Hoy sólo preocupa los asuntos económicos en nuestra querida -no por todos- España. Creo que podremos estar de acuerdo la mayoría en que los problemas de orden económico recortan las libertades democráticas. El libre comercio, los bancos, la falta de intervención o el exceso de ésta por parte del gobierno repercuten en nuestras vidas y llevan el país a derroteros trágicos e inciertos.
Parece que no se aprende sobre los errores políticos a los largo de la Historia, seguimos dándonos de cabeza contra el mismo adoquín de la falta de sentido común. Los bancos son acusados de maltratar al ciudadano, los políticos se corrompen y están más atentos de como mantenerse a flote y seguir con unas prebendas que, aunque reducidas ya, les diferencia del mortal medio. Algunos con desparpajo proponen el cambio del color de los billetes de quinientos euros para aflorar el dinero negro o incluso abogan por hacerlos desaparecer, otros piden dimisiones presidenciales sin saber que hay más allá de esa solicitud y sin olvidar a los que muestran su descontento por pertenecer a un país que no siente como suyo. Esto último me suena a un supuesto inquilino de un bloque de pisos que pidiera independizarse del edificio. La Historia ha demostrado que se suele repetir -por lo menos en ciertos aspectos- y que el que la olvide o la desconozca esta condenado a ella.
Alemania vivió en los primeros treinta años del siglo XX dos crisis económicas más crueles que la hoy vivida por España. Todos hemos leído al respecto y no es cuestión de volverla exponerla nuevamente en esta líneas, pero si os invito a visionar un par de breves vídeos que hace alusión a aquellos aciagos años que tuvieron como resultado el ascenso de Hitler al poder y la desencadenación de dos guerras mundiales con todas las horribles consecuencias ya conocidas. La importancia del control inflacionario y el pago de la deuda exterior como fundamento del bienestar social son protagonistas de los vídeos.
3 comentarios:
O sea, una cosa y la contraria.
Perdona, pero no sé cuál de las dos es la que estamos condenados a repetir. No pillo el mensaje.
Un saludo.
No estamos condenados a repetir la Historia pero sin embargo si nos empeñamos en no aprender nada de ella, la podriamos repetir. No me refiero a que Europa volvería a tener un Hitler pero sí que algunos factores de entonces y presentes en la actualidad podría producir conflictos.
Es decir, al Hombre lo mueve los mismos intereses y por tanto, la Historia tendría su particular déjà vu.
Saludos desde el Sur.
Estoy completamente de acuerdo contigo, Mario.
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