lunes, 28 de febrero de 2011

Batalla del Alamein


En junio de 1942 Erwin Rommel , general del Afrika Korps, obligó a retroceder al VIII Ejército británico hasta El-Alamein, aproximadamente a 100 km de Alejandría, , tras haber hecho seis mil prisioneros aliados.

 Tobruk, en poder de las tropas británicas y de la Commonwealth desde 1941, sucumbió ante el Eje el 20 de junio. Benito Mussolini consideró que Egipto no tardaría en ser ocupada por el Eje y se dispuso a entrar en El Cairo como un conquistador. No obstante, el VIII Ejército, al mando del cual estaba el general sir Claude Auchinleck, consiguió detener el avance enemigo en El-Alamein en el mes de julio. Después de una primera derrota de los italianos en 1940, los esfuerzos militares de los británicos en la guerra del Desierto habían sido de escasa relevancia: sus tropas habían quedado completamente abrumadas ante la superioridad de las tácticas militares enemigas, la valía de sus generales y los tanques acorazados de los alemanes. Los carros de combate Crusader de los británicos no podían disparar tanto como los que poseían los alemanes y eran defectuosos; mientras que las armas antiaéreas de 88 mm de los alemanes, empleadas para repeler los ataques de los tanques, no encontraron parangón en la artillería antitanque británica. Los cazas británicos fueron inferiores a los del ejército alemán hasta el otoño de 1942. Las tropas británicas sólo contaban con un elemento a su favor en 1942: su habilidad para descodificar las transmisiones del ejército y las fuerzas navales italianas y  los códigos militares alemanes. Este hecho proporcionaba una ventaja crucial sobre el enemigo desde el punto de vista de la inteligencia militar. Esta información, así como la conservación de Malta, les permitieron hundir los convoyes italianos enviados al norte de África; además, la destrucción simultánea de la armada del Eje casi en su totalidad en la zona del Mediterráneo hizo posible el envío de equipo vital al VIII Ejército.



Winston Churchill sustituyó a Auchinleck por el general sir Bernard Montgomery en el mando del VIII Ejército a finales de agosto. Este experimentado militar no tardó en volver a infundir moral a las tropas, que se encontraban un tanto decaídas como resultado de las derrotas. Era asimismo muy previsor y se preocupó de establecer una arrolladora superioridad sobre las potencias del Eje en términos de recursos humanos, tanques, artillería y aviación, antes de iniciar su ofensiva. Ésta fue una precaución muy acertada, dado que las fuerzas de Rommel se hallaban atrincheradas en un complejo sistema de fortificaciones protegidas por campos de minas. El plan de Montgomery se basaba en la infantería, apoyada de cerca por las defensas aéreas y terrestres, y consistía en asaltar el frente alemán y despejar el camino para que los tanques pudieran destruir a las fuerzas que se refugiaban en las trincheras. El desarrollo de esta acción requería una concienzuda preparación y entrenamiento.

La segunda batalla de El-Alamein (al-Alamayn) comenzó el 23 de octubre de 1942. Tras una aplastante guerra de agotamiento, Rommel ordenó a sus fuerzas, dispersas y agotadas, retirarse el 4 de noviembre. Se replegaron 2.400 km hacia el interior de Túnez. Los ejércitos del Eje perdieron 2.300 hombres y 28.000 soldados fueron hechos prisioneros. Mientras tanto, las fuerzas anglo-americanas llegaban a la zona francesa del norte de África el 7 de noviembre de 1942. Los Afrika Korps no fueron aniquilados gracias al cauteloso avance de Montgomery a través de Libia, una estrategia motivada en parte por su temor a que los alemanes contraatacaran a las fuerzas británicas de las primeras posiciones. Ésta fue la primera victoria terrestre sobre el ejército alemán durante la II Guerra Mundial y ocasionó en la primavera de 1943 la destrucción de las fuerzas alemanas en Túnez a manos de los aliados.

Fuente: segunda guerra mundial

jueves, 24 de febrero de 2011

Extremadamente Breve Historia de la Segunda Guerra Mundial

En términos de pérdidas de vidas humanas y recursos materiales, la Segunda Guerra Mundial ha sido, sin duda, el conflicto bélico más destructivo hasta la fecha. Fue un conflicto global-militar que en el que 61 países participaron en una guerra que duró desde 1939 a 1945. Los principales participantes fueron las potencias aliadas, en particular los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética, que estaban en guerra con la Coalición del Eje, es decir, Alemania e Italia en el teatro europeo. Y al mismo tiempo en el Pacífico, los Estados Unidos estaba luchando con las fuerzas imperiales de Japón.

Los acontecimientos que condujeron a la guerra se remonta a 1937 cuando Japón, tratando de extender su dominio colonial, y para asegurar grandes reservas de materias primas y recursos naturales, como minerales y petróleo, lanzó una invasión a gran escala de la China continental. Para obligar a Japón a cesar sus hostilidades contra China, en mayo de 1939, el presidente Franklin D. Roosevelt ordenó un embargo de todas las exportaciones a Japón. Enfadado por esta maniobra y ahora casi inexistente en los recursos críticos para alimentar su esfuerzo de guerra, Japón invadió a sus vecinos del sur.

