viernes, 19 de noviembre de 2010

Humor en el Tercer Reich (II)

Después de una entrada tan  fascinante como extrañamente polémica toca una relajada, de esas que entretienen pero se olvidan fácilmente.  Y que mejor para distender una discusión que el humor. En una entrada anterior relatamos algunos chistes y bromas usadas por el pueblo alemán para olvidar la asfixiante atmosfera de represión del Tercer Reich y las penurias de la guerra.

Los siguiente chistes están sacados del libro El Reich de los mil años de nuestro amigo Jesús Hernandez.

Se hallaron en varios cadáveres del frente ruso esta broma impresa:

“La navidad no tendrá lugar este año, por las siguientes razones: José ha sido llamado al ejército, María se ha incorporado a la Cruz Roja, el Niño Jesús ha sido enviado al campo para escapar de los bombardeos y los tres Reyes Magos no han podido obtener visado pues carecían de pruebas de origen ario”

Los bajos sueldos en la industria, debido a las deducciones de que eran objeto, inspiró el chiste de los trabajadores que, en una ocasión , se pusieron muy contentos ya que el empresario les entregó el sobre con las deducciones en lugar del salario.

Ante la situación delicada que atravesaban las fuerzas germanas, a la pregunta de “¿puede Alemania perder la guerra?” se respondía “Desgraciadamente no, ahora que la tenemos no nos libraremos de ella”

Dos amigos se encontraron en la calle. Uno de ellos vio las heridas y magulladuras de su amigo y le pregunto:

                — ¿Impactó una bomba en tu búnker?, ¿te cayeron escombros?, ¿te alcanzó metralla?

A lo que el otro contesto:

                —Nada de eso. Entré en un refugio antiaéreo y salude diciendo ¡Heil Hitler!

En las últimas semanas de la guerra, en los refugios de Berlín se reinterpretaban las omnipresentes iniciales LSR (Luftschutzraum, refugio antiaéreo) como Lernt Schell Russich (aprenda ruso rápidamente)

Cuando en septiembre de 1944 se firmó el decreto por el cual se establecía  movilización de todos los varones de entre 16 y 60 años, también dio pie a chistes.

Un hombre entrado en años fue llamado a filas y durante el examen médico preguntó al doctor:
               
                — ¿A qué rama del ejercito cree que debería optar?

                — ¿En qué rama sirvió usted en la Gran Guerra?

                — ¡Oh, entonces no me llamaron! Ya era demasiado viejo.

2 comentarios:

Luis Conde dijo...

Muy bueno lo anecdótico de los chistes y es que a pesar de los pesares el humor es algo que florece aún en los peores momentos, de hecho en los momentos de crisis es cuando más chistes aparecen

twitter.com/II_GM

Ludovica dijo...

La verdad es que sí, Luis Conde. Recuerdo un día de estar hecha polvo y poner un dvd con dibujos animados del Coyote y el Correcaminos: se me fueron todos los males.