jueves, 29 de diciembre de 2011

¡Viva 2012!, es un decir.

El año está a punto de terminar y nuestro blog ya tiene casi un año y medio, si mis cálculos no fallan. Ha sido muchas las entradas que cada lunes y jueves hemos ido publicando y que se han visto recompensadas con vuestras visitas. No pienso que sea mérito nuestro sino del interés que sigue suscitando la Segunda Guerra Mundial y por ende, el Tercer Reich.

Más de setenta años contemplan los acontecimientos que estremecieron al mundo y que hoy, insisto, en forma de blogs, libros y documentales, sigue extrayendo el jugo de la curiosidad y abrillantando la bandeja de la veracidad, logrando que con cada año que transcurre nos ofrezca nuevos hechos y puntos de vistas interesantes.

De estos años y de sus personajes, Hitler continúa siendo el principal, el que más controversias y debates crea, y el que más odio y filias atrae. Las noticias sobre el dictador, después de tantos años tras su muerte en 1945, siguen proliferando y todos los días se publican novedades en los medios que contienen la palabra “Hitler”. Las diversas páginas en Internet que comparten puntos de vista con el dirigente alemán continúan dando a conocer una ideología que, afortunadamente, fracasó pero que sigue latente en grupúsculos más o menos reducidos, más o menos organizados.

Pero volviendo al principio, el año se acaba, ya se va el terrible 2011 y se otea en el horizonte cercano un amenazante 2012, esperemos que al final del próximo año podamos decir que se atisba una esperanza a la arruinada Europa. En este caso no ha sido Hitler el que la ha demolido con su guerra, que no deja ser un punto de tranquilidad, sino la economía pujante que nos ha abandonado convirtiéndola en un basurero de deuda y paro.

Al ser esta mi última entrada de 2011, os deseo un prospero ( me da la risa, pero según los ilusos hay que ser optimistas) año 2012. Siempre nos quedarán nuestros libros y la Segunda Guerra Mundial para entretenernos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

La navidad ya está aqui

En la Navidad de 1914 sucedió el hecho más sorprendente de toda la Primera Guerra Mundial. Aquella primera Nochebuena bélica, las tropas alemanas colocaron sobre el borde de las trincheras abetos iluminados, que habían sido enviados al frente por orden directa del Káiser, junto a raciones extra de pan, salchichas y licores. Los soldados franceses y británicos admiraron perplejos los árboles luminosos. Esa visión casi irreal ayudó a crear un inesperado clima de fraternidad, en el que los aliados se unieron a distancia a los cánticos de los alemanes. Al amanecer, algunos soldados germanos comenzaron a agitar banderas blancas y a salir desarmados de sus trincheras, a tierra de nadie. En un primer momento, los aliados vacilaron, pero pronto salieron a su encuentro. Los hombres, que hasta ese mismo día habían estado matándose, compartieron tabaco, alcohol o chocolate. Los gestos de solidaridad continuarían durante toda la jornada; cada bando pudo recoger a sus compatriotas muertos en los combates de los días anteriores y darles digna sepultura. En algunos lugares se celebraron ceremonias religiosas conjuntas e incluso se improvisaron partidos de fútbol.

La noticia de esta tregua llegó a los respectivos cuarteles generales y se adoptaron medidas para frenar esa actitud. Un número indeterminado de soldados franceses fue pasado por las armas como escarmiento y los alemanes fueron enviados al frente oriental. Las cartas en las que los soldados narraban los hechos a sus familiares fueron destruidas y algunas informaciones que llegaron a los periódicos británicos se censuraron. Los franceses confiscaron los negativos de las fotografías que algunos soldados habían tomado durante la tregua, en donde se veían hombres de uno y otro bando posando amistosamente. Aunque a lo largo de la guerra se darían algunos casos aislados de confraternización con el bando enemigo, las altas esferas militares se encargaron de que un episodio generalizado, como el sucedido en la Navidad de 1914, no volviera a ocurrir

jueves, 22 de diciembre de 2011

Operaciones Secretas de la Segunda Guerra Mundial, de Jesús Hernández


He terminado de leer la última obra de nuestro autor de cabecera, Jesús Hernández. Un texto que narra la intrahistoria del conflicto desde el punto de vista más emocionante según mi criterio.

La obra, Operaciones Secretas de la Segunda Guerra Mundial me ha fascinado, la temática ya es suficientemente atractiva, pero la sugerente estructura de escritura nos hace pasar las páginas una tras otra, devorando todo el texto. Las diecisiete historias descritas en las cuatrocientas hojas, mantienen el pulso del interés sin tener lagunas en la que el lector pueda tomar aire, siendo ésto muy peligroso para la salud.