Ese mismo año, la Alemania nazi, al llevar adelante su propia agenda expansionista, invadió Polonia y en los próximos dos años continuó su agresión mediante la ocupación de Dinamarca, Noruega, Francia, Rusia y luego en 1941, con Italia, entrando en la guerra de los aliados con los alemanes. Mientras tanto, el ejército japonés invadió Indochina francesa en 1940 y puso en marcha ataques simultáneos en Malasia, Vietnam, Tailandia, Hong Kong, Filipinas y la isla Wake. Su ataque posterior a la flota naval de EE.UU. amarrada en Pearl Harbor, Hawai, con la consiguiente pérdida de 2.403 vidas, condujo a los EEUU a la guerra en diciembre de 1941.

Durante los próximos cuatro años, el Ejército de los EEUU, la Armada, Fuerza Aérea y la Infantería de Marina combatieron a las fuerzas japonesas en el Pacífico, al mismo tiempo, se incorporaron a las fuerzas aliadas en Europa contra los ejércitos invasores de Adolf Hitler, en Alemania y el régimen fascista de Benito Mussolini, en Italia .

Tras el cerco y caída de Berlín por el ejército soviético en abril de 1945 y el suicidio de Hitler, Alemania se rindió el 7 de mayo en Reims, Francia. La guerra había terminado en Europa; las fuerzas estadounidenses centraron todo su esfuerzo en llevar a cabo una enorme invasión de las islas principales de Japón en un esfuerzo por terminar la guerra en el Pacífico. En una reflexión más profunda, sin embargo, para evitar que siguieran aumentado el número de bajas de EEUU, el presidente Harry S. Truman ordenó el uso de una nueva arma, la bomba atómica. Fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y una segunda bomba en la ciudad portuaria de Nagasaki, tres días después. El 2 de septiembre, el Alto Mando japonés se rindió formalmente a bordo del acorazado USS Missouri en la Bahía de Tokio.

Pero, ¿cuál fue el costo de la guerra? Para algunas personas, el costo de la guerra se considera estrictamente en términos monetarios. Pero también hubo otros costos, mucho más insustituibles que el dinero, los costes en vidas humanas.

lunes, 21 de febrero de 2011

Adolf Hitler: Der Führer

Sin ninguna duda es uno de los personaje históricos más reconocidos e importantes;  la repercusión de sus decisiones y actuaciones perduraron en el tiempo y aún en la actualidad somos herederos de un conflicto que cambió el mundo. El imperio Británico dejo pasó a las dos superpotencias: Los EEUU y la URSS. Europa quedó arrasada convirtiéndose así en un nuevo campo de batalla que terminaría con la división del  viejo continente. Aún después de la caída de la utopía soviética el mundo sigue con algunas cicatrices si cerrar. Un ejemplo es el conflicto Judío Palestino. Pero, ¿Quién era en realidad Adolf Hitler?, ¿Como era la persona que destruyó Europa y llevó a uno de los países más civilizados a cargar con la vergüenza de su salvaje actuación?
Los asiduos de este Blog no necesitan datos autobiográficos, todos conocemos de sobra a Adolf Hitler, lo que os propongo es preguntarnos sobre su faceta más destacable; la tarea como Führer al frente del pueblo alemán.

¿Fue un hombre dotado de una personalidad e inteligencia fuera de lo común, un ser excepcional que unió todo un pueblo a su alrededor o solo fue un cabo charlatán con buena oratoria que gracias a la situación mundial consiguió, con la ayuda de las SA y de Goebbels, un puesto que nunca debió ocupar?

¿Fue un mandatario férreo y controlador que conocía todo lo que ocurría en el Reich o fue engañado por los que estaban a su lado? ¿Supo elegir a los hombres que le rodeaban o solo le siguieron los seres más abyectos del país?

¿El pueblo estuvo con él hasta el último momento porque creían en él o lo hicieron engañados por la propaganda y asustados por el terror impuesto?

¿Era un hombre de grandes pensamientos, con una misión en la vida, un verdadero visionario,  una persona adelantada a su tiempo o no dejaba de ser una persona sin estudios, un ignorante embrutecido por los libros que solo leía aquello que cuadraba con sus ideales?

Hay quienes opinan que Adolf Hitler fue una persona excepcional, un genio, un ser superior  predestinado a llevar al pueblo alemán a las más altas cotas. Una persona honesta que vivió para servir a su país y que solo la conjura de los ignorantes aliados, movidos por el miedo ante el cambio que significaba Hitler, pudo terminar con él y todo lo que significaba.

Para otros en cambio Adolf Hitler personificó el mal absoluto, un demente, un enfermo que llevo al mundo al borde del abismo. Un ser detestable que movido por su complejo de superioridad o inferioridad, depende de cómo se mire, fue capaz de destruir el mundo por un ideal monstruoso, cargado de odio y sinrazón.

