sábado, 16 de octubre de 2010

El hombre que salvó al mundo



Desde luego, es una vergüenza que en España no se le preste más atención a la figura de un héroe como fue Juan Pujol. Estoy seguro que casi todos los aficionados al estudio del Tercer Reich lo conocen.

Fue hijo de un empresario catalán que cuando comenzó la Guerra Civil Española permaneció escondido, pero que fue descubierto y detenido por los republicanos. Mas tarde logró escapar atravesando las líneas y alistándose en el ejercito del general Franco.

Según dicen, no estaba muy conforme con los movimientos que hizo Franco con regímenes dictatoriales y decidió tomar cartas en el asunto. Para ello contó con la ayuda de su mujer Araceli González Carballo. Se presentó en la embajada británica y solicitó ser admitido como informante, es decir, espía. Los ingleses no se lo tomaron muy seriamente y viéndose rechazado se dedicó a trabajar por su cuenta haciendo otra visita esta vez a la embajada de Alemania. Los alemanes le admitieron por tratarse de un excombatiente del bando franquista.

Cuando logró granjearse la confianza alemana, volvió a hablar con los ingleses y les propuso trabajar como un falso doble agente. Así logró sus nombres en clave. Para los ingleses era conocido como Brovil, pero le cambiaron la clave por Garbo al comprobar sus aptitudes de interpretación. Los nazis le conocieron bajo los sobrenombres de Rufus o Arabel.

Comenzó a organizar una falsa red de espionaje compuesta por personas que supuestamente le informaban. Garbo elaboraba convincentes informes acordes con lo que los alemanes querían oír y éstos le creían a pies juntillas después de comprobar los datos que les eran proporcionados.

Pero todo no fue tan sencillo, la historia nos relata el ingenio que Garbo tuvo para lograr la confianza británica. En la base aliada de la isla de Malta estaban eufóricos por los éxitos logrados frente a la flota del Eje. Nuestro espía favorito informó a los alemanes que un gran convoy se dirigía hacia dicha isla para socorrerla. Los nazis le creyeron y aunque no lograron interceptar el fantasmal convoy, si que supieron valorar la importancia de la información. Todo ello llamó la atención de los ingleses que le admitieron como falso doble agente.

La red de supuestos agentes se vio incrementada con nuevos miembros imaginarios en Londres, que proporcionaban nuevos datos a los alemanes mediante sus elaborados y verosímiles informes, y que eran respondidos por los nazis con interrogantes que, a la vez, provocaban otras remesas de convincentes respuestas con distintos remitentes y caligrafías. Toda una ingeniería epistolar digna de un magnífico escritor de novelas de acción. Unas cuatrocientas cartas y dos mil mensajes de radio que realmente no proporcionaba nada más que confusión a los alemanes y curiosamente admiración hacia Garbo. De hecho, fue condecorado con la Orden del Imperio Británico y la Cruz de Hierro alemana.

Garbo informó engañosamente sobre el lugar del desembarco aliado en las costas francesas y los alemanes le creyeron nuevamente. Les dijo que el desembarco tendría lugar en el estrecho de Calais, negando la posibilidad de que fuese en Normandía. Fue el momento álgido en la carrera del espía Juan Pu-jol.

Después de la guerra, fingió su muerte y emigró a Venezuela ocultando a su familia y amigos su pasado hasta que contó sus aventuras en el libro de Nigel West durante los ochenta.

Decidme, si no merece este hombre homenajes día sí y al otro también. Yo, por más que leo sobre Juan Pujol, no deja de asombrarme la magnífica proeza de este español. Se que me dejo muchos detalles de este trozo de la historia, ya volveremos en otro momento a escribir sobre él.


12 comentarios:

Jesús Hernández dijo...

Bueno, creo que aquí en Barcelona, su ciudad natal, pondrán antes a una calle el nombre de Pepe Rubianes que el de Joan Pujol...

Luis Guerra dijo...

Hola Jesús:

Ya se sabe que hay veces que el reconocimiento de una persona no se debe a sus meritos, sino a cuestiones políticas.