Realmente -refiriéndome a las múltiples peticiones de los lectores para que Jesús escriba una novela- no me preocupa si nuestro autor tiene previsto indagar en el género novelístico porque ya lo ha hecho en el thriller histórico que acabo de leer. Con la verdad y nada más que con la verdad, es quizás la forma más apasionante de llegar a lector. Saber que lo que se está leyendo ha ocurrido al cien por cien y que cada capítulo es susceptible de ser o ha sido contado a través del cine supera con creces la capacidad imaginativa de casi cualquier novela.

El lenguaje habitualmente claro y cercano del autor, se acentúa aún más en este nuevo trabajo. El estilo sin aspavientos y apasionado de Jesús, consigue impregnar de emoción cada párrafo, narrando las diferentes aventuras bélicas con el más puro espíritu cinematográfico, aumentando la ansiedad del lector en los momentos más sublimes de cada historia y haciéndole partícipe de las múltiples peripecias de los protagonistas.

Este es el libro de estas navidades. No creo que la emoción, el peligro y la valentía de los hombres que acometieron las distintas operaciones secretas pueda encontrar parangón hoy en día. Si la Historia fuera explicada en los colegios con textos escritos de esta forma, seguro que se lograría captar el interés de nuestros estudiantes.

Con toda seguridad puedo decir que este libro se sitúa entre mis favoritos, no sólo de los de Jesús sino de todos los leídos por mí sobre temática bélica . No se si estará en el pensamiento del autor una segunda parte, supongo que dependerá de las ventas. A veces pienso que obras tan redondas no deben tener una segunda parte pero por otro lado, como lector pido más.

En este volumen encontramos de todo, es decir, asesinatos secuestros, traiciones, fidelidades, falsas apariencias, audacia y sobre todo, muchos héroes. Personas que colaboraron en intentar cambiar el sentido de la contienda poniendo en riesgo o perdiendo sus vidas. Me llama la atención como los servicios secretos alemanes se quedan en pañales frente a la inteligencia aliada, sobre todo la británica.

Un libro de los que se hacen corto de leer y que contiene las fotografías justas para saciar algunas curiosidades. Otra cosa que merece mi comentario es la fantástica portada que es una radiografía del interior del libro. Muy acertada.

Espero que este nuevo trabajo de Jesús Hernández tenga la acogida que merece ya que el disfrute está garantizado.

Os dejo para el que no la haya oído, la entrevista que le hicieron al autor hace unos días.


lunes, 19 de diciembre de 2011

Navidades nazis

Como se acerca la Navidad os dejo unas fotografias de la revista Life de las navidades de 1941. Fueron las últimas navidades del invicto ejercito alemán. Las siguientes celebraciones se fueron volviendo cada vez más angustiosas.






jueves, 15 de diciembre de 2011

El tronco primigenio.

El Tercer Reich ha dejado una huella indeleble en la faz de la tierra. Todos nos hemos preguntado alguna vez sobre las causas de semejante momento histórico. Las respuestas a las preguntas que nos hacemos todavía no han terminado de responderse, tenemos demasiadas preguntas sin respuestas y mucho horror que no tiene justificación.

Pero esta primera reflexión tiene su razón de ser en la idea de que a muchos de nosotros nos gustaría vivir unos días en el pasado y tener la experiencia de compartir con el resto de Alemania el progreso que para su población tuvo en aquellos primeros años antes de la guerra. Poder leer los periódicos de la época y tener consciencia de lo que va a pasar por la sencilla razón de que conocemos los hechos. No es el sueño de un morboso, sino de un interesado en la Historia el Tercer Reich y de como un régimen político cambió el mundo para siempre.

Hoy tenemos los libros que también nos hacen viajar y los escenarios de una Europa que aún tiene las cicatrices cerradas, pero cicatrices al fin y al cabo de aquellos años. El cine también ha colaborado para confeccionar una vuelta la pasado, una herramienta de análisis y para contar las múltiples historias paralelas a los hechos históricos. La riqueza de todo el ingente material creado en función de aquellos doce años de dominio nazi, nos permite tener una imagen cercana de la Alemania de entonces. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial ha dado lugar a una época fascinante, desde el punto de vista histórico, tal como la Guerra Fría.

Han pasado muchas décadas desde que el conflicto europeo acabó pero aún se sigue escribiendo, filmando o hablando sobre aquellos hechos. El interés que suscita la Segunda Guerra Mundial se ve ampliado por fenómenos actuales como es Internet. La interrelación entre los aficionados y los autores al periodo bélico referido, es sumamente enriquecedor, manteniendo vivas las causas, consecuencias y reflexiones adheridas a más de tres cuartos del siglo XX.

