lunes, 31 de octubre de 2011

Los Dioses de Berlín, mi primera novela

En esta época que nos tocado vivir también hay alguna buena noticia, incluso en el difícil mundo de la literatura.
Permitidme que os hable de un instante de mí. Desde que tengo uso de razón he querido ser escritor, si bien siempre me ha faltado el valor y la autoestima para intentar publicar. Pero llega un día en que te das cuenta que no se puede vivir sin por lo menos intentar conseguir aquello que se anhela.
Un buen día decidí que había que comenzar a moverse. Con el inestimable apoyo de mi mujer comencé a mandar mis escritos a concursos y editoriales. Durante un tiempo no conseguí nada, hasta que un día recibí una llamada diciendo que había quedado finalista en un concurso. Después llegó algún reconocimiento más. Eso no era a lo que yo aspiraba, y seguí probando con agentes literarios y editoriales.
Aquí es donde llegan los problemas.
Los agentes literarios:
Son muy pocos los que realmente te hacen caso, la mayoría ni se molestan en contestar, el silencio administrativo es muy usado por ellos. Aunque hay que tener en cuenta que reciben cantidades ingentes de propuestas. De todas formas una pequeña contestación no se le debería negar a nadie.
Hay algunos agentes que te piden dinero por leer tu manuscrito. Te mandan un informe y te corrigen los fallos que ellos creen que tienes. Solo es eso, no te representan.
Ahora llegan las editoriales.
Los libros se pueden editar de tres maneras.
1ª Autoedición: Tú te lo pagas todo y te mandan los libros. Las librerías no aceptan autoediciones, ya que no han pasado la criba de una editorial. Todos el dinero que ganes con la venta de los libros es para ti
2ª Coedición: Tú sigues pagándolo todo, pero se supone que la editorial lo distribuye. Cosa bastante rara ya que ya han sacado los beneficios. Se quedan un porcentaje de lo que se vende.
3ª Tradicional: La editorial se encarga de todo, corrección, maquetación, edición, distribución, promoción. A cambio el autor gana entre un 8% y un 10% del precio del libro. Es lo que hay , o lo tomas o lo dejas.
Recibí muchas ofertas de las dos primeras formas de publicar, pero yo no estaba dispuesto a poner un solo duro.
Las editoriales tradicionales suelen comportarse más o menos como los agentes.
Por fin, hace ya más de un año, recibí el correo deseado. Una pequeña editorial andaluza(las grandes no dan oportunidades a escritores noveles) estaba interesada en publicar mi novela. Me mandaron un contrato estándar y después de pedir consejo a alguien que sabe mucho de esto, nuestro afamado Jesús Hernández, lo firmé.
Pues ahora puedo decir que mi novela Los Dioses de Berlín estará (crucemos los dedos) para navidad en las librerías.
Ahora solo falta esperar el veredicto de los lectores.
Os pongo dos "booktrailers" de la novela para que vayáis abriendo boca. Aunque alguno ya la ha probado del todo.







10 comentarios:

Mario Tenorio dijo...

Qué alegría saber que tu sueño dejará de serlo pronto para convertirse en algo tangible, un libro. Lo más difícil ya está hecho, lo mejor vendrá a partir de ahora. Ponte cómodo y disfruta, el destino no te defraudará. ¡Que reinen Los Dioses de Berlín!

Saludos desde el sur.

Ludovica dijo...

¡¡¡Enhorabuena, Luis, te lo mereces!!!

Luis Guerra dijo...

Muchas gracias, Mario y Ludovica.

La espera ha sido larga, ahora solo falta que el libro guste.

Un saludo

Humberto dijo...

¡Enhorabuena Luis! Me consta la ilusión que has puesto en este libro y los desvelos que has tenido hasta este momento.

Solo espero que llegue el día de la publicación. No la espero como tu, eso está claro, pero puedes estar seguro que para mi va a ser una alegría enorme.

Vas a cumplir un sueño, que como bien dice Ludovica, te mereces.

Un saludo y un fuerte abrazo.

Luis Guerra dijo...

Muchas gracias, Humberto.

Me consta la sinceridad de tu alegría, así que nuevamente gracias.

Otro abrazo para ti.

pedroboso dijo...

Luis, me sumo a la enhorabuena generalizada.

No se si el libro será bueno o no (aunque seguro que sí lo será), pero lo que sí se, es que lo voy a comprar. La verdad es que viniendo de ti, hubiese comprado el libro aunque fuera de la cría del saltamontes, pero siendo además de la 2GM pues no hay duda querido amigo.

Un consejo, si se me permite: A Mario y otros amigos de Luis; no vale el pedirle el libro regalado y firmado. No señores, toca rascarse el bolsillo y echar una mano a Luis. Cuantas más ventas tenga la obra, mejor, de ello dependerá el éxito de la novela, sus futuras ediciones y por qué no, de posibles nuevas obras.

Seguro que si la editorial distribuye bien el libro y tiene buenas ventas en el mercado, te van a pedir una nueva novela.

Suerte y un abrazo!

Mario Tenorio dijo...

Apoyo a Pedroboso, como no podía ser de otra forma, hay quue comprar el libro de Luis Guerra. Que mejor apellido para un escritor de novelas con temática de Tercer Reich y SGM.

Y a los habituales, tengo que decir que yo lo he leído (dos veces)y me lo he pasado muy bien.

Por supuesto que habrá continuidad en su carrera literaria. Tengo la prueba en mi poder...

Saludos desde el sur.

Luis Guerra dijo...

Gracias, Pedroboso, por tus palabras.

Lo cierto es que el problema de las pequeñas editoriales es la distribución, por eso lo importante es el boca a boca e ir a pedirlo a la librería, pero la única forma de hacerse un ínfimo hueco en el mundo editorial es desde una editorial pequeña. Es casi imposible publicar en una editorial importante.La mayoría no acepta manuscritos y los que los descartan las obras leyendo la primera página.

Todos lo que se han leído la novela me han dicho que les ha gustado,alguno de ellos lectores empedernidos, incluido nuestro inefable escritor JH.

Un saludo y gracias a todos por vuestras palabras.

P.D: Unas palabras en publico para mi amigo Mario... estoy en ascuas...

Conde de Salisbury dijo...

Mi más cordial y sincera enhorabuena. Que tantos sueños y tanto esfuerzo se materializacen por fin en un libro es una gran noticia.

Luis Guerra dijo...

Gracias, Conde de Salisbury

Yo no lo hubiese expresado mejor, y eso que soy escritor, jejeje, perdón, pero me hacía ilusión decirlo.