domingo, 6 de febrero de 2011

Lebensborn

El Lebensborn (Fuente de Vida), se inició el 12 de diciembre de 1935 bajo la dirección de Heinrich Himmler. Su objetivo era la de crear una súper raza Aria que respondiera a la pureza y a los criterios de perfección biológica.
Era el sueño sobre el que el propio Himmler ya había edificado las  SS. Todos los miembros habían pasado por el proceso de los seleccionadores de la raza en los que se contemplaban todas y cada una de las medidas antropomórficas: ojos azules, pelo rubio, estatura mínima de 1,75 metros, y un árbol genealógico que se remontase al menos hasta 1.750.

Amparado en las Leyes de Núremberg la conciencia racial del Tercer Reich convirtió a las SS en un batallón de sementales que sólo podrían casarse con mujeres arias: rubias, de ojos azules y una estatura mínima de 1,60 metros.
De este modo, se puso en marcha el proyecto “Lebensborn”. Al mismo tiempo se apoyaba la iniciativa con una campaña publicitaria sin precedentes, en la que se pedía a las mujeres alemanas que tuvieran hijos para Hitler, hijos que deberían reemplazar a los soldados alemanes que morían en el frente. Para cumplir estos objetivos y con la promesa de importantes privilegios y beneficios económicos a las mujeres que aceptaran este papel reproductor, se establecieron en Alemania clínicas especiales para que éstas pudieran dar a luz y cuidar de sus hijos. Todo ello se llevó a cabo con el máximo secreto, en castillos apartados y con una fuerte vigilancia.

Pero la obsesión por conseguir la súper raza estableció claras diferencias de trato. Las esposas de los SS guardaban y criaban a sus hijos. Sin embargo, aquellas mujeres que reunían las características de la raza aria y que habían sido reclutadas con fines reproductores sólo podían permanecer junto a sus hijos durante un periodo de tres meses. La razón era simple: los niños nacidos en los “Lebensborn” pertenecían al Reich y no podían sufrir la influencia de sus padres.
El inicio de la guerra ofreció la posibilidad de exportar su proyecto a los países conquistados. Para ello, envió a sus seleccionadores de la raza para instalar sus criaderos arios. En todos ellos se seguía un riguroso registro de nacimientos, aunque en los mismos no figuraba el nombre de los padres y se cambiaban los nombres y apellidos de los niños que, transcurridos tres meses, eran dados en adopción a matrimonios de las SS que habían hecho méritos para obtener aquel privilegio.

En Noruega se construyeron nueve “Lebensborn”. De hecho, este país fue declarado «puro para la raza aria». Se construyeron maternidades en un antiguo hospital de Luxemburgo y en un castillo de Lamorlayc, en Francia. En Holanda, sin embargo, se instaló una guardería, al igual que en Bélgica, en el castillo de Wegimond. Todos los países conquistados rindieron su tributo al sueño de una raza purificada y superior.

Sin embargo, parecía que todo aquello no era suficiente. En enero de 1944 se ordeno potenciar el programa.  Seleccionadores de la raza recorrieron Polonia y los países del Este en busca de niños que reunieran las características arias y, por tanto, susceptibles de ser germanizados. Más de 200.000 fueron raptados, sometidos a un exhaustivo análisis antropométrico y enviados a los centros de “Lebensborn”, donde se les cambiaba los nombres y las fechas de nacimiento; eran convertidos en perfectos alemanes.
Ni siquiera durante el proceso de Nüremberg, se pudo saber cuántos niños nacieron del “Lebensborn”. En cualquier caso, la mayoría de ellos siguen vivos y desconocen sus orígenes; Son los hijos del Führer y del Reich. 
Fuente: Mundo historia.

6 comentarios:

pedroboso dijo...

Luis, muy interesante el post, te felicito. Y tb un poco fuerte..

Lo que más me alucina de todo, es el hecho de que las madres dejasen a sus retoños con apenas meses, en las manos del Reich (a cambio de dinero? privilegios?) y les diera igual.

Saludos

Mario Tenorio dijo...

Pedroboso, a mi me parece que el Tercer Reich significó una depravación tal, que alcanzó hasta a los corazones de las madres.

Saludos desde el sur.

Luis Guerra dijo...

Gracias, Pedroboso.

La verdad es que es un tema que merece ser estudiado en profundidad. Cuanto más se sumerge uno en el tercer Reich más cuenta se da que hay demasiadas cosas que descubrir. Hay veces que es desalentador comprender las limitaciones de uno y la cantidad ingente de conocimientos que se escapan.

Un saludo

pedroboso dijo...

Luis, de acuerdo contigo.

Ya lo dije una vez: cuanto más leo, estudio y aprendo sobre la 2GM, más me da la sensación que no sé nada.

Ludovica dijo...

Luis, parece que has escrito un fragmento de una novela de terror. Al hilo de todo esto, quería recomendar una película que, si no me equivoco se llama "Pureza de sangre". La protagonizó Lee Remick. Cuenta la historia de una mujer que busca actores para una agencia de publicidad y por "cosas de la vida" descubre que ella era una niña de los Lebensborn.

Humberto dijo...

No tengo nada que añadir. Creo que la entrada se comenta por sí sóla.

Me asombra toda la historia, pero dejar tus hijos de tres meses...