Desde 1914 con el inicio de la Primera Guerra Mundial hasta 1989 con la caída del Muro de Berlín, Europa ha vivido unos decenios insuperables- lo digo con cautela- que ha desembocado en nuestra vida actual. La creación de la Organización de Naciones Unidas o la creación de la Unión Europea tiene sus raíces en distintos momentos del siglo pasado.

Seguimos compartiendo las consecuencias de la Historia del siglo XX y nuestras vidas permanecen abrazadas al tronco primigenio, por lo que podemos decir con toda seguridad, que los libros, películas y todas las formas de difusión de la Historia de la Segunda Mundial tienen por delante una larga vida, tanto para su disfrute como para la creación de nuevas obras.

lunes, 12 de diciembre de 2011

La intrahistoria de Auschwitz III: Comparación


Una comparación del álbum de Höcker y el otro álbum conocido de Auschwitz es adecuada y necesaria. El dueño original de ese álbum, Lili Jacob (luego Zelmanovic Meier), fue deportada con su familia a Auschwitz a fines de mayo de 1944 de Bilke (hoy Bil'ki, Ucrania), un pueblo pequeño cerca de Berehovo en la región de la Rusia transcárpata que era en ese entonces parte de Hungría. Llegaron el 26 de mayo de 1944, el mismo día que fotógrafos profesionales fotografiaron la llegada del tren y el proceso de selección. Richard Baer y Karl Höcker llegaron a Auschwitz unos pocos días antes de la llegada de este transporte. Después de sobrevivir a Auschwitz, trabajos forzados en Morchenstern, un subcampo de Gross-Rosen, y un traslado a Dora-Mittelbau donde fue liberada, Lili Jacob descubrió un álbum conteniendo estas fotografías en el cajón de una mesita de luz en un cuartel abandonado de las SS, mientras se recuperaba de tifus.
En el álbum, Lili Jacob descubrió primero una foto de su rabino y después encontró también una foto de ella misma, y de muchos de sus vecinos y parientes, incluyendo una foto famosa de sus dos hermanos menores Yisrael y Zelig Jacob. Trajo el álbum original con ella cuando inmigró a los Estados Unidos. Luego publicadas muchas veces, estas imágenes se usaron como prueba en el juicio de Auschwitz en Frankfurt (en el cual Lili Jacob testificó y Karl Höcker fue acusado). En 1983, Lili Jacob donó el álbum de fotografías de la llegada de su transporte a Auschwitz, a Yad Vashem.
No sabemos porque el álbum que descubrió Lili fue creado; posiblemente, el dueño original era Richard Baer, el superior de Höcker. Baer no era solamente el comandante de Auschwitz cuando los judíos húngaros llegaron, sino también el comandante de Dora-Mittelbau, donde fue descubierto el álbum. Sin embargo, es critico ver los dos álbumes uno al lado del otro, porque nos permite presenciar como las SS crearon dos panoramas distintos de la realidad. Lo que es más llamativo del álbum de Auschwitz de Höcker es que no hay fotos de los prisioneros, ni siquiera merodeando en el fondo de las fotos tomadas dentro de Auschwitz mismo.
Aunque el álbum de Höcker no muestra ninguna acción criminal ni inmoral, uno es golpeado por la amoralidad del álbum. Su álbum contiene ninguna foto de las cámaras de gas, cámaras de tortura, ni de trabajos forzados. En vez, captura a los oficiales de las SS ocupándose de sus tareas, socializando, disfrutando del buen tiempo y llevando luto por los compañeros caídos, aparentemente inconscientes de la magnitud de los crímenes que están perpetrando o permitiendo.

Fuente: Enciclopedia del holocausto

jueves, 8 de diciembre de 2011

El principio de todo.

Hoy es un día de fiesta en España y para los que todavía conservamos nuestro puesto de trabajo en nuestro arruinado país, no deja de parecer una amenaza el hecho de no tener que ir a trabajar hoy. También es el primer día en muchas semanas que dispongo tiempo para exclusivamente leer. Será una gozada poder sumergirme en algún texto que tengo pendiente de terminar.

