasado mental. Como si todo esto no fuera suficiente el Adolf Hitler de la película realiza acciones que para cualquier persona que haya leído algo sobre el dictador le hace sonrojar. Son detalles nimios, pero que hacen que la cinta sea una de las peores películas que puede uno ver. Nadie se imagina a Hitler maltratando a su perro, pues bien eso ocurre en susodicha película.


Acabo de terminar de leer el libro “yo fui amigo de Hitler” de Hoffmann, que fue el fotógrafo de Hitler y amigo. Como siempre que uno se enfrenta a un libro autobiográfico hay que tomarlo todo con ciertas reservas y más cuando se trata de un tema como el nazismo.

El autor como no era menos no se enteraba de nada de lo que ocurría a su alredor, era una de las personas más cercanas a Hitler y por tanto se encontraba dentro del circulo del poder, aunque él no era más que un observador. Debió de ser una persona que cuando estaba en compañía de Hitler y sus acólitos se volvía sorda y casi ciega. Él no sabía nada. Narra que  viajaba en el famoso tren Amerika con Hitler, estaba presente en las ocasiones especiales, pero de las atrocidades ni una sola mención.

Sin duda se trata de un libro exculpatorio, pero Hoffmann no es lo importante del libro. Es Hitler el personaje que interesa. En el libro se nos presenta un Hitler humano, que sufre con el suicidio de su sobrina Geli, que se preocupa por la imagen que proyecta al exterior y, siempre según Hoffmann, una persona honrada y justa con los que le rodean.
Geli Raubal

Son muy interesantes las relaciones de Hitler con las mujeres, ya es sabido que opinaba que no podía casarse ya que él se debía a la gran Alemania. Cuenta que hubo tres mujeres en la vida de Hitler que o bien se quitaron la vida o lo intentaron. Yo sabía que Geli, su sobrina, se suicido, y Eva Braun lo intentó, lo que desconocía era que en 1921, según Hitler, otra mujer intento suicidarse.


Hay en algún momento que el libro se vuelve un poco plúmbeo, cuando narra algunas de sus experiencias con los artistas de los años 20. Aún así nos muestra el interese de Hitler por el arte y nos lo describe como un entendido en pintura y un coleccionista.


Quizás lo más relevante sean las relaciones de Hitler con sus subordinados en especial la influencia de Martin Borman en los últimos años de la guerra. 

Hoffmann se reserva un papel importante en la vida de Hitler como tratante de arte y una persona de acceso directo al Führer, al que siempre le llama señor Hitler. Es curioso que en ningún pasaje del libro nombre a Albert Speer, el arquitecto de Hitler.


En definitiva un libro que merece la pena para conocer a Hitler desde otro punto de vista.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Speer y Hitler


Desde  que leí los dos libros escritos por Albert Speer, es decir sus MEMORIAS y DIARIO DE SPANDAU, el recuerdo de ambos escritos y la figura del personaje no ha dejado de dar vueltas en mi cabeza. He deseado que hubiese escrito algo más, confiando poder conocer de primera mano más detalles de aquel periodo que vivió tan intensamente. Lamenté que las hojas se agotaran en mis manos y ante mis ojos pero ése era todo el legado literario que dejó.

Albert Speer siempre ha estado  inmerso en polémica y misterio acerca de sus reponsabilidades durante el Tercer Reich, primero como arquitecto de Hitler y más tarde como aunténtico genio al mando del Ministerio de Armamento. Su obsesión era dejar claro que no conocía lo que pasaba en los campos de exterminio y su desconocimiento también del maltrato a los prisioneros de guerra obligados a trabajar en fábricas de munición y demás instalaciones dependientes de su negociado. Speer sin embargo, también tuvo una relación bastante fría con su familia tras y durante su encarcelamiento. Sus hijos, que eran pequeños en aquel momento, crecieron con el peso moral de un  padre que había sido juzgado y condenado a veinte años de prisión por crímenes de guerra.



