lunes, 27 de mayo de 2013

Una histórica sorpresa.




Las nuevas tecnologías tienen sus ventajas y sus desventajas. La globalización puede tener ambas, hay muchas personas a las que no les gustan las redes sociales, ya que pueden ser muy impersonales, y los hay quien no ya no puede vivir sin estar conectado a un ordenador. Yo puedo asegurar que este Blog me ha permitido estar en contacto con personas que comparten mis mismos gustos. Y por suerte en ocasiones se puede poner cara a alguno de ellos y relacionarse a la vieja usanza; cara a cara. El domingo por la mañana he disfrutado de una agradabilísima jornada con uno de los asiduos del Blog, Humberto.

Después de recibir una llamada telefónica me dispuse a acudir a su encuentro. Me preparé y salí a la calle en dirección al punto de encuentro. Entré en el lugar donde creí que habíamos quedado. Ante mi un pabellón de deportes repleto de mesas y sillas en los que varias mujeres   se dedicaban laboriosamente al encaje de bolillos. Comprendí enseguida que me había equivocado de lugar, allí no iba a encontrarme con Humberto. Salí del lugar con rapidez y me dirigí al pabellón de al lado.

El lugar, más pequeño que el de los bolillos, estaba repleto de mesas en las que descansaban los más inusitados objetos. Cerca de la entrada vi un grupo de personas que hablaban entre sí. No era agrupación que pudieran pasar desapercibida. 

Era un espectáculo fuera de lo corriente, ante mí se presentaba un soldado de las Waffen SS con el uniforme de batalla y armado con la mortífera MP 40 charlando amigablemente con  un soldado ruso también perfectamente uniformado y con  una PPSH 41 colgada al cuello. Cuando apenas me había recuperado de la impresión comprobé con estupefacción como un soldado americano de la 82 división aerotransportada provisto con la M1 Garand  se aproximaba con mirada inquisitorial. En otras circunstancias la retirada hubiese sido una decisión sabia pero por fortuna el soldado me dirigió una sonrisa y se presentó. No me había confundido de lugar, se trataba de Humberto.

Humberto pertenece a una asociación que se dedica a las recreaciones históricas, el 82 Airbone Navarra,  y ese día habían  acudido a unas  jornadas de trueque que se realizan cada año en Calahorra. Me presentó a todos los integrantes que habían acudido a la ciudad. Allí estaba yo saludando al soldado de las Waffen SS, al soldado soviético, a un oficial de la 101 aerotransportada, varios miembros de la 82 aerotransportada y hasta a un soldado de la guerra de Vietnam. Y en contra de lo que pudiera parecer no fue una escena Kafkiana, fue un momento emocionante.

Lo que más me llamó la atención fue la exactitud de los trajes y la perfección de las armas, todo cuidado al más mínimo detalle. Después de una amena  e instructiva conversación con Humberto descubrí que el objetivo que ellos perseguían era la perfección, todo tenía que ser lo más realista posible, sin el más mínimo anacronismo. 

Fue una jornada agradable en la que hasta mis niños se dejaron llevar por el embrujo de los soldados y como no, hubo fotos.  
Humberto y un servidor, creo que no hace falta decir quien  es quien.
Como era de imaginar no pude evitar dedicar mi tiempo al miembro de las Waffen SS, e incluso me permití, tras una dura pugna, el lujo de arrebatarle el arma.



El grupo  al completo. Un placer haberlos conocido, gente  amable como pocas.

Lo dicho, disfrute como hacía tiempo. Gracias a un insuperable Humberto y al 82 Airbone Navarra he descubierto un mundo muy interesante al que seguir muy de cerca. Es digno de elogio su espíritu de perfección, sus interés por hacer las cosas bien y su respeto y amor por la historia. Hay un dicho que siguen a rajatabla: Las cosas se hacen bien o no se hacen. Es una filosofía que tendríamos que tener todos como un mantra personal.

12 comentarios:

Humberto dijo...

¡Un auténtico placer pasar una agradable mañana contigo y con los tuyos, Luis!

Buen día, excelente marco, interesante charla y mejor compañía.

Muchas gracias por tus palabras.

Luis Guerra dijo...

Gracias a ti, Humberto. Mi hijo se ha despertado hablándome del casco de soldado que se había puesto y que pesaba mucho.

Mario Tenorio dijo...


Jajajaja, ¡Humberto eres grande!
El Guerra encañonando a un Waffen SS, simpática imagen, ja,ja.

Saludos desde el Sur.

Ludovica dijo...

Me encantaría pertenecer a una asociación así, pero... ¿no había nadie con algún uniforme relativo a la Gran Guerra? (creo que ya sabéis qué uniforme me pondría yo).

Luis Guerra dijo...

Hola, Ludovica. No, de la Gran Guerra no había, pero me comentaron que estuvieron en una que recreaba una batalla de la gran Guerra haciendo incluso las trincheras.

Humberto dijo...

Mario, es una lástima que nos separen tantos kilómetros porque si hubieramos estado juntos, hubieras disfrutado como un enano.

Creo que Luis cumplió un "pequeño sueño" encañonando con la MP40 a un Kartoffel. ¿O no Luis?

Ludovica, la recreación histórica es una afición incipiente en España pero muy arraigada en Europa y Estados Unidos. No te imaginas la cantidad de grupos que existen y épocas diferentes que se recrean.

Te dejo algunos links de grupos recreadores de la Gran Guerra:

http://www.great-war-assoc.org/index.html

http://www.thegreatwarsociety.com/

http://www.themanchesters1914-18.org/

http://www.altearmee.de/

En fin, un mundo, apasionante para los que nos gusta la Historia y muy, muy divertido.

Un saludo a todos.

Humberto dijo...

Por cierto, Ludovica. Dinos como te vestirías.

Yo te confieso que de la Gran Guerra me encanta el uniforme expedicionario norteamericano.

Viril y elegante.

Luis Guerra dijo...

Humberto, nunca creí que iba a tener en mi poder un arma utilizada por un Waffen SS. Simplemente increible

Ludovica dijo...

Pues yo iría de Kartoffel, con un Pickelheube (pincho) en el casco. Sería un uniforme de 1914. También me parece interesante (más que nada por su efecto "eeeh, aquí estoy") el de la infantería francesa de 1914, como sería el uniforme del 125º Regimiento de infantería francesa, también de 1914: es ese que tiene el pantalón rojo y la casaca azul.

Ludovica dijo...

Por cierto, Humberto, muchas gracias por los enlaces.

Ludovica dijo...

Luis, ¿el arma era de verdad?

Luis Guerra dijo...

No,por suerte, no. Era una réplica exacta del original, incluido el peso.