Desde este pequeño espacio de la red me gustaría dar el pésame a los familiares de los fallecidos en el accidente ferroviario ocurrido ayer 24 de julio en Santiago de Compostela.
Como hijo, nieto, biznieto y tataranieto de ferroviarios la noticia de un accidente de tren me sobresalta de una forma especial, más cuando mi bisabuelo falleció en un accidente de tren en el que era el maquinista. Quizás porque se llamaba Luis Guerra siempre que ocurre una catástrofe ferroviaria viene a mi mente su nombre. Recuerdo que a mi abuelo le mudaba la cara cuando oía en las noticias cualquier accidente en el que un ferrocarril se viera implicado.
La mayoría de las personas tienen respeto o miedo a viajar en avión, es un medio de transporte que por su singularidad aérea nos despierta un temor fundado. Pero pocos son los que siente temor alguno cuando toma un tren. Es un medio de locomoción que nos lleva al siglo XVIII y XIX, a nuestra imaginación acuden la Inglaterra victoriana donde Sherlock Holmes viajaba junta al Doctor Watson. No creo que a nadie le venga a la cabeza imágenes de accidentes ni muerte. Pero la realidad se impone, las grandes velocidades que alcanzan las nuevas máquinas y la rapidez que tenemos en llegar a nuestro destino han convertido un accidente ferroviario en una tragedia.
Reitero mis condolencias a los familiares y espero que los heridos se recuperen lo antes posible.
1 comentario:
Luis, me uno a tus condolencias.
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