La vida de Paul Tibbets nunca fue la misma después de que fuera seleccionado para el llamado Proyecto Manhattan. Así se denominada al plan de desarrollo de la primera bomba atómica por parte de Estados Unidos y la colaboración del Reino Unido y Canadá.
Tibbets fue un niño al que su padre le inculcó la disciplina y la querencia por la vida militar. En 1937 se alistó en las fuerzas aéreas norteamericanas y participó bombardeando objetivos enemigos en África. Participó en la Operación Antorcha.
El 6 de agosto de 1945 se puso a los mandos de un B29 al que le había dedicado innumerables horas de pilotaje y preparación y se dirigió a Hiroshima junto con tres componentes más de la tripulación.
Después del bombardeo siguió sirviendo al ejercito y llego a ser general de brigada. Se retiró y en su nueva vida civil fue un ejecutivo de una compañía de aero-taxis.
Nunca experimentó públicamente nunca carga de consciencia o arrepentimiento. A lo largo de su vida siempre mantuvo que volvería a hacer lo mismo bajo las mismas circunstancias.
En Hiroshima se calcula que se alcanzó una cifra de ciento cuarenta mil muertes frente al bombardeo atómico de Nagasaki en el que murieron unos ochenta mil muertos. Es difícil creer que Paul Tibbets mantuviera la misma frialdad ante la ingente cantidad de vidas perdidas.
Aceptó conceder algunas entrevistas para hablar sobre su experiencia en aquellos años, e incluso tiene una web en la que vendió recuerdos firmados por él y que actualmente dirige su segunda mujer, Andrea Tibbets. También se hizo una película, protagonizada por Robert Taylor, en la que relata su vida. El título del film es "Above and Beyond"; en España se estrenó con el nombre de "El gran secreto".
Cuando murió el 1 de noviembre de 2007, siguiendo sus indicaciones, fue incinerado y sus cenizas esparcidas por el Canal de Inglaterra. La decisión de no tener una tumba fue debida a la posibilidad de sufrir ataques por parte de sus detractores.
No se como como veréis el tema de los bombardeos atómicos, pero es llamativo que fuera el único miembro de la tripulación del Enola Gay (por cierto, era el nombre de su madre) que no manifestó arrepentimiento alguno. No voy a ser yo el que juzgue a Tibbets. El hombre a veces actúa de forma condicionada por sus circunstancias y la terminación de la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar quince días después del bombardeo de Nagasaki y de seis años de cruel lucha y cincuenta millones de víctimas mortales. Habrá opiniones para todos.
9 comentarios:
No creo que sea ningún héroe, yo también podría con tanta gente si tengo una bomba de ese calibre, pero tampoco podemos juzgarle pues estaba cumpliendo una misión: ¿qué hubiera pasado si "declina el honor" de ocupar el puesto asignado?
Por otra parte, quiero recordar que toda esa gente que murió eran civiles indefensos, no objetivos militares.
De acuerdo con Ludovica, pero añadiría una cosa más: ahorro muchas vidas de combatientes de ambos bandos.
Con su acción se precipitó el final de la guerra.
Aunque creo que el ánimo de Mario no es entrar si podía o no negarse a hacerlo. En este aspecto, aparte de que se deconocía el verdadero poder destructor del artefacto, hubiera sido un "suicidio" negarse, sino el posterior posible arrepentiento o cargo de conciencia que parece no demostró en ningún momento. Ahí entramos en arenas movedizas.
Curioso lo del negocio de sus libros firmados. Echarle un vistazo a la web.
Un saludo a todos.
Hola a todos:
Exacto, Humberto, lo que me llama la atención es el encogimiento de hombros de Tibbets ante la masacre. Y por supuesto la comercialización de su historia através de su web. En EEUU es algo habitual este tipo de negocios con las "celebridades".
Saludos desde el sur.
Touchée
Unos dicen que fue una masacre injustificada, otros dicen que ahorró futuras vidas, ya que Japón capituló y no alargó el final de la contienda.
Bajo mi punto de vista, ambos argumentos son ciertos, aunque choquen entre sí.
Ahora bien, lo que NO es de recibo, es que el "colega" tenga una web y se dedique a hacer negocio, lucrándose de su nombre, el cual se ha hecho famoso por su discutida acción bélica.
Tb está claro que si se hubiese negado a llevar a cabo la misión, otro piloto lo hubiera hecho. Una vez que los EEUU tomaron la decisión de arrojar la bomba, el piloto es lo de menos...
Saludos a todos!
Me imagino que una vez que se terminen los recuerdos firmados o pertenecientes a Tibbets, empezarán vendiendo los de la segunda esposa, luego los de la primera, después los de los hijos de ambos matrimonios, luego los de las cuñadas...
Totalmente de acuerdo contigo, pedroboso.
Yo creo que en el circulo castrense, la posibilidad de pasar a la historia por un "logro" militar, debe ser mas que tentador, y considerando las acciones de Tibbets posterior a Hiroshima y su falta de remordimiento, seguramente ni siquiera pasó por su mente negarse a semejante "honor"... Lamentablemente de vez en cuando se asoman cabezas de palo en los Ejercitos de todo el mundo, lo que pasa es que en las guerras estos salen a la luz por sus actos despiadados....el resto del año puede que saquen esa caracteristica en otra area menos llamativa que extinguir a toda una ciudad.
Al igual que pedroboso, opino que el piloto es lo de menos, es un simple medio para conseguir un consenso común que fue la decisión americana. La diferencia entre él o cualquier soldado de infantería que estuviera por ejemplo en Guadalcanal, es el arma utilizada ...
Saludos desde twitter.com/II_GM
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