En todas las cosas hay un término medio, pero en este caso ¿se puede ser tibio? Lo que es casi seguro es que nunca tendremos en nuestras manos una obra en la que nos muestren a Adolf Hitler sin prejuicios de las dos partes.


Todos los hombres que han tenido un hueco en la historia tienen un legado que mostrar al mundo;  bajo el mandato de los Faraones se construyeron  las pirámides, Alejandro Magno tras sus conquistas dejo el rastro de la cultura Helénica, el Imperio Romano,  primero con la República y después con los Cesares, puso las bases del mundo occidental, leyes, arquitectura… Napoleón transmitió los ideales de la Revolución Francesa. ¿Y Adolf Hitler? ¿Qué huella dejó, cuál fue su legado? Destrucción e ignominia.

domingo, 13 de febrero de 2011

Encuesta


A todos los que nos interesamos por la historia del Tercer Reich nos han preguntado alguna vez el porqué de nuestra curiosidad.

Por ese motivo iniciamos una encuesta para saber cual es vuestra respuesta. Se puede votar más de una respuesta a la vez.  

Por supuesto queda el espacio de comentarios por si no os veis reflejados en las respuestas de la encuesta.

Gracias por vuestra participación

jueves, 10 de febrero de 2011

Leni Riefenstahl, el triunfo de una farsa


La cineasta alemana, Leni Riefenstahl, murió el 8 de septiembre de 2003 a la edad de ciento un años. Riefenstahl es sobre todo conocida por su estrecha colaboración con el régimen nazi en los años treinta, cuando por iniciativa personal de Hitler jugó un papel importante en el establecimiento de la imagen pública del nacionalsocialismo en Alemania y en el extranjero. Sacudido por la caída del Tercer Reich y desacreditada por su papel en la Alemania nazi, Riefenstahl tuvo problemas recogiendo los pedazos de su carrera en el cine después de la Segunda Guerra Mundial. Entre sus proyectos más conocidos en el período posterior a la guerra, eran libros de fotografías de miembros de una tribu africana Nuba. Su última contribución fue una película bajo el agua.

En sus últimos días, Riefenstahl siempre cuestionó la importancia de su papel en la promoción de la Alemania nazi. En las memorias y entrevistas, ella constantemente afirmó que fue "ingenua", una persona no política que nunca se unió al partido nazi y estaba interesado sólo en su arte, alguien que sólo hizo lo que otros muchos hicieron, y así sucesivamente. En las entrevistas después de la guerra, afirmó que la fuerza impulsora en su vida fue la búsqueda de "la belleza y la armonía", "la realidad no me interesa". Su carrera muestra claramente, sin embargo, que lejos de ser sólo una inocente víctima de la propaganda política nazi, fue instrumentada en la creación de una farsa de "la belleza y la armonía" para el régimen más brutal y reaccionaria de la historia moderna.

En los últimos años, numerosas publicaciones y biografías han aparecido dedicadas a Riefenstahl. La mayoría de los biógrafos reconocen sus vínculos con el nacionalsocialismo y señalan que en numerosas ocasiones sus intereses coincidían con los del Tercer Reich, tanto ideológica como en la práctica. Muchos de estos autores, sin embargo, exponen que, a pesar de su dudosa relación con los nacionalsocialistas, es un error suponer que tales consideraciones afectara a su arte. Para algunos historiadores, Riefenstahl fue una pionera, alguien que revolucionó el cine e incluso le dio un nuevo idioma.


Leni Riefenstahl nació en 1902 en una familia acomodada y era capaz de satisfacer plenamente sus intereses considerables intelectual y físico. Cuando era joven le gustaba la danza, favoreciendo las formas espontáneas y romántico de la danza dirigida a "liberar el alma", introducido a Alemania por la estadounidense Isadora Duncan. Riefenstahl había leído mucho y estaba interesada en las escuelas de arte moderno, como los expresionistas. Ella estaba menos interesada en la teoría, pero en conjunto sus inclinaciones hacia la romántica y mística en el ámbito de la literatura y el arte con un interés con los pies en la tierra en las cuestiones prácticas y técnicas. Cuando una lesión en la rodilla puso fin a su baile, Riefenstahl pasó a esquiar.

El esquí fue su primer contacto real con los atractivos y misterios de las montañas. Su aspecto y el buen dominio de esta disciplina fue observado por el geólogo, alpinista y cineasta Dr. Arnold Fanck, que la eligió como protagonista, en su película muda La Montaña Sagrada (1926). Fanck fue responsable de un nuevo género cinematográfico en los años veinte, el cine de montaña, que se consideró un tema popular del romanticismo alemán, la lucha del individuo contra las fuerzas de la naturaleza.

