lunes, 10 de octubre de 2011

La suerte de Albert Speer


Albert Speer, pasó a la historia como el arquitecto de Hitler, pero también fue ministro de Armamento y Municiones del Tercer Reich. Lo único que le diferencio de los demás altos cargos de condenados en los juicios de Núremberg es que pese a que incluso él pensaba que sería condenado a muerte y ahorcado, no fue así. Fue condenado a 20 años de prisión y murió en libertad en 1981. Speer afirmó hasta el último minuto que no sabía nada del Holocausto.

¿Porqué?

Speer, afiliado al partido Nazi desde el 1 de marzo de 1931 al partido Nazi, paso rápidamente a formar parte de las SA y luego en las SS, aunque por errores burocráticos su inscripción en estos grupos no aparece hasta el año 1942. Y ese error fue lo que le salvo de la pena de muerte, puesto que si su entrada databa de ese año era imposible que conociera los movimientos anteriores del gobierno nazi y todo lo relacionado con el exterminio de los judíos.

Aunque aparecieron fotografías suyas en campos de concentración su pena fue solo de 20 años, y todo gracias a que cuando comenzó a formar parte de las SA o alguien traspapelo su inscripción o esta se hizo mal. Fuera como fuese, esto le salvo la vida.

Años más tarde,  con la publicación de documentos desconocidos de las SS sobre la construcción de Auschwitz se constato que Speer, el denominado arquitecto de Hitler, conocía los asesinatos que allí se realizaban en las cámaras de gas.

7 comentarios:

pedroboso dijo...

Lo que desde luego le salvó de la horca, fue el hecho de que durante el proceso de Nuremberg, no sólo negara el Holocausto, sino que mostrara su arrepentimiento al hecho de haber contribuido al régimen nazi.

Llegó a reconocer la responsabilidad de su país en el conflicto, el hecho de que desobedeció a Hitler en sus últimas órdenes de practicar "tierra quemada" e incluso se atrevió a decir que llegó a pensar y planear un atentado contra el propio Führer a finales de la guerra... vamos, no se lo cree ni el.

Speer fue un eficiente ministro de armamento y muy capaz.

Se desmarcó del régimen una vez que fue capturado y su país perdió la guerra. Ahora bien, si hubiera sido al revés el resultado del conflicto bélico... creo que otro gallo cantaría.

Traidor a su patria, un cobarde o simplemente un hombre que sólo quiso salvar su vida?

Humberto dijo...

¿Habéis leído alguno sus memorias?

Yo las he tenido alguna vez en la mano a punto de comprarlas y no he acabado de decidirme.

Un saludo a todos.

pedroboso dijo...

Humberto, yo he leido sus 2 obras:

- "Diario de Spandau": narra todo su cautiverio y sus relaciones con los demás presos (1946-1966)

- "Memorias": escritas tras su liberación en 1966, narra sus inicios en el nazismo, su papel como ministro durante el III Reich y la guerra, y sus relaciones con Hitler y otros jerarcas del partido

Muy interesantes las 2, y recomiendo su lectura, sobretodo las Memorias.

Saludos

Humberto dijo...

Gracias, pedroboso. La próxima vez, caerá.

Mario Tenorio dijo...

Me apunto a leerlas pero ahora estoy leyendo algo muy interesante y no puedo desviarme...

Saludos desde el sur.

pedroboso dijo...

Humberto, de nada. No dudes en hacerte con ellas, no saldrás defraudado.

Mario, tu leyendo un libro? Seguro? No se si creermelo... je,je

manzanerame dijo...

La gran responsabilidad que se pidió a Speer en Nuremberg fue el empleo de mano de obra esclava en la industria. Esa gente era traida por Fritz Sauckel, que tuvo menos suerte en Nuremberg y fue condenado a muerte.

Es debatible quién (Sauckel o Speer) era más responsable. Lo cierto es que Speer era la cara más amable del régimen y se fue de rositas.

Saludos.