jueves, 11 de noviembre de 2010

La ambición de Hitler


Cuando se habla o se escribe sobre Hitler siempre a sale a relucir la ambición de éste por el poder, expansión territorial, el odio a los judíos y otros factores que forman la personalidad del dictador. Pero también es reconocida su austeridad, es decir, sus gastos personales moderados y aunque generosos en algunos regalos que hizo, no se le conoce ostentación de bienes. Todo ello, a pesar, que sus ingresos por los derechos de autor de su libro Mein Kampf le reportó una fortuna que le hubiera permitido vivir con todo lujo.

Sin embargo, y no se si será verdad, el periodista y documentalista Ingo Helm expone en un documental del año 2002 llamado El dinero de Hitler que el austriaco tenía auténtica voracidad por sus finanzas y que controlaba hasta el último marco ganado. El historiador y escritor Ian Kershaw, sostiene que ser pobre lo avergonzaba y que acentuó la penosa lucha por la existencia del “nuevo rico” que “por esfuerzo propio había alcanzado una posición social más elevada”, la cual “suprime toda compasión” y elimina “todo sentimiento por la miseria de aquellos que quedaron a la zaga”.

Como escribe el historiador Ian Kershaw, esos sentimientos pusieron en contexto su manifiesto interés en “la cuestión social”, lo cual se convirtió en una búsqueda de chivos expiatorios para explicar su propia miseria y decadencia social. Y también podría explicar la predilección de Hitler por la riqueza.

Helm, en su documental, explica que Hitler gastó millones de marcos en comprar lealtades de políticos y empresarios de la Alemania prenazi. También dice que Hitler no distinguía entre su dinero, el del partido nazi y las arcas estatales. Calcula que ganó unos siete millones ochocientos mil marcos durante los años del Tercer Reich.

Por otra parte, el fotógrafo y amigo de Hitler, Heinrich Hoffmann, en cuyo local Hitler conoció a Eva Braun, tenía los derechos exclusivos de las fotos oficiales de Hitler, que eran utilizadas en las oficinas gubernamentales y en los sellos postales. Helm sostiene que no puede demostrar que Hitler haya recibido una parte de esos derechos, pero así lo cree.


Igualmente cree que recibió unos setecientos millones de marcos provenientes de empresas fieles al Reich y que utilizó a su libre albedrío. A cambio los empresarios ganaron miles de millones en contratos con el régimen nacionalsocialista.

Después de la guerra, las propiedades y bienes de Hitler, incluyendo una casa en Munich que había hecho construir para Eva Braun, fueron entregadas al Estado de Baviera por los aliados. Hitler no tuvo hijos y, aunque murió sin herederos directos, su extinta media hermana, Angela Raubal, sí los tuvo, y hay otros descendientes de la madre de Hitler, que viven en la región de Waldviertel, al norte de Austria. Esos presuntos herederos pidieron a Werner Maser, un popular historiador alemán del período nazi, que revisara qué derechos les asistía aunque, como nunca se pusieron de acuerdo entre ellos, hasta ahora no han habido demandas judiciales para reclamar los bienes.


Fuente: La Nación

5 comentarios:

Humberto dijo...

No sé, no sé... Parece buscar "un misterio" donde no lo hay.

Que tendría mucho dinero, seguro. Pero no parece ser un fin último de sus acciones.

Un saludo a todos.

Mario Tenorio dijo...

A mi me parece una patraña todo, como cuando alguien sale diciendo que Hitler era gay y cosas así.

Saludos desde el sur.

Ludovica dijo...

Eso de que no distinguía su dinero del de otros sí me lo creo, pero, precisamente porque no daba importancia al dinero. También me creo de que se avergonzara de haber sido pobre: yo no me sentiría mal por no tener lujos, pero sí porque me falte de comer o un techo donde dormir, y la vergüenza es una forma de manifestar ese sentimiento.

Humberto dijo...

Tenemos un contertulio al que yo calificaría de "voz autorizada". Nacho. ¿Nos iluminas?

pedroboso dijo...

Humberto, sí, falta el comentario de Nacho, je, je..

Bajo mi punto de vista, Hitler pudo tener ambición de poder y otros pecados derivados de su posición, pero desde luego la riqueza económica no era uno de ellos.

Es de sobra conocida su austeridad personal, muy diferentes de las ostentaciones de las que hacía gala Göring.

En su juventud pasó por estrecheces económicas, pero no creo que para el fueran motivo de vergüenza. Quizás algo en ese mismo presente, pero no en un futuro. Jamás ocultó de donde procedía y lo que tuvo que vivir, una vez llegó al poder. Todo el pueblo alemán lo sabía. No venía de una familia aristócrata, no tenía estudios y fue un hombre hecho a sí mismo.

Supongo que el pueblo alemán, en parte, le votó ya que era un líder salido de la nada, del populacho, y en cierta medida, se sintieron reflejados en él mismo.

Saludos a todos!