Pero, ¿por qué he vuelto a este personaje, que ya me fascinó en su momento? Muy sencillo, he tenido la oportunidad de ver en Youtube una serie alemana tipo biopic llamada SPEER Y HITLER sobre los escritos de Speer y con un capítulo final muy interesante donde lo visten de limpio algunos de sus familiares y amigos. Me ha encantado y supongo que muchos de los lectores de este blog, al que vuelvo de vez en cuando, conocerán la existencia de estos vídeos. Tengo que decir que los actores no siempre aciertan en su parecido físico con los personajes históricos. A mi personalmente, el Hitler del docudrama me echa para atrás pero de todas formas insisto en recomendar su visionado por su interés histórico y por alimentar a los curiosos fascinados por la figura de Speer. Os dejo los enlaces:

1ª parte El engaño
2º parte El proceso
3ª parte La condena
4ª parte Epílogo


Por último, tengo que decir que siento no poder escribir más a menudo en el blog,  pero afortunadamente está nuestro amigo Luis con empuje para cubrir todos los frentes. Y por si no vuelvo por aquí antes de las fiestas, dejadme que os desee unas felices navidades.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ley Godwin y Reductio ad Hitlerum en la política

No es ningún secreto para los asiduos del Blog mi poca simpatía hacia los nacionalismos. Creo que mucho de los problemas que supuestamente padecen no son más que inventos de unos políticos que intentan perpetuarse en el puesto.  También suele tergiversar la historia para intentar dar legitimidad a unas reivindicaciones desfasadas.

En este juego que se traen los políticos siempre suele haber descalificaciones y salidas de tono, pero hay un político que una y otra vez ataca a sus adversarios con el mismo tema, siempre les compara con los Nazis. Este político no es otro que Rosa Díaz. Su última ocurrencia es comparar al foro catalán que intenta demostrar todos los agravios que les ha hecho España (alguien debe recordarles  ellos también son España) con los nazis. Dice que “Echar la culpa de todo  lo que ocurre a unos es algo que en Europa ya se ha vivido. Lo hicieron los nazis con los judíos”

La señora Díaz es una entusiasta seguidora de la ley de Godwin, esa que dice “A medida que una discusión  se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis, tiende a uno" y de la Reductio ad Hitlerum  que plantea “que cuando una discusión se alarga demasiado, siempre aparecerá quien acuse de fascismo hitleriano a su contraparte”
Son tantas las veces que la citada política habla de los nazis que cualquiera que la oyese diría que debe ser una estudiosa del tema. Es obvio por sus comparaciones que sus conocimientos son nulos. De todas formas es un político español, por lo que no deberíamos esperar mucho de ella.


La persecución de los judíos durante el Tercer Reich es un tema  tan espeluznante y doloroso que no debería usarse de forma tan gratuita. Me imagino que aquellos que fueron perseguidos y sufrieron en sus propias carnes los campos de exterminio y vieron desaparecer a su familiares y amigos no estar muy contentos cuando ven como se usa de forma indiscriminada el pogromo más devastador de la historia. Se puede no estar de acuerdo con el adversario político, pero por favor dejen ya a los nazis en paz. Y señora Rosa Díaz, desde aquí le pido que se informe de la historia del Tercer Reich y así con un poco de conocimiento dejará de decir tanta bobada.


Por otro lado sigo con mi intención de abrirme camino en el proceloso mundo de la literatura. David Yagüe, estimado bloguero y autor del libro Bravo Tango Siete ha publicado en su Blog una entrevista a propósito de la edición de Los Dioses de Berlín.


domingo, 8 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, un ejemplo a seguir


A estas alturas no es noticia la muerte de Nelson Mandela. Todas las alabanzas hacia su persona son merecidas, podemos encontrar en los obituarios de los periódicos una vida que le llevo a conseguir uno de los premios Nobel de la Paz más merecido (no como esa broma de Obama).

Cuando me enteré de la noticia me vino a la cabeza la película Invictus de Clint Eastwood, más concretamente de un pasaje en la que la mujer del capitán del equipo Sudafricano de rubgy,  al ver a su marido pensativo y con la mirada perdida,  le pregunta si está preocupado por el partido que iban  a jugar al día siguiente. El hombre le dice que estaba pensando en cómo  una persona después de 27 años de cautiverio en condiciones infrahumanas es capaz de perdonar a los que lo encarcelaron.


Es una pregunta que sobrevuela toda la película, no solo como una persona puede perdonar, sino como alguien que ha sufrido tanto y que de repente tiene el poder no se aprovecha de esa fuerza y busca venganza.

