martes, 2 de noviembre de 2010

El hombre que dijo NO

Estamos acostumbrados a leer sobre hombres que realizan grande gestas que han quedado en la memoria colectiva. Son personas que con su comportamiento han demostrado que la injusticia se puede vencer. Muchas de ellas han pagado con su vida su atrevimiento, pero su proeza ha sido recordada y celebrada. Hombres como Oskar Schindler han sido homenajeados en vida y fue declarado "justo entre los justos" uno de los mayores honores que otorga el gobierno Israelí.

Esta es la pequeña historia del hombre que dijo no: August Landmesser
Fue trabajador de los astilleros de Hamburgo hasta 1938, fecha en la que fue hecho prisionero por la Gestapo, quienes lo condenaron por incumplir  La Ley para la Protección de la Sangre y el Honor Alemanes. Dicho artículo prohibía las relaciones sexuales entre judíos y alemanes. August se había casado 1935 con la mujer de ascendencia judía Irma Eckler.

En agosto de 1935, la solicitud de matrimonio de ambos fue rechazada por el origen judío de la mujer de August, por lo tanto, las dos hijas del matrimonio nacidas en octubre del 35 y julio del 37  nacieron ya en lo que se consideraba una deshonra para el orden social de la raza aria. Tras varios juicios, Landmesser fue definitivamente condenado a dos años y medio de trabajos forzados en un  campo de concentración. Su mujer Irma corrió la misma suerte después de ser condenada y murió en enero de 1942 en el campo de concentración.

August fue liberado a principios de 1941 y llevado a continuar sus trabajos forzados en una fábrica de coches para el ejército. Obligado a alistarse al I Batallón de libertad condicional "999"
Desde finales de ese año no se volvieron a tener noticias de él, lo que hace pensar que murió en alguna de las batallas en las que participó ese batallón.

Fue un pequeño gesto el que realizó, pero demuestra que hay personas que no se dejan amedrentar por los demás y que sus ideales son más fuertes que los de los verdugos.
Fuente: trebede

6 comentarios:

pedroboso dijo...

Luis, buen post, historia curiosa. Desde luego en aquella época, cada individuo o familia tenía su propio via crucis particular.

Oye, el de la foto es Landmesser? O simplemente uno que se quedó dormido, je,je..

Luis Guerra dijo...

Gracias, Pedroboso, fue una época espeluznante, nosotros desde la distancia temporal nos atrae ese momento histórico, pero vivirlo debió ser una experiencia Dantesca.

Solo faltaba que al pobre hombre lo encerraran por tener narcolepsia.

Un saludo

Mario Tenorio dijo...

Curiosa historia y buena entrada; la conocí hace poco navegando por internet.

Añado un dato, y es que esta foto la encontró por casualidad su hija Irene en 1991 en el diario Die Zeit.

Un enlace,(en inglés) dónde podemos ver la identificación racial de su mujer:

http://www.fasena.de/courage/english/5b.htm

Saludos desde el sur.

Ludovica dijo...

Esto me recuerda un poco a aquel hombre que se paró delante de los tanques con las bolsas de la compra en la Plaza de Tiananmen. Me pregunto que fue de aquel señor y del fotógrafo que le inmortalizó.

Almendra dijo...

Oh si!! estos son las acciones temerarias que dan gusto ver!!
me pregunto si alguno de sus compañeros miro hacia el lado y empatizo con su historia, es posible que hayan mas de uno con ese tipo de problemas, pero sin la valentía suficiente para quedarse de brazos cruzados literalmente.

Trébede dijo...

¿Alguien sabe donde buscar si pones la fuente del artículo así? Trebede, sin un enlace ni nada....

Salu2 y enhorabuena por el blog