lunes, 30 de abril de 2012

Deporte

Desde la antigüedad el deporte ha sido un gran movilizador de masas. Los atletas en la antigua Grecia eran venerados como a dioses y en el Imperio Romano los juegos en los que los deportistas se jugaban la vida se volvieron una pieza importante dentro de la vida del pueblo.
Esta cualidad aglutinadora no paso desapercibida para el Tercer Reich. Convirtió la práctica deportiva en materia obligatoria para todo joven alemán, el esteriotipo de raza aria demandaba de un pueblo atlético, capaz de enfrentarse a cualquier adversidad, sin olvidar las bondades de unos soldados en perfecto estado de forma.

El Tercer Reich uso un acontecimiento deportivo concedido antes de su llegada al poder para el lucimiento de la nueva Alemania. La celebración de los XI Juegos Olímpicos de la era moderna en Berlín se convirtió en toda una demostración del poderío teutón. A pesar del dominio aplastante en el medallero de los germanos, 89 medallas frente a las 56 de su mayor rival, los Estados Unidos, los Juegos de Berlín pasaron a la historia por la irrupción de un atleta de color; Jesse Owen.

Hubo también un deportista importante en el Tercer Reich; el boxeador Max Schmelig. En 1936 y contra pronóstico ganó el título de los pesos pesados nada más y nada menos que al gran Joe Louis. Fue recibido en Alemania como un autentico héroe.

La revancha se produjo en 1938, y como recordaría años más tarde el propio boxeador fue una suerte para él perder ese combate ya que pudo quitarse el estigma de nazi al ser repudiado por la jerarquía nacionalsocialista.

Una vez terminada la guerra consiguió la representación de la Coca Cola para Alemania, lo que le hizo un rico hombre de negocios. Demostró ser una excelente persona al ayudar económicamente a su antiguo rival Joe Louis cuando cayó enfermo, llegando incluso a pagar el sepelio.

Nunca ha sido ni será inteligente mezclar política y deporte.

5 comentarios:

Mario Tenorio dijo...

Hitler no quería celebrar los Juegos, porque creía que era una pamplina. Fue Goebbels, él que le advirtió del poderoso y positivo influjo publicitario que podría causar para el Tercer Reich.

Saludos desde el sur.

Nacho dijo...

Hola. Sin embargo, como siempre, el III Reich no fue muy diferente a cualquier otro régimen. No hay más que ver las luchas de los países por celebrar cualquier juego. Lo vemos constantemente. Y no hay más que ver cómo incluso las democracias utilizan el deporte para desviar la atención. Las celebraciones de las victorias parecen catarsis y las masas salen a las calles cuando su equipo vence. Parecen victorias militares.

Como siempre, en realidad el III Reich no es sino el espejo que tenemos para criticarnos a nosotros mismos. A mi personalmente me horroriza ver cómo se utiliza el deporte, no ya en el III Reich, que es historia al fin y al cabo, sino en la actualidad. Lo que me resulta más grave.

Saludos a todos,

enfermero9 dijo...

Ya, pero hoy se utiliza además de para "distraernos", como escaparate de bondades y sobre todo para hacer negocio, en cualquier caso, distraernos es mejor que convencernos de nuestra superioridad racial.
Saludos desde Al sur del Sur.

Mario Tenorio dijo...

Bien, tengo que decir que estoy de acuerdo con parte de lo que dice Nacho pero que sobre todo lo estoy con mi paisano enfermero9:

El deporte en el Tercer Reich fue una forma de ensalzar el régimen nazi. Hoy nadie pretende decir que la democracia es mejor sistema porque Nadal o Alonso sean ganadores natos. El deporte profesional es un gran negocio para los deportistas y para los medios de comunicación. Para el ciudadano, es una devoción de fin de semana (aunque ya hay partidos de fútbol casi todos los días), un pasatiempo opiáceo que se vive -en muchos casos- con pasión, que nos entretiene y nos da tema de conversación, pero no implica a la nación más allá de la bandera y la defensa de unos colores de equipo; y como dice enfermero9, no apoya una política racial, y añado,ni es un factor de adoctrinamiento político.

Saludos desde el sur.

Humberto dijo...

Estoy con Mario y enfermero9.

Aunque puedan parecer fenómenos parecidos en apariencia, su fondo es totalmemnet diferente.

Un saludo a todos.