lunes, 4 de noviembre de 2013

Presentación Bilbao Los Dioses de Berlin



El miércoles 30 de octubre realicé la presentación de los Dioses de Berlín en la Casa del Libro de Bilbao.

He de reconocer y para no faltar a la verdad que acudí al evento nervioso y repleto de miedos. Los nervios pueden considerarse los normales para alguien que hace su primera presentación y los miedos se pueden resumir en uno solo. Que no acudiese nadie.

Pensar en ir hasta Bilbao y solo hablar para mi mujer y mis hijos me intranquilizaba. Hablar en público no es fácil, pero debe ser mucho peor no hablar para nadie.

Llegué a la Casa del Libro una hora antes para presentarme. El encargado de organizar el evento me recibió con reticencias. Me dio la impresión que lo de ser un autor novel no le inspiraba mucha confianza. Sus consejos no resultaron tranquilizadores.

—No cuentes todo el libro, no aburras al público, no hables demasiado de historia, no lo hagas muy largo.

Como veis todo buen rollo. Por fortuna hablé instantes antes de entrar  con nuestro amigo Jesús Hernández y me tranquilizó, aunque no supo contestar a la pregunta que le hice.

— ¿Quien me manda a mi meterme en este lio? ¿Por qué no me he quedo en casa leyendo en vez de querer escribir?

De todas formas hablar con él resulto tranquilizador y pude afrontar mejor el reto que se me presentaba.

Me fui de la librería a dar una vuelta y a calmar los nervios. No resultó efectivo, pero no podía hacer otra cosa.

Se acercó la hora y volví a la Casa del Libro. En la sala se encontraban mi mujer y mis hijos. Mis temores se estaban materializando. Por fortuna comenzó a llegar gente y en un abrir y cerrar de ojos no solo se llenó la sala, sino que hubo mucha gente que tuvo que quedarse de pie.

Ahora comenzaba lo difícil, empezar la charla.

Otro amigo escritor de este Blog, Álvaro Lozano, me dio un consejo sobre como iniciar la charla.

Empieza con una anécdota, la que sea, eso hace que se distienda el ambiente y luego tú mismo…

Eso fue lo que hice, la anécdota funcionó y comencé la presentación.

Al inició un poco de nervios que se evaporaron rápidamente y todo fue como la seda. Terminé la exposición y increíblemente me aplaudieron de verdad, con ganas, no voy a decir que con tanta intensidad ni duración como a Placido Domingo en Otello, pero no estuvo mal.

Llegó la hora de firmar, ¡Y hubo colas! Increíble. Ahí me sentí un escritor.
Las colas para firmar
Mis niños dandome ánimos.









Muchas gracias a todos los que acudieron y a los demás os espero en Calahorra el 9 de noviembre a las 19:00

5 comentarios:

SUMINISTROS dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Humberto dijo...

¡Enhorabuena Luis!

Ludovica dijo...

¡Enhorabuena Luis!

Luis Guerra dijo...

Gracias, Humberto

Luis Guerra dijo...

Gracias, Ludovica