jueves, 15 de septiembre de 2011

2+2+Heil Hitler=4

Ahora que empiezan las clases para millones de escolares, he creído oportuno dedicar mi entrada de este jueves a la educación bajo el Tercer Reich. Por lo visto hubo otro periodo en la Historia peor para la enseñanza que la L.O.G.S.E.

Todos los aficionados a la Segunda Guerra Mundial y por ende, a la Historia del Tercer Reich, sabemos de la capacidad del régimen nazi para la manipulación. Goebbels, como maestro y encargado del ministerio del ramo, fue un genio y precursor de la propaganda moderna.

Todo régimen dictatorial tiene como objetivo principal el control de las masas y para ello no hay nada mejor que empezar pronto la educación de sus ciudadanos. Por tanto, los niños son un pilar fundamental para llevar acabo la manipulación de los futuros adultos. El colegio juega un papel vital y para ello, la instrucción de los maestros que, con la ayuda de los libros confeccionados con esa misión, van inculcando a los alumnos los valores de la ideología en cuestión.

Durante el Tercer Reich, los métodos para conseguir esa manipulación de las pequeñas mentes eran los propios textos con los que los alumnos apoyaban sus enseñanzas. Tenemos claros ejemplos y las matemáticas era una asignatura manejada en forma de problemas matemáticos. Veamos una muestra:

"Para la edificación de un manicomio se necesitan 6 millones de marcos ¿Cuántas casas residenciales, a 1.500 marcos cada una, se hubieran podido construir en lugar del manicomio?"

De esta forma comenzaba a anidar en el pensamiento del pequeño los principios de rechazo a todo ser humano con alguna discapacidad física. La perfección racial por encima de todo. Tenemos más ejemplos:

"Un loco cuesta cada día 4 marcos, un inválido 5'5 marcos, un criminal 3'5 marcos. En muchos casos, un funcionario no cobra más que 4 marcos, un empleado 3'6 marcos, un aprendiz 2 marcos. Calculad cuánto cuestan anualmente los 300.000 locos y epilépticos de Alemania.

Como queda patente en estos ejemplos no sólo se enseñaba sobre la inutilidad para Alemania de los discapacitados y enfermos sino que se adoctrinaba sobre la conveniencia de la desaparición de estas personas y la posibilidad de poder invertir en otras infraestructuras sociales. Imaginemos que si así se manipulaba las matemáticas, ¿qué harían con la Historia y la Filosofía?

Para terminar un esclarecedor extracto del Mein Kampf:

"La culminación de toda labor educacional del Estado racista consistirá en infiltrar instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud que le está confiada, la noción y el sentimiento de raza. Ningún adolescente, sea varón o mujer, deberá dejar la escuela antes de hallarse plenamente convencido de lo que significa la puridad de la sangre y su necesidad."

Y después de escribir este párrafo se quedó tan pancho don Adolfo, el amigo de los niños.

4 comentarios:

Humberto dijo...

La verdad es que la manipulación en la educación, sin llegar a estos extremos aberrantes, se sigue produciendo.

Pero, al igual que en aquella época, son "políticamente" correctas según que ideas y tratados como apestados los que públicamente no las comparten.

En el fondo, no hemos cambiado tanto.

Un sdaludo a todos.

Mario Tenorio dijo...

Sí Humberto, la actual política de inmersión lingüstica en Cataluña podría ser un claro ejemplo de manipulación con fines políticos.

Saludos desde el sur.

Ludovica dijo...

Mario, el artículo es muy ilustrativo, pero he echado de menos algo acerca de las diferencias entre la educación que se daba a los hombres y a las mujeres.

Mario Tenorio dijo...

Bueno Ludo, quizás porque la entrada iba de matemáticas, pero gracias, ya me has dado una idea para otra entrada, jeje.

Saludos desde el sur.