La labor de dar a conocer las acciones valerosas de un ser como Juan Pujol es de los historiadores. No sé si conocemos alguno que pueda hacerlo, buscamos a alguien que además sea escritor. ¿Alguna idea?

Un saludo

musoken dijo...

Buenas, ¿se sabe algo del documental que se estreno el año pasado? ¿Está ya a la venta? Un saludo

Luis Guerra dijo...

Hola Musoken

No se sabe nada del documental, se estrenó el 4 de diciembre del 2009 y gano un Goya, pero aún no ha salido en DVD.
Me he puesto en contacto con la productora para preguntárselo. Cuando me responda os lo comunicaré.

Un saludo

Humberto dijo...

Uno de los grandes problemas que a mi entender tenemos los españoles es que (por lo general) no respetamos nuestros pasado y sus iconos.

Nos avergonzamos de él y así nos va.

Por ejemplo, la Seguda Guerra Mundial da mucho de sí, pero ¿os habeis parado a pensar lo que da nuestra Guerra Civil? Apasionante.

Sin embargo, 60 años después sigue siendo un tema tabú.

Otro ejemplo, ayer estuve viendo un documental sobre el portaaviones USS Ronald Reagan. En España, sería imposible un bautizo de ese calibre.

Probablemente, Obama, Demócrata, le cambiaría el nombre porque Reagan era Republicano y además "imperialista" y padre del programa "Guerra de las Galaxias" de misiles.

Supongo que lo renombraría, por ejemplo como: USS Alianza democrática de los pueblos del mundo.

Cambiando de tema, ¡mañana tenemos disponible "El desastre del Hindenburg"! ¡A por él!

Humberto dijo...

Al hilo de mi anterior comentario.

Sé que España botó hace poco un portaaeronaves y lo ha bautizado "Juan Carlos I".

Este nombre es políticamente correcto a día de hoy. ¿Lo será dentro de 10 años?

Si el que manda piensa que no, ya se encargará de cambiarle el nombre.

Mario Tenorio dijo...

Hola a todos:

JH, tienes razón. Sin comentarios que me enciendo.

Musoken, yo soy uno de los interesados en ese documental que no llegó a los cines de mi ciudad. Espero poder verlo algún día. Paciencia cristiana. Veremos si la gestión de Luis da sus frutos. ¡Ánimo Luis, que tu puedes!

Muy interesante, Humberto, tu reflexión sobre el nombre del portaaeronaves. Quizá si le hubieran dado libertad absoluta a la ministra Chacón, nos hubiéramos llevado una sorpresa con el nombre que ella hubiera elegido. Yo hubiera elegido EL CID, aunque para algunos sea un simple matamoros. ¿O porque no? el JUAN PUJOL, menudo homenaje, je,je.

El libro de JH ya está en FNAC:


http://libros.fnac.es/a404495/Jesus-Hernandez-El-desastre-del-Hindenburg?PID=5&Mn=-1&Mu=-13&Ra=-1&To=0&Nu=1&Fr=0

Saludos desde el sur.

Humberto dijo...

Voto por esos nombres. Me gusta "El Cid Campeador".

¿Qué te parece "Tizona", "Almirante Churruca", "Francisco Pizarro" o "Reyes Católicos"?

Mario Tenorio dijo...

Geniales nombres Humberto, voto por ellos e incluso voto que boten una nave por cada uno de ellos.

Saludos desde el sur.

pedroboso dijo...

Estupendo post Mario, no cabe duda que la historia de Pujol fue apasionante, como casi todo lo que rodea a la 2GM.

Mario Tenorio dijo...

Gracias amigo Pedroboso. Lo de Juan Pujol es una injusticia del olvido característico de esta España con sus hijos notables.

Saludos desde el sur.

Anónimo dijo...

Hitler en Stalingrado, era todo, ya para esas epocas, ya una vistoria del bando alemán era poco, el acto que realmente salvo al marxismo, fue el retraso de Hitler hacia el ESTE... y que hizo que provoque esta gran hecatombe, fue el propio Benito Mussolini, en su despiadada carrera contra Grecia