lunes, 12 de septiembre de 2011

Viaje a Normandía, 8ª parte.



Última entrega de la visita de nuestro amigo Humberto por las tierras protagonistas del Día-D. Han sido ocho capítulos en los que se ha ido desgranando, como si de una guía de viajes se tratase, gran parte de lo interesante que tiene Normandía respecto a la Segunda Guerra Mundial. Humberto ha sabido relatar con un lenguaje cercano y ameno los distintos escenarios del desembarco aliado. Las abundantes fotos son de apreciar igualmente.
Desde HTR queremos agradecerle su esfuerzo, estando seguro que no hay una colección de entradas en toda internet que haya explicado escenario por escenario y con la pasión del aficionado a la historia lo que se puede ver por aquellos lares. ¡Gracias Humberto!
Arriba os dejamos un vídeo en el que se homenajea a los hombres del Mayor Richard Winters, la Compañía Easy;  es ciertamente tranquilizador por el bien de la democracia, que aunque pasados mas de setenta años, Estados Unidos y el resto del mundo no olvida a los héroes del desembarco de Normandía.
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Currahee!
Proteger el flanco occidental del despliegue, al igual que la 6ª División Aerotransportada británica hizo lo propio en el occidental, se convirtió en premisa obligatoria para el éxito de los desembarcos previstos en las cinco playas.

Esta tarea le fue encomendada a las 82º y 101º División Aerotransportadas norteamericanas.

Creo que la mayoría de vosotros ha visto la serie “Hermanos de sangre”, original de Stephen Ambrose, basada en hechos reales protagonizados por miembros de la Compañía Easy del II Batallón del 506 Regimiento de Infantería Paracaidista de la 101 º División Aerotransportada. Su grito de guerra es con lo que titulo esta entrada: Currahee!

Ambas divisiones fueron aerotransportadas en aproximadamente 820 aviones C-47 Dakota y un buen número de planeadores Horsa y Waco.

La 82º División Aerotransportada, al mando del Mayor General Mathew B. Ridgway, tenía como misión proteger el flanco occidental de playa Utah, tomar la localidad de Sainte-Mère-Eglise, los puentes sobre el río Merderet, cortar la carretera y la vía férrea París-Cherburgo y sellar la península de Cotentin al sur. Para ello se le asignó tres zonas de aterrizaje de paracaidistas y dos de planeadores en torno a la localidad de Sainte-Mère-Eglise.

Por su parte la 101º, al mando del Mayor General Maxwell D. Taylor, debía también proteger el flanco sur de playa Utah, destruir algunos puentes en torno a la localidad de Carentan y capturar intactos otros, tomar las cuatro salidas de playa Utah, volar los puentes sobre el río Douve y asegurar la esclusa de la Barquette. Le fueron asignadas tres zonas de aterrizaje de paracaidistas y una de planeadores en torno a la localidad de Sainte-Marie-du Mont.

Los 820 aviones C-47 Dakota volaban muy juntos, de noche, guiados desde tierra por los Pathfinder y sus aparatos transmisores Eureka y recibían su señal en los aparatos Rebeca instalados en los aviones.

Al llegar a la costa de Normandía entraron en un banco de nubes a lo que se añadió el fuego antiaéreo alemán.

Estos factores provocaron que la formación se disolviese y los pilotos de los aviones, con tal de salir de aquel infierno rápidamente, volaron a mucha más velocidad de la permitida para asegurar un salto seguro a los paracaidistas.

Por todo ello, los sticks de paracaidistas cayeron muy diseminados y tuvieron muchos problemas para poder reagruparse y cumplir con las misiones asignadas.

El famoso bocage normando, paredes de vegetación de más de dos metros de alto, que compartimentaba el terreno enormemente, tampoco favoreció el esperado reagrupamiento.

