domingo, 4 de marzo de 2012

Viaje a Múnich: Campo de concentración de Dachau

Desde que se despertó en mí la fiebre por todo lo relacionado por el Tercer Reich uno de mis mayores deseos ha sido visitar Alemania y más concretamente Múnich. Por suerte la semana pasada pude cumplir ese deseo y viaje a la capital Bávara.
Como no podía ser de otra forma plasmaré en el Blog las experiencias y sensaciones vividas allí. Hoy comenzaré con la primera excursión realizada: El campo de concentración de Dachau.

Llegar hasta allí no tiene perdida. Hay que coger la línea de Metro S2 dirección Petershausen, bajarse en Dachau y abandonar la estación por la salida principal. Después hay que buscar el autobús que pasa por el campo de concentración. Es fácil ya que todo  viene indicado para que nadie se extravíe.

Al llegar a campo hay que alquilar una audioguía por tres euros. Pertrechados con el artilugio ya se puede iniciar la visita.
Entrada al campo 
Un servidor delante de la puerta principal donde se puede leer la famosa leyenda  "el trabajo os hará libres" Puerta reconstruida
Al entrar dentro del reciento uno se encuentra con un enorme solar desierto, a la derecha se puede ver el único edificio original, el edificio de intendencia que es usado como museo. En él se encontraban la cocina, guardarropas, talleres y Baños.  
El solar, a la derecha se distingue el edificio de intendencia, ahora museo.
En el museo se explica la historia del campo y las experiencias de reclusos que fueron allí llevados






 Una vez finalizado el museo sales de nuevo a la explanada y acudes a un barracón reconstruido en el cual se pueden ver las habitaciones, también reconstruidas, de los reclusos




Después de ver las habitaciones sales a otra enorme explanada donde  estaban los demás barracones. 
Al final de este gran lugar vacío se encuentran los hornos crematorios, también reconstruidos




Tras los hornos crematorios llega una sala que hasta la audioguía dice que trae polémica. Las cámaras de gas.  Nunca fueron usadas y algunos historiadores incluso dicen que fueron levantadas por los americanos.

Una vez que se termina la visita a uno le queda una sensación de vacío, sabes todo lo que sucedió allí y conoces las terribles historias de los que allí perecieron, pero falta algo, es un lugar desangelado, sin alma. Si no conoces la historia de la Alemania Nazi puede que impresione, pero a aquellos que hemos leído en profundidad sobre el tema no nos transmite nada, solo te encuentras con un solar enorme donde han reconstruido algunos edificios y han colocado paneles informativos. Las victimas del campo de  concentración de Dachau se merecen algo más, un lugar que haga que al visitante se le erice la piel y no un sitio mantenido para cubrir el expediente. Decepcionante
El próximo lunes más sobre Múnich.










14 comentarios:

Mario Tenorio dijo...

Aparte de la envidia (no sana)que me produce el viaje, tienes razón sobre lo que escribes sobre el "vacío". Las fotos transmiten esas sensaciones o al menos yo lo he sentido.
Enhorabuena por esta serie que hoy comienzas en HTR.

Saludos desde el sur.

Luis Guerra dijo...

Me alegro haber transmitido ese vacío, por eso no he comentado apenas las fotos, quería que el que las viera sintiera lo mismo que el visitante del campo

Un saludo

Jesús Hernández dijo...

¡Chapeau,Luis!

Esperando ya tu siguiente entrada...

Luis Guerra dijo...

Gracias, Jesús:

En la siguiente entrada va a haber una foto "histórica"
Un saludo

Humberto dijo...

¡Menudo viaje, Luis! Yo también siento envidia, pero de la "cochina", como Mario.

No obstante, veo en esta primera entrada tu decepción. Yo no he estado allí nunca, pero creo por las fotos que muestras, que merece la pena.

Un saludo a todos.

Santy_RS dijo...

Por lo que comentas y se ven en las fotos todo parece muy frio, yo diría que aséptico. Como si se quisiera "cubrir el expediente" sin llegar a herir susceptibilidades. Creo que lo que pasó en lugares como este tiene tal carga dramática que deberían hacer un mayor esfuerzo por trasmitirlo. Algo que por lo que he podido ver en fotografías, ya que nunca he estado, en otros campos si se ha logrado.
¿no será por la carga simbólica que tiene Munich para el nazismo?

Luis Guerra dijo...

Humberto, claro que merece la pena, pero no transmite nada,es difícil de explicar.

Santy_Rs, tienes razón, es aséptico, quizas sea porque es un lugar al que llevan a los alumnos de los institutos de Munich y quizas no quieran hacerlo muy crudo,pero la verdad es que no lo sé.

Un saludo

Mario Tenorio dijo...

Una pregunta para los que han visitado Auschwitz:
¿Sentistéis la misma sensación aséptica y de vacío de la escribe Luis en Dachau?

Otra cosa, ¿son meros decorados para los frikis?

Saludos desde el sur.

Humberto dijo...

Igual es todo lo contrario. Han querido ser fieles a lo que el lugar transmitía originalmente.

Un saludo a todos.

Ludovica dijo...

Salvo uno de los edificios que tiene una parte en sombra, yo he encontrado las fotos extrañamente luminosas. Y, la verdad, no necesitaría que exageraran nada: sólo con saber lo que ocurrió allí ya me pondría mala.

pedroboso dijo...

Buena entrada Luis, y estoy de acuerdo contigo en que parece decepcionante.

Mario, yo no he estado en Dachau, pero sí estuve en Auschwitz. Allí todo en más original (o eso es lo que nos dicen) y en cuanto a las cámaras de gas, no existen, están las ruinas y cascotes, ya que los alemanes en su huida las volaron.

Saludos

Anónimo dijo...

viendo esos hornos crematorios enladrillados, llevaría horas quemar un cuerpo (70% es agua) me perece imposible que hayan sido cremados 5 millones de judíos

Blanca dijo...

Yo estuve en Buchenwald, y es cierto que te explican que muchas cosas se han reconstruido. Pero sí que sentí, al igual que mis acompañantes, que se me erizaba la piel como dices. Incluso comentamos que olía raro. Supongo que la mente te gasta una mala pasada, pero salimos de allí casi corriendo. De hecho, ahora estoy cerca de Dachau, y no pensaba ir. Con uno de esos tuve suficiente. Pero después de leerte siento curiosidad por saber si es diferente. No se qué haré. Lo que sí es cierto es que mis conocimientos de esa época son muy escasos y quizás por eso soy más influenciable ...

Alfonso dijo...

Las sensaciones que te puede trasmitir el visitar un campo de este tipo, depende de los ojos con que lo mires; he visitado Dachau y también Auschwitz. El primero solo lo vi como el que mira un cuadro y no me trasmitió nada especial; el segundo empecé a verlo de la misma forma, hasta que llegue a la sala donde exponen el pelo que cortaban a las prisioneras. Al pensar en quien sería la propietaria de aquella canosa trenza, puedo aseguraros que tuve que hacer un gran esfuerzo para contener el llanto; mi esposa lloró desconsoladamente al ver la ropa de los bebés. Si piensas en la persona que había detrás del objeto que te enseñan, vaya si trasmiten sentimientos estos lugares; el resto de la visita lo hicimos con sentimiento de culpabilidad por ser de la misma especie de los que habían perpetrado aquellos actos y un dolor indefinible. Quizá el problema es que nuestro subconsciente nos hace ver estas cosas de forma aséptica para evitarnos sufrimientos. En estos casos los lugares creo que si trasmiten sentimientos: el espectador es el que no está receptivo.Saludos