Riefenstahl utilizó sus experiencias con Fanck para hacer su propia película La luz azul (1932), que también se localiza en las montañas. Algunos de sus inclinaciones románticas anteriores son evidentes en esta cinta. La luz azul es el reflejo de una luna llena que cae sobre las casas en las montañas. Que encarna la belleza y la integridad, pero al mismo tiempo, tiene consecuencias perjudiciales. La trama de la película se centra en un cristal con poderes mágicos. Cuando los campesinos locales tratan de quitar el cristal de su gruta, creyendo que esto les librará de una vida de pobreza, el cristal pierde sus poderes mágicos. la falta de los campesinos con fe, su falta de voluntad para soportar las dificultades de la vida cotidiana, lleva a consecuencias catastróficas para ellos.
No es sorprendente que el Papa, en Roma, quedara impresionado con la película. Riefenstahl informó de que la película "causó una gran impresión en el Vaticano. Por encima de todo, era la mística de la película lo que llamó la atención a los eclesiásticos”. Los elementos místicos y religiosos de La luz azul, combinado con un estricto sentido de la jerarquía de clases, que se remonta a un pasado mítico que el hombre vivía feliz en armonía con la naturaleza, reaparecen en la segunda película de Riefenstahl Tiefland (Deepland), que comenzó en 1940 pero sólo pudo completar en 1954.

La primera película de Riefenstahl, apareció en los cines en un período de crisis para la inestable República de Weimar y era popular entre el público alemán. Se evoca un mundo perdido en el hace mucho tiempo que gobernó la estabilidad. Ésta hizo un llamamiento especial a las capas pequeño-burguesas cuyas vidas habían sido arruinadas por años de hiperinflación y la inestabilidad política. La familia Riefenstahl también se vio afectada por la crisis y la directora de 30 años de edad se convirtió en uno de los muchos que buscaban una alternativa política. El 27 de febrero de 1932, asistió a una reunión del Partido Alemán Nacional Socialista (NSDAP).

Al conocer a Hitler, éste sintió afinidad por Riefenstahl correspondido igualmente de forma entusiasta. En mayo de 1932, Riefenstahl se reunió con Hitler, por primera vez. El aspirante a artista, Hitler, había admirado la luz azul, y estaba interesado en el compromiso de una artista que ya tenía una reputación internacional. Después de su elección como canciller en enero de 1933, Hitler dio a Riefenstahl inmediatamente el trabajo de filmación de la conferencia anual del NSDAP en Nuremberg.

En ese momento, Hitler estaba dispuesto a mejorar la imagen pública del NSDAP. Durante la polarización social en la República de Weimar, las tropas de asalto (SA) de Hitler había aterrorizado a la calle y se ganó una reputación por su brutalidad. En la nueva Alemania de 1933, Hitler se trasladó de inmediato contra el movimiento de los trabajadores. Todos los partidos políticos y sindicatos fueron prohibidos, la prensa fue censurada, y reinaba una dictadura brutal.

Hitler trataba de mostrarse como estadista e inventar una continuidad histórica de su partido sobre la base de una imagen totalmente distorsionada de la historia alemana. Por su parte, Riefenstahl estaba dispuesta a ayudar. Sin duda, hubo un elemento de capricho personal de su parte con la figura de Hitler, pero su fascinación estaba ligada a concepciones políticas definidas. En una entrevista con un diario, ella declaró: "Para mí, Hitler es el hombre más grande que jamás haya vivido. Él es realmente impecable, tan simple pero tan lleno de poder viril ... Él es realmente hermoso, él es sabio. Resplandor corrientes de él. Todos los grandes hombres de Alemania, Friedrichh Nietzsche, Bismarck-ha tenido fallos. seguidores de Hitler no son impecables.. Sólo él es puro".

En sus memorias, Riefenstahl mantiene que se opuso a la aceptación del encargo de filmar la conferencia del partido de Nuremberg, pero las diferencias eran poco profundas. Riefenstahl dijo que ella le dijo a Hitler que no tenía experiencia en hacer documentales y ni siquiera podía distinguir a la SS de la SA. Hitler le que respondió: "Eso es bueno, entonces usted sólo verá lo que es esencial", y subrayó: "Me gustaría ... un documento artístico en una película."

Después de la filmación de la conferencia del partido de 1933 (bajo el título de la El Triunfo de la voluntad) a la gran satisfacción de su mecenas, a Riefenstahl se le pidió que repitiera su trabajo para el congreso de 1934. Esta vez le dieron no sólo libertad artística, sino también el control total de la organización del proyecto. Para crear las mejores condiciones de trabajo para ella, Riefenstahl no se privó de intimidar a los compañeros de trabajo. Cuando el cámara, Schunemann, se negó a trabajar en la película, Riefenstahl se quejó ante el Departamento de Cine del Ministerio de Propaganda que estaba boicoteando una "orden del Führer”.

Medio millón de miembros del NSDAP y los invitados, que llegaron a 250.000 en el congreso del partido en Nuremberg. En una entrevista después de la guerra, Riefenstahl mantuvo en su estilo típicamente falso que en su película del evento, El triunfo de la voluntad (1934), "Ni una sola escena se pone en escena .... Es la historia, la historia pura. "De hecho, los preparativos se llevaron a cabo muy a fondo para la conferencia, que por primera vez duró una semana entera, estructuras de gran escenario, elaboradas, costosas y accesorios, se levantaron, y las escenas de masas fueron coreografiadas y ensayada a la perfección. Varias secuencias de la película sin éxito, tales como la aparición de Julius Streicher, fueron modificadas posteriormente en el estudio.