Por deformación profesional no he podido evitar pensar en el Tercer Reich donde la venganza era parte del día a día. No solo en las altas esferas, la mayoría de las denuncias que recibía la Gestapo eran provenientes de civiles que delataban a un conocido, a un vecino, e incluso a un familiar. Muchas de esas denuncias estaban motivadas por pequeñas disputas, envidias y venganzas.



Me imagino que como a cualquier ser humano a Nelson Mandela se le pasaría por la mente la idea de ajustar cuentas con los que le perjudicaron de forma tan cruel. Conseguir dominar ese impulso tan humano convierte a  Nelson Mandela en uno de los grandes hombres de la historia.



Esta semana también ha fallecido un hombre que marcó mi infancia y mi juventud y me hizo amar la música clásica; Fernando Argenta.  Conductor del programa de Clásicos Populares consiguió tenerme al otro lado de la radio escuchando sus maravillosas locuras y sus ocurrencias siempre con la música clásica como argumento principal. Gracias Fernando.   

jueves, 5 de diciembre de 2013

Mónica Naranjo Vs Belén Esteban

Me ha sorprendido recibir varios comentarios e incluso correos personales a favor de Mónica Naranjo. Me alegra saber que Historias del Tercer Reich tiene un público tan variado. Quiero dejar constancia que no tengo nada en contra de la señorita Naranjo ni de su labor como cantante. Es cierto que desconozco su obra (es tanta la cantidad de artistas de los que desconozco su trayectoria  que es imposible enumerarlos a todos) a parte de ser la interprete de sobreviviré y de su labor como jurado en Tu cara me suena.
No estaba en mi ánimo tampoco poner en duda sus actitudes como cantante que deben ser muchas para tener unos seguidores tan entusiastas. Lo que yo quería denunciar con mi anterior entrada era la falta de criterio de la industria editorial.

Como bien habéis dicho Mónica Naranjo es una estupenda cantante y una mujer  emprendedora y tiene su magnetismo, pero no es ni escritora ni cocinera. ¿Por qué ha publicado un libro de cocina? En su caso no sé, pero si sé de varios “personajes mediáticos” a los que ha sido la editorial la que ha ido a proponerles que escriban un libro. ¿La calidad de esos libros? Es indiferente. Y grandes editores, la literatura es cultura. ¿Qué a ustedes no les importa? Perfecto.

Desde esta humilde tribuna me gustaría pedir a esas grandes editoriales que cuando un autor novel les manda su primer libro (si es que pueden, la mayoría de esas editoriales tan importantes solo aceptan manuscritos solicitados) primero que se dignen a contestarles y que esa contestación sea la verdad. Que le digan o bien, su libro no tiene calidad suficiente, o no sale usted en la televisión y solo publicamos los primeros libros a los famosos.

Yo me puedo considerar afortunado, he conseguido publicar mi primer libro, pero puedo entender, porque lo he sufrido en mis propias carnes, la frustración de todos aquellos que desean e incluso necesitan ver publicado su primer libro al ver como alguien por el mero hecho de ser famosos ve publicado su primer libro.

Las mayores criticas las he recibido al comparar a Mónica Naranjo con Belén Esteban. No voy a calificar a está ultima entre otros motivos porque es un personaje que no despierta ningún interés en mí.  Es indiscutible que algo tiene que tener para tener tantos seguidores, pero no me encuentro entre los que les preocupa su vida, suficiente tengo con la mía.

Las comparaciones son siempre odiosas y por supuesto que estas dos personas tienen un currículo totalmente distinto, pero en lo que si se igualan es en una cosa. Las dos han cometido intrusismo profesional. La primera por publicar un libro de cocina sin ser cocinera y la segunda… iba a decir por escribir un libro, pero bueno no pienso que nadie crea que lo ha escrito ella.

