El 30 de enero de 1933 Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania. A pesar de este hecho el Partido Nacionalsocialista estaba muy lejos de afianzar el poder. Los partidos de izquierdas y el Partido Comunista en particular aún mantenían intactas sus organizaciones y muchos seguidores tras sus siglas. El 31 de enero Goebbels escribió en su diario
“El plan de lucha contra el terror rojo ha sido trazado, a grandes rasgos, en el curso de una conferencia con Hitler. Por ahora nos abstendremos de tomar contramedidas. Atacaremos en el momento oportuno, cuando los comunistas hayan hecho estallar la revolución”.
La oportunidad de acabar con la oposición no se hizo esperar. EL 27 de febrero se produjo un incendio en el Reichstag, desde el primer momento se culpó a los comunistas. Tras el incidente se produjo una persecución perfectamente coordinada del “el terror rojo”. El mariscal von Hindenburg, presidente del país, firmo un decreto que significó el final de la democracia.
Hay una cuestión clara, el incendio del Reichstag favoreció al partido de Hitler, pero ¿Quién provocó el incendio? Como siempre hay dos versiones bien diferenciadas, a continuación voy a intentar resumirlas advirtiendo que son, como casi siempre a lo largo de la historia, versiones interesadas de las que hay que intentar descubrir cual es la verdad.
La primera y la oficial por parte del gobierno alemán de la época es culpar de la autoria a los comunistas.
Durante la convulsa época del ascenso al poder de Hitler se hicieron innumerables redadas a las sedes comunistas. En esas actuaciones policiales se incautaron artefactos incendiarios además de planos de edificios gubernamentales a los que supuestamente tenían intención de hacer arder por los cuatro costados.
El 27 de febrero alrededor de las 21h se inició el incendio del parlamento alemán, cuando las fuerzas de orden público se acercaron encontraron a un hombre medio desnudo llamado Marinus van de Lubbe escondido detrás del edificio. Marinus era un vagabundo neerlandés que había pertenecido al partido comunista, enseguida confeso ser el autor del incendio y dijo haber actuado solo. La persecución de comunistas y socialista comenzó de inmediato.
La segunda versión culpa del incendio a los propios nazis.
Los defensores de esta opción se hacen varias preguntas
— ¿Quién era el 27 de Enero el que guardaba las llaves del Reichstag?
— ¿Quién mandaba las fuerzas del policía?
— ¿Quién era la persona que podía activar o suprimir la vigilancia?
— ¿Quién era el hombre que guardaba la llave del sótano, por donde se supone entraron los Nazis a incendiar el Reichstag?
Todas las respuestas señalaban al mismo hombre; Hermann Goering, presidente del Reichstag.
Además también se preguntaban como era posible que alguien como Marinus van de Lubbe, al que creían medio idiota, pudiera ser capaz de perpetrar un acto con tanta pericia.
Y sobretodo se preguntaban ¿Quién se beneficio del incendio?
Sea como fuere la destrucción del Reichstag significó el inicio de la represión y del afianzamiento del Tercer Reich.
3 comentarios:
Por lo que yo sé es cierto que hay dos versiones:
- Un desequilibrado que actuó solo (la más probable y la más aceptada).
- Una maniobra de los nazis para deshacerse de la oposición (que también tiene sus defensores).
Pero la conspiración comunista yo creo que se puede descartar. No tiene ningún sentido, ni hay ninguna prueba.
Un saludo.
La variedad de posibilidades y versiones es una de las causas que hace atrayente a la historia del Tercer Reich
Buen post, Luis.
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