Los fieles del partido rígidamente marchan al unísono, el líder, el expresivo y artístico Führer se funde con las masas y jura fidelidad al espíritu de unidad nacional. Hace un llamamiento a la "voz de la sangre" en el mitin, junto con el odio expresado en contra de "intelectualismo judío exagerado", eran las dos caras de la moneda racista.

La película de Riefenstahl se abre con tomas aéreas que sugiere la llegada de Hitler, un héroe que camina abajo de las nubes para recibir a un pueblo que se han unido en todo el país. La conferencia elogia los logros del presidente del país, recientemente fallecido Hindenburg, y saluda a los numerosos invitados extranjeros, representantes de la prensa y los diplomáticos. Las fuerzas de defensa, el ejército, las SS y SA, todos los que demuestren su lealtad total al dictador. Parte central de la película es el credo de lealtad de los seguidores del Führer.
Las fuerzas armadas, que participan por primera vez en la conferencia del NSDAP, no estaban satisfechas con la versión final de la película. Parte de las imágenes del ejército no fueron satisfactorias debido al mal tiempo.

Riefenstahl ganó varios premios por El triunfo de la voluntad, pero muchos cineastas fueron más prudentes. El reconocido director de cine y teórico René Clair fue seducido por el poder sugestivo de la película de Leni Riefenstahl, y cuando Charlie Chaplin vio una versión corta del triunfo de la voluntad en los EE.UU., se cayó de su silla de la risa. Presumiblemente, fue el discurso de Hitler en el acto de clausura el que sirvió como base para una famosa escena de El gran dictador. Chaplin en la película de 1940 muestra a " El Reich de mil años" como una fachada exagerada, frágil y desmitificando a Hitler en un momento en que todavía gozaba de simpatía entre la élite internacional.

El autor alemán Jürgen realizó unos comentarios sobre la cinta: "No hay documento del Nacionalsocialismo que refleje mejor la falta de libertad del Tercer Reich". La opinión escrita por Lutz Kinkel es más perceptiva: "Pocos cineastas han entendido que esta película es una" farsa bella", con la que los nazis y su auxiliar, Riefenstahl trata de engañar al público con una unidad del pueblo que nunca existió”.

El régimen nazi consideró que la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de adjudicar a Berlín los Juegos Olímpicos de 1936 como una enorme oportunidad para llevar a cabo la propaganda de la Alemania nazi. Tres años después de la toma del poder nazi, Alemania iba a ser retratada como una sociedad liberada de conflicto social y político alguno, con una economía sólida y lo último en ciencia y tecnología. Las instalaciones deportivas más grande de la historia fueron excavadas en la primera construcción de un futurista germánico. Los Juegos se planificaron en una escala hasta entonces desconocida y se emitieron por primera vez en la televisión. Después de su éxito con El triunfo de la voluntad, Riefenstahl fue la elección indiscutible de los líderes nazis para la filmación de los Juegos.Al igual que la conferencia del partido de Nuremberg, la Olimpiada se organizó como un festival. El NSDAP invirtió enormes recursos en los artistas del proyecto y movilizó a profesionales para ello. Hitler dio a Riefenstahl todo lo que necesitaba para su producción: dinero, materiales y mano de obra. Trabajó con un equipo de producción masiva, su presupuesto de 1,5 millones de marcos alemanes(RMS) se amplió más tarde por otras 300.000 rms. Con el respaldo de esos recursos, la película tendría una visión omnipresente y, a continuación elegir y editar literalmente kilómetros de material fílmico.

El internacionalmente aclamado compositor alemán Richard Strauss escribió un himno para los Juegos, que dedicó a Adolf Hitler. El poeta Carl Diem escribió versos para la Olimpiada haciendo alusión a los "mártires heroicos de la patria." (Carl Diem era un funcionario del deporte que en 1905 había pedido que las marchas militares de carga fueran reconocidas como una disciplina deportiva.) El arquitecto Albert Speer era en gran parte responsable de la puesta en escena de la ceremonia de apertura. Al final de la Olimpiada, una cúpula de luz se elevó por encima de los atletas y el público, la utilización de potentes proyectores logró este efecto que pretendía representar armonía.

Los preparativos para la puesta en escena esta "obra de arte" incluyó detenciones masivas por la policía y la Gestapo de opositores políticos, judíos, gitanos con el objetivo declarado de la toma de un Berlín "seguro y atractivo" para los visitantes de los Juegos. Junto con la construcción del Estadio Olímpico, el campo de concentración Oranienberg y que en septiembre ya tenía alrededor de 1.000 prisioneros. Para el consumo internacional, sin embargo, que prohíbe los signos judíos en la entrada a los parques y otras instalaciones públicas fueron desmantelados temporalmente y a los periodistas deportivos alemanes se le pidió que bajaran el tono de los comentarios nacionalistas y racistas. Esta vez, la figura central de la película no fue Hitler (que tenía poco interés en los Juegos y tuvo que ser presionados para asistir a todos), sino la élite deportiva internacional. La película Olimpia demostraría la voluntad de Leni Riefenstahl para explorar nuevas técnicas y tomas de cámara, así como su fascinación por el cuerpo humano, pero como fue en el caso de El triunfo de la voluntad, las películas Olimpia fue meticulosamente filmada y editada para presentar al nazismo con la luz más positiva.