La cuestión es que muchos famosos por el mero hecho de serlo se creen capacitados para escribir un libro con la calidad suficiente para ser publicado. Es como si menospreciasen la profesión que tanta genta ama, entre los que me encuentro. Soy famoso, ¿Por qué no voy a escribir un libro? Salgo en Gran Hermano  ¿Por qué no voy a escribir un libro?, un día me acosté con un torero ¿Por qué no voy a hacer que otro escriba un libro por mí?
Para terminar e intentar apaciguar a los seguidores de Mónica Naranjo. Me cae bien, me parece una mujer muy atractiva, tiene una gran voz y no me pierdo un programa de Tu cara me suena (mi hijo es un gran fan y en casa es obligatorio verlo). Es más, seguro que es una persona muy interesante con muchas vivencias que se merece un libro.



lunes, 2 de diciembre de 2013

Quiero ser Mónica Naranjo


Esta semana he podido disfrutar  de unas más que merecidas vacaciones. He ido con mi mujer y mis niños a realizar un pequeño circuito cultural por España. Los lugares que hemos escogido han sido Segovia y Toledo. Simplemente espectacular, ya haré una entrada sobre estas dos ciudades, pero el tema de esta entrada es otro.

De camino a casa hemos parado en Madrid. Como era de esperar hemos ido a la Plaza Mayor, la Puerta del sol, Callao…

Cada vez que viajo  a una ciudad como Madrid me doy cuenta de lo pueblerino que me he vuelto. No es que Bilbao sea Nueva York, pero después de vivir tantos años en una ciudad tan pequeña como Calahorra se te va olvidando lo que es moverse por una gran ciudad. Hay gente por todas partes, colas para todo, no se puede andar por las calles y todo está lejísimos.

No sé si es porque era sábado por la tarde o el dichoso Black Friday ese que hemos importado, pero moverse por el centro de Madrid era como estar en el chupinazo de San Fermines, y no es una exageración. Aquí hay una foto que lo demuestra.


El motivo de la entrada de hoy es el siguiente. Llegamos a la Puerta del Sol sobre las 12:45. Allí está una de las librerías del Corte Inglés. Había una cola enorme para entrar, daba la vuelta a todo el edificio ¿una cola enorme para entrar en una librería? Eso sería una buena señal para el país, la cola era para la firma de ejemplares y no, no me estaban esperando a mí.

El libro en cuestión era un recetario de cocina ¿de quién? Os preguntareis. Chicote, Arguiñano, Arzak, algún otro cocinero de renombre. Pues no, la autora no era otra que Mónica Naranjo.

La firma de libros era de 12 a 14: 30. Volvimos a pasar a las 17:45 y aún estaba firmando libros. Pasamos al interior de la librería por otra puerta y lo que vimos nos dejó pasmados. La gente se sacaba fotos  entre aspavientos y grititos,  la nueva escritora recibía alabanzas en voz en grito por su belleza.

Salimos a ver el encendido del árbol de la Puerta del Sol (es lo que tiene ir con niños pequeños) y nos encontramos con jóvenes esperando con ansias la salida de la famosa escritora. Llevaban pancartas con la portada del libro, ay, no, perdón. Llevaban pancartas con fotos del  jurado y concursantes de Tu cara me suena.

Aquí es donde mi indignación alcanzó el nivel más alto. Sé que las editoriales ven la literatura como un negocio, pero no puedo menos que cabrearme. ¿Alguien cree que una persona que va a una librería a comprar un libro de cocina va a comprarse uno de Mónica Naranjo?

“Solo” va a vender los de las presentaciones que haga, que por lo que pude ver fueron muchísimos, pero y luego que… Cuando veo a estos famosos “escritores” y su repercusión mediática no puedo ni quiero evitar renegar del mundo editorial.

Solo de pensar en todo lo que he tenido que padecer para ver mi opera prima publicada y la facilidad que tiene estos famosos para publicar se me llevan los demonios. Y ya no quiero ni acordarme del libro recientemente publicado de la afamada erudita y escritora sin parangón Belén Esteban.

No desearía entrar en calificar a esta señora ni los motivos para “escribir” este libro. Ni tampoco quiero ensañarme con las personas que compren esta novela. Solo un consejo, si les interesa la vida de esta señorita, háganselo mirar.


Una vez descargado el demonio que llevaba dentro doy por terminada esta entrada.

Aunque sigo en mis trece, quiero se Mónica Naranjo y tener las mismas facilidades que ella para editar mi próximo libro. A estos famosos las editoriales van buscarles para hacer negocio. ¡¡¡Que país!!!