Pero antes, quería haceros partícipes de un recuerdo que esta mañana me ha asaltado cuando me acercaba a las baldas de la estantería correspondiente a los libros que esperan mi lectura. Mi vista se ha dirigido hacia un volumen que misteriosamente no tenía que estar en ese sitio, un libro por el que empezó todo hace ocho años, fue el detonador de mi afición a los libros de temática guerramundialista, si se puede decir así. El libro en cuestión es el El Día D, de Stephen E. Ambrose, fallecido en 2002. Su lectura me impactó de sobremanera y puso al descubierto la enorme ignorancia que pesaba sobre mi. Pero me hizo consciente de la importancia de estos hechos, el valor de los hombres que acometieron el desembarco en las costas normandas, el agradecimiento a todos y cada uno de ellos porque si no hubiese tenido lugar, el Tercer Reich no hubiese sido vencido. ¿Quién sabe cómo sería nuestro mundo? En el día de hoy, no podemos averiguar como nos hubiese afectado en España, pero me temo lo peor.

La pocas fotos, salvadas de la ineptitud de su revelador de laboratorio, de Robert Cappa, nos muestra lo terrible de la escena de muerte desarrollada en aquellas playas.

Hace unos pocos meses nuestro amigo Humberto colaboraba con este blog, escribiendo unas entradas acompañadas con múltiples imágenes tomadas por él mismo, haciéndonos reflexionar sobre la importancia de este hecho histórico. Fue una forma de viajar y llevarnos más allá de las lecturas de nuestros libros.

Para mi fue el libro de Ambrose, para vosotros habrá sido otro texto o quizás una película lo que inició vuestro interés por la Segunda Guerra Mundial. Lo importante de todo ello es que nuestras lecturas nos ha hecho tener una visión panorámica de lo que significó el conflicto bélico en Europa, la importancia de que los Aliados hubiesen ganado la contienda y las consecuencias desarrolladas durante la llamada Guerra Fría. Además cuando sale el tema en alguna tertulia en la que nos encontramos, de inmediato se nos dibuja una sonrisa que esconde el pensamiento: “no sabéis lo que habéis hecho al tocar mi tema favorito”.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La intrahistoria de Auschwitz II: El album



El álbum fotográfico de Karl Höcker documenta visitas y ceremonias oficiales en Auschwitz e incluye también fotografías más personales, mostrando las varias actividades sociales que disfrutaban él y otros miembros del personal de Auschwitz.
Muchas de las fotos más notables fueron tomadas en Solahütte, una pequeña y poco conocida estación de las SS ubicada a unos 30km al sur de Auschwitz sobre el rió Sola. Archivos revelan que las SS recompensaban a los guardias de Auschwitz que trabajaban de una manera ejemplar con un viaje a Solahütte. Danuta Czech, en su crónica diaria del campo escribió que el 18 de agosto de 1944, "el soldado raso de las SS Johann Antoni y el hombre de las SS Hans Kartusch de la tercera compañía de la guardia de Auschwitz II recibieron ocho días de permiso especial en el centro de recreo de las SS de Solahütte, como reconocimiento por el uso exitoso de sus armas durante el escape de cuatro prisioneros, a pesar de la oscuridad."

Aunque hay fotos tomadas durante visitas a Solahütte por todo el álbum, una serie de fotos documentan un encuentro social en Solahütte para la jerarquía de las SS. Entre los presentes estaban algunos de los oficiales más conocidos del sistema de campos de concentración.
Rudolf Höss, el ex comandante, volvió a Auschwitz entre mayo y julio de 1944 específicamente para supervisar la llegada de los judíos húngaros. Josef Kramer era el comandante de Auschwitz-Birkenau. Después, como comandante de Bergen-Belsen, seria conocido como la "Bestia de Belsen". Y el Doctor Josef Ménguele seguía, al tiempo de esta foto, seleccionando "muestras" para sus experimentos médicos de entre los transportes recién llegados de judíos húngaros. Höcker y Baer están ahí, mostrados en conversación con Höss, Kramer, y Ménguele, a con otros oficiales que non han sido identificados todavía.
Quizá la foto más extraordinaria muestra un acordeonista conduciendo un "canto a coro" para aproximadamente 70 hombres de las SS. En la primera fila del grupo está Höcker, SS-Hauptscharführer Otto Moll (el supervisor de las cámaras de gas) Höss, Baer, Kramer, Franz Hössler (comandante del recinto de prisioneras en Birkenau), y Ménguele. Estas son algunas de las únicas fotos conocidas de algunos de estos hombres, incluyendo Ménguele, tomadas mientras estaban asignados a Auschwitz.