Un prólogo evoca minuciosamente artificial de nuevo a las glorias de la antigua Grecia y se corresponde totalmente con los esfuerzos propios de Hitler atribuir al nacionalsocialismo con una larga tradición histórica basada en un pasado mítico.
Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aliadas detuvieron a Riefenstahl, pero luego la liberaron sin cargos. Fue objeto de nuevas investigaciones entre 1948 y 1952, pero finalmente fue declarada inocente de toda participación en los crímenes de los nazis. Sin embargo, tuvo problemas para encontrar productores dispuestos a financiar sus películas. Durante el Tercer Reich, podía establecer sus propias condiciones sobre el presupuesto y la producción de sus películas. En la Alemania de posguerra, recuperándose de la devastación de la guerra, el tipo de proyectos masivos favorecidos por Riefenstahl ya no eran viables, pero fue capaz de ganarse la vida, sobre todo porque el gobierno alemán acordó continuar pagando sus derechos de autor por la proyección de sus películas realizadas bajo el régimen nazi.

En la década de 1960, Riefenstahl viajó a África y se inició una serie de proyectos de fotografía sobre tribus africanas. Fueron publicados en forma de libros de fotografía entre 1973 y 1976. Aunque retirada de los temas que abordara durante el período del nacionalsocialismo, los libros sobre la tribu Nuba tienen influencias de sus películas anteriores, su fascinación por la forma física, pero ahora el cuerpo negro y delgado de los nativos pintado con marcas religiosas.

En muchos aspectos, su viaje a África reflejaba a su vez, el desencanto de su vida, lejos de la sociedad civilizada, dándole la espalda a la humanidad en conjunto. A la edad de 80 años, se enteró de un nuevo deporte, el buceo de profundidad y pasó sus últimos años bajo el agua filmando la vida acuática. Se incorporó a la organización ecologista Greenpeace y dedicó sus energías en la última década de su vida a preservar la vida marina.

En una entrevista posterior a la guerra, en la revista Cahiers du Cinema, Riefenstahl exponía su visión de la cultura, lo que se refiere a la belleza y a la realidad como conceptos excluyentes: "Sólo puedo decir que me siento espontáneamente atraída por todo lo que es hermoso ... se trata del inconsciente y no de mi conocimiento ... todo lo que es puramente realista, fragmento de la vida, lo cotidiano, no me interesa ... me fascina lo que es bello, fuerte y saludable, lo que está vivo, busco la armonía.".

Esta perspectiva es evidente en sus libros sobre Nuba, que muestran la violencia autoinfligida de la tribu derivada de rituales, pero no para hacer frente a cualquiera de las penurias y privaciones que caracterizan la vida del día a día de las formas primitivas de la sociedad. En un momento en el decenio de 1970, cuando las teorías del relativismo cultural se estaban difundidas, los libros de Riefenstahl representaron una glorificación de la sociedad primitiva. La declaración de Riefenstahl, de entusiasmo por la belleza a costa de la realidad es instructiva en lo que respecta a su trabajo, pero también engañosa. Muchos grandes artistas han considerado la representación de la belleza y la armonía como elemento central de su trabajo. Al mismo tiempo, reconocieron que la belleza es una propiedad del mundo real existente, que debe ser protegida. Esto a su vez requiere que el artista muestre un genuino interés y la curiosidad de cómo las personas viven sus vidas. Riefenstahl declara su desprecio por la realidad, pero su íntima colaboración con los nazis demuestra claramente que ella era muy consciente de la realidad y las consecuencias del gobierno nazi, y al mismo tiempo para compartir, en muchos aspectos su perspectiva.

La directora fue del todo consciente de las consecuencias del nacionalsocialismo en la práctica. Ella estaba familiarizada con la ley aprobada en 1933, a instancias de Goebbels, la restricción de los trabajadores judíos en la industria del cine, una medida que obligó a muchos de los artistas más talentosos de Alemania a emigrar. Sabía de la decisión, también de Goebbels, en una reunión de la Mesa de la Cultura en 1936, de declarar una prohibición total de la crítica artística en Alemania. Era consciente de la quema de libros y la campaña nazi contra el arte que los nazis llamaron "degenerado". Recientemente el material publicado también revela que ella fue testigo de las atrocidades nazis durante la guerra y que fue cómplice de las mismas permitiendo que muchos prisioneros trabajaran como extras en sus películas para más tarde ser enviados a campos de concentración.

