jueves, 29 de noviembre de 2012

Nuestra guerra.

En mi entrada de hoy, no pretendo hace apología de la guerra, por supuesto que no. No pienso que una guerra sea beneficiosa por sí misma, pero que en casos extremos no queda otra que entrar por  el aro bélico. Pongo un ejemplo: La Segunda Guerra Mundial, debido a Hitler y a su ansia de expandir los territorios alemanes, no se pudo evitar una situación de confrontación.

Los casos de invasión de los territorios nacionales por ejércitos extranjeros legitimiza al agredido a defenderse. Los motivos de las guerras suelen estar ligados a cuestiones no solucionadas acerca de las fronteras o simplemente el interés de un país por los recursos naturales de otro. El petróleo o el agua son algunos de estos recursos ambicionados.

En épocas de guerras, por lo que he leído, el Hombre es capaz de cometer las tropelías y crímenes más horribles y también es susceptible de tener el comportamiento más misericordioso - ahora se dice solidario- con el vecino. Los afectados por las guerras, debido a los sufrimientos, se acercan más a Dios y se renuevan los valores humanos. Existen hechos de generosidad con otras personas que han sido reflejadas en los libros y beatificaciones por la Iglesia Católica que tienen como protagonistas a testigos activos de las guerras.

Pero este no era el asunto que yo quería tratar en el post. Hoy en España no estamos viviendo una situación bélica, pero sí que tenemos una situación de emergencia en muchas familias. La crisis económica que atraviesa nuestro país, han hecho sentir a muchos conciudadanos nuestros  una sensación de desamparo, de bombardeo de sus vidas y de necesidades primarias. No voy a criminalizar a los bancos ni a los políticos corruptos o no. Sólo pretendo reflexionar sobre la economía de guerra en el que esta sumido nuestra nación.


Hoy he vuelto a escuchar que otra persona se ha suicidado porque iba a ser desahuciado de su casa. En la guerra con la crisis, que  ha sido como nuestro Hitler particular, se ha sufrido una invasión de nuestra economía familiar y por tanto de nuestra intimidad. Insisto en que no quiero entrar al trapo de un análisis sobre las causas de la situación a la que nos hemos visto abocado, pero los que aún conservamos nuestro puesto de trabajo y las balas silbantes de la crisis nos rodean como rodean a cualquier mortal medio, podemos permitirnos aún conmovernos con iniciativas tales como las promovidas por ciudadanos que se encuentran en una situación mejor y que están permitiendo el alojamiento en segundas viviendas de su propiedad, a familias que no tienen nada, que fueron desahuciados por el paro y posteriormente por el juzgado de turno y que, con estos gestos de