Varias paginas están dedicadas a una excursión de un día para las SS Helferinnen (auxiliares mujeres, mujeres jóvenes que trabajaban para las SS como especialistas en comunicaciones) el 22 de julio de 1944. Llegan a Solahütte y bajan corriendo una rampa acompañadas por la música de un acordeonista. Una pagina entera de seis fotos titulada "Hier gibt es Blaubeeren" (Acá están las moras azules) muestra a Höcker distribuyendo platos de moras azules frescas a las mujeres jóvenes sentadas sobre una cerca. Cuando las mujeres terminan de comer dramáticamente las moras azules para la cámara, una chica posa con lagrimas falsas y un bol invertido. Solamente a unas millas ese mismo día, 150 prisioneros (judíos y no judíos) llegaron en un transporte a Auschwitz. Las SS seleccionaron a 21 hombres y 12 mujeres para trabajar, y asesinaron el resto de los miembros del transporte en las cámaras de gas.
Varias paginas muestran una ceremonia el 1 de septiembre de 1944, conmemorando la inauguración del hospital militar de las SS a la entrada de Birkenau. Los festejos incluyeron una guardia de honor y presentaciones oficiales por Baer y Doctor Enno Lolling. Decenas de oficiales nazi incluyendo muchos de los médicos (más notablemente los doctores Eduard Wirths y Carl Clauberg) y las enfermeras asistieron a la ceremonia. Los Aliados bombardearon el hospital de campo el 26 de diciembre de 1944, donde murieron cinco miembros del personal de las SS.
El álbum también contiene fotografías tomadas muy probablemente en la secuela de ese mismo ataque aéreo del 26 de diciembre de 1944. Estas fotos fueron tomadas solamente unas semanas antes de la evacuación por las SS del campo para prevenir su toma por las tropas soviéticas. Ese día, el grupo de bombardeo 455º de los Estados Unidos atacó blancos en las afueras de Birkenau, donde el hospital militar estaba ubicado, y en las fábricas y refinerías asociados con Auschwitz (ubicados en Auschwitz III-Monowitz). Las fotos de Höcker, con la leyenda "Beisetzung von SS-Kameraden nach einem Terrorangriff" (El entierro de nuestros compañeros de las SS después de un ataque de terrorismo) muestra un desfile con coches de caballos fúnebres, diecisiete ataúdes cubiertos con banderas, y un grupo grande de dolientes, incluyendo viudas y niños. En el servicio fúnebre de las SS hubo ofrendas de coronas, muchas flores, y una guardia de honor militar. Un mes después, las tropas soviéticas liberaron a Auschwitz.

Fuente: Enciclopedia del Holocasusto

jueves, 1 de diciembre de 2011

La Segunda Posguerra Mundial.

La experiencia de la sangría que vivió Alemania en la posguerra no fue un caso aislado. Tras la Segunda Guerra Mundial hubo encarcelamientos, juicios y represalias -rendición de cuentas- en todo el mundo.

En 1956, la periodista Margret Boveri estimaba que después de la guerra se había detenido nada menos que a medio millón de franceses, con el resultado de 160.000 procesos.

En Bélgica, la cifra de investigaciones se elevó a 600.000, y en Holanda a 130.000. Incluso en Estados Unidos se despidió a 570 funcionarios federales, y 2.748 dimitieron durante el mandato de Truman; Eisenhower echó a otros 8.000. En Inglaterra se ahorcó a lord Haw Haw y a John Amery, y hasta 10.000 personas fueron objeto de “sospecha fundadas”.

Podemos plantearnos la pregunta de si los Aliados lograron sus objetivos. En el bando estadounidense, los más beligerantes tenían sus dudas. La Guerra Fría les demostró que no habían derrotado al enemigo -Alemania había dejado de serlo- . El enemigo actual era la Unión Soviética. Para Patton o Mark Clark la tarea estuvo mal rematada.

No ganamos la guerra -escribió Clark-. Nos detuvimos demasiado pronto. Teniamos excesivas ganas de volver a casa. Dimos la bienvenida a la paz, pero al cabo de más esfuerzos y gastos nos encontramos con que no la habíamos conquistado.

Sin embargo, Estados Unidos había triunfado en otras partes. Logró relegar a la renqueante Gran Bretaña y asumir el liderazgo del mundo occidental. Los días del Raj y del resto del Imperio británico estaban contados. La India británica se acabó antes incluso de que se firmara la Grundgesetz. Gran Bretaña se vería inducida a abandonar sus pretensiones de poder ir a la zaga de los americanos.

Es algo que ocurre tras cada conflicto bélico, la sucesión de hechos deleznables por parte de los vencedores agrava los males. La Historia, se dice, que la escriben los ganadores pero lo cierto es que siempre la verdad desnuda emerge, permitiéndonos conocer los hecho tal como ocurrieron.