Muy consciente de las consecuencias desastrosas del Tercer Reich para la sociedad y el arte, Leni Riefenstahl, usó todo su talento para ocultar la barbarie nacionalsocialista bajo un manto de belleza y armonía. Sólo aquellos que son totalmente ignorantes, podrían considerarla inocente de sus actos durante el nazismo.

domingo, 6 de febrero de 2011

Lebensborn

El Lebensborn (Fuente de Vida), se inició el 12 de diciembre de 1935 bajo la dirección de Heinrich Himmler. Su objetivo era la de crear una súper raza Aria que respondiera a la pureza y a los criterios de perfección biológica.
Era el sueño sobre el que el propio Himmler ya había edificado las  SS. Todos los miembros habían pasado por el proceso de los seleccionadores de la raza en los que se contemplaban todas y cada una de las medidas antropomórficas: ojos azules, pelo rubio, estatura mínima de 1,75 metros, y un árbol genealógico que se remontase al menos hasta 1.750.

Amparado en las Leyes de Núremberg la conciencia racial del Tercer Reich convirtió a las SS en un batallón de sementales que sólo podrían casarse con mujeres arias: rubias, de ojos azules y una estatura mínima de 1,60 metros.
De este modo, se puso en marcha el proyecto “Lebensborn”. Al mismo tiempo se apoyaba la iniciativa con una campaña publicitaria sin precedentes, en la que se pedía a las mujeres alemanas que tuvieran hijos para Hitler, hijos que deberían reemplazar a los soldados alemanes que morían en el frente. Para cumplir estos objetivos y con la promesa de importantes privilegios y beneficios económicos a las mujeres que aceptaran este papel reproductor, se establecieron en Alemania clínicas especiales para que éstas pudieran dar a luz y cuidar de sus hijos. Todo ello se llevó a cabo con el máximo secreto, en castillos apartados y con una fuerte vigilancia.

Pero la obsesión por conseguir la súper raza estableció claras diferencias de trato. Las esposas de los SS guardaban y criaban a sus hijos. Sin embargo, aquellas mujeres que reunían las características de la raza aria y que habían sido reclutadas con fines reproductores sólo podían permanecer junto a sus hijos durante un periodo de tres meses. La razón era simple: los niños nacidos en los “Lebensborn” pertenecían al Reich y no podían sufrir la influencia de sus padres.
El inicio de la guerra ofreció la posibilidad de exportar su proyecto a los países conquistados. Para ello, envió a sus seleccionadores de la raza para instalar sus criaderos arios. En todos ellos se seguía un riguroso registro de nacimientos, aunque en los mismos no figuraba el nombre de los padres y se cambiaban los nombres y apellidos de los niños que, transcurridos tres meses, eran dados en adopción a matrimonios de las SS que habían hecho méritos para obtener aquel privilegio.

En Noruega se construyeron nueve “Lebensborn”. De hecho, este país fue declarado «puro para la raza aria». Se construyeron maternidades en un antiguo hospital de Luxemburgo y en un castillo de Lamorlayc, en Francia. En Holanda, sin embargo, se instaló una guardería, al igual que en Bélgica, en el castillo de Wegimond. Todos los países conquistados rindieron su tributo al sueño de una raza purificada y superior.

Sin embargo, parecía que todo aquello no era suficiente. En enero de 1944 se ordeno potenciar el programa.  Seleccionadores de la raza recorrieron Polonia y los países del Este en busca de niños que reunieran las características arias y, por tanto, susceptibles de ser germanizados. Más de 200.000 fueron raptados, sometidos a un exhaustivo análisis antropométrico y enviados a los centros de “Lebensborn”, donde se les cambiaba los nombres y las fechas de nacimiento; eran convertidos en perfectos alemanes.
Ni siquiera durante el proceso de Nüremberg, se pudo saber cuántos niños nacieron del “Lebensborn”. En cualquier caso, la mayoría de ellos siguen vivos y desconocen sus orígenes; Son los hijos del Führer y del Reich. 
Fuente: Mundo historia.

jueves, 3 de febrero de 2011

Las armas secretas del Tercer Reich. 1º parte

Hitler había perdido la guerra desde hacía mucho tiempo, pero desde que comenzaron la utilización de armas, cada vez más sofisticadas, extrañas o podríamos decir, avanzadas en el tiempo, se puso en marcha el mito de las armas maravillosas y secretas del Tercer Reich.

Algunas acciones, ciertamente audaces, dieron alas a esta huida hacia adelante por parte de Adolf Hitler. la espectacular destrucción del puente de Remagen sobre el Rhin, en un audaz ataque de los bombarderos y cazas a reacción Ar-234 y Messerschrmitt Me-262, o la destrucción en Normandía de 25 carros de combate británicos en un solo día por un solitario carro Tiger, alimentaron aún más la convicción de que si la guerra no acababa pronto, los aliados podían encontrarse con un gran problema.

El armamento en proyecto de Alemania era impresionante. Desde rayos sónicos, aeronaves en forma de platillo volante, balas que doblaban la esquina o incluso proyectiles de aire. Es solamente una muestra de lo que los científicos alemanes podían sugerir en sus estudios. Los alemanes encontraron con dificultades de carácter político o económicos que entorpecieron estas labores de investigación, pero hay que reconocer que en 1945, Alemania estaba en disposición de iniciar una carrera de éxitos con el uso de estos inventos. Si la guerra hubiera durado un año más, existe la posibilidad de que el final de la guerra hubiera podido ser otro.

No obstante, a pesar de la premura de tiempo, de la escasez de materias primas y de la situación en ocasiones agónica en la que se trabajaba, los investigadores alemanes llegaron a alcanzar cotas de creatividad que parecen sencillamente milagrosas. Hay razones que lo facilitaron; en primer lugar la evidencia probada de que toda guerra es un buen caldo de cultivo de toda clase de inventores pintorescos; en segundo lugar, las aplicaciones revolucionarias que a partir de 1943 los alemanes situaron en primera línea de batalla obedecía a la pura y simple confianza que los soldados tenían en la capacidad de sus técnicos y científicos. Las unidades de combate creían en sus prototipos más que en el propio Alto Estado Mayor. La técnica alemana aportó soluciones revolucionarias a los problemas derivados del combate moderno que incluso en nuestros días harían de la infantería alemana del año 45 un rival formidable para cualquier ejército moderno.

El primer ejemplo de investigación de "armas mágicas" nació a principios de los años 40, cuando los técnicos comenzaron a desarrollar visores capaces de ofrecer al soldado visión total y efectiva en la más completa oscuridad. En un principio consistían sólo en una pequeña cámara de mano que funcionaba como un revelador de fotografía, transformando los rayos infrarrojos invisibles en luz visible. Una lente convexa enfocaba los rayos hacia una pantalla, convirtiéndolos en rayos catódicos que eran dirigidos hacia una pantalla fluorescente, por lo que la radiación infrarroja se hacía visible como en una pequeña televisión. En un principio se probó con éxito como localizador de emisiones infrarrojas, lo que permitía atacar objetivos ocultos que produjesen calor (motores de vehículos, artillería, etc.).

Los carros de combates se equiparon con sensores que eran capaces de descubrir un cañón a más de 130 kms con un error de un minuto de arco. Los modelos más ligeros fueron instalados sobre fusiles de asalto Std-44, para crear unidades de cazadores nocturnos "nachtjäggers", que equipados con el "ojo mágico" podían acechar a sus enemigos en medio de la noche. Estos asombrosos modelos funcionaban además con energía solar, recargándose con una exposición a la luz diurna de un cuarto de hora diario.

El soldado de infantería recibió también en los últimos meses de guerra algunas sorprendentes mejoras para facilitar su supervivencia. El más conocido es el panzerfaust o terrible "puño de hierro", arma antitanque de carga hueca fabricada de forma masiva. Asimismo, el profesor Schick, creador de los primeros blusones de camuflaje y el mayor experto de su tiempo en polimimetismo, llegó a elaborar un modelo llamado Leibenmuster para las SS, en un tejido similar al nilon/rayón con una especial impregnación que le permitía evadir los rayos infrarrojos del enemigo.

Los proyectos militares secretos son caros. Por eso, en la Alemania del Tercer Reich, al igual que ocurre en la actualidad en los EE.UU., una parte considerable de la investigación se encontraba en manos de compañías privadas como Krup o Mauser, verdaderos macrocomplejos industriales con fábricas e intereses en todo el mundo, principalmente en América del Sur, lo que les permitió trabajar aislados y evadir las restricciones impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles. Al frente de la investigación del Ejército se encontraba el Ministro de Armas y Producción de Guerra dirigido por Albert Speer. De él, dependían el Hereeswaffenamt Prüfwesen, la Oficina para Armamento para el Ejército, conocido como Wa Prüf, y la Sección de Investigación de Armas o Waffen Forschungs.

Ambas organizaciones eran controladas por la Hereeswaffenamt u Oficina de Armamento dirigida durante la guerra por el general Becker y a su muerte por el general Leeb, quienes se organizaron en subdivisiones orientadas a cada tipo de proyecto: armas y municiones, señales, equipos ópticos y comunicaciones, ingeniería y cohetes. En la Marina había algo similar. Se trabajaba en subgrupos especializados y con apoyo de compañías privadas. La División Naval de Armanento Marine Waffenamt dependía también de Speer y contaba además con las divisiones experimentales, que filtraban cada proyecto mediante la aplicación intensiva de controles que garantizaban los mejores productos, con unos requisitos de calidad cada vez mayores. Pero sin duda por su complejidad y logros destaca la inmensa maquinaria creada por Goering para su Luftwaffe, la cual estaba bajo su total control, por encima incluso del poderoso Speer.

A través de la Techniches Amt dirigida por el general Udet, contaba con unidades especializadas en motores, armas, bombas y torpedos, comunicaciones y radares, equipo de tierra, etc. Con personal cualificado, motivado y con salarios muy altos, los logros estaban garantizados. Los centros de trabajo como el Instituto Goering de Armas Aéreas, camuflado en el subsuelo de un bosque, tenían unas instalaciones tan formidables que ni aún hoy han sido superadas.