No obstante, los paracaidistas consiguieron formar pequeños grupos de combate y cumplir con todas las misiones que tenían asignadas. Visto con las perspectiva del tiempo, parece increíble que lo consiguieran.
Así que me pongo en marcha y me encamino a Sainte-Marie-du Mont. Allí podemos visitar el Museo de la Liberación. http://www.utah-musee-liberation.com/?lang=en

No obstante, decido visitar otro museo, localizado a pocos kilómetros al sur de Sainte-Marie-du Mont camino de Carentan, también en la zona donde aterrizaron los paracaidistas de la 101º. Se trata del Death Man's Corner en Saint-Côme-du-Mont. Este museo tiene el encanto no sólo de ver piezas, uniformes y armamento de la época, sino que tiene los uniformes y equipo originales del famoso Mayor Winters, protagonista de “Hermanos de Sangre”.

El museo además tiene el encanto de disponer de una de las mejores tiendas de militaria que he visto por la zona.

Aquí os dejo el link para acceder a la web del museo: http://www.paratrooper-museum.org/#


Uniforme y equipo original del Mayor Winters.

Transmisor Eureka.





Dejo el Death Man's Corner y me traslado a la zona de aterrizaje de la 82º División Aerotransportada, Sainte-Mère-Eglise.

Lo primero es acercarme a la misma plaza donde se encuentra su iglesia y en cuya aguja quedó atrapado el paracaidista que pudo ser testigo de toda la batalla que se desarrollaba a sus pies y que, increíblemente, consiguió salvar la vida pues el enemigo no se percató en ningún momento de él.



Aquí en Sainte-Mère-Eglise tenemos la posibilidad de visitar el Airborne Museum. http://www.airborne-museum.org/eng/home.php

Dejamos el pueblo y unos pocos kilómetros al oeste del pueblo visitamos Pont de la Fière donde paracaidistas de la 82º tuvieron que tomarlo intacto y retenerlo durante varios días soportando intensos contraataques alemanes.

Controlar este puente sobre el río Merderet, era de vital importancia para poder cruzar el río y continuar hostigando al enemigo y ampliar la zona de invasión.

Para conmemorar batalla y recordar a los hombres que allí combatieron y murieron se levanta el famoso Iron Mike Monument.
Observad como es el puente ahora y como era en 1944 (abajo)

Pont de la Fière  en 1944



Iron Mike Monument.
Para rematar el viaje, si continuamos unos pocos kilómetros más por la misma carretera que nos ha traído a La Fière tenemos la posibilidad de visitar el cementerio alemán de Orglandes.

Bueno, y con esta última entrada cerramos nuestro viaje a los escenarios del Día D. Espero que mi relato haya sido del agrado de todos y que los que no hayáis tenido la oportunidad de hacerlo, os animéis. Os aseguro una experiencia inolvidable.


7 comentarios:

pedroboso dijo...

Humberto, mi enhorabuena una vez más. Unas crónicas y unas fotos excelentes!!

Humberto dijo...

Gracias pedroboso, y a todos los que habéis seguido las entradas.

Para mi ha sido un placer compartir mi viaje con vosotros.

Un saludo a todos.

Ludovica dijo...

Humberto, puedes estar seguro que más de uno va a emularte en cuanto pueda.

Mario Tenorio dijo...

Yo, el primero. Ha sido una aportación de Humberto envenenada para nuestros bolsillos en crisis. Normandía siempre ha sido mi debilidad. Bueno, no voy a contar de nuevo la anécdota sobre mi hijo pequeño, jajaja.

Saludos desde el sur.

Humberto dijo...

¡Nada! El próximo verano os escapáis una semanita...

No sé como os afectará al bolsillo, pero sí sé como lo hará al alma.

Un saludo a todos.

Ludovica dijo...

Mario, ¿eras tú el que le quería poner Normando a su hijo?

Mario Tenorio dijo...

Sí hija, sí, me censuró mi mujer,no hay derecho ni justicia en este mundo para subsanar aquella represión conyugal,¡arghh!

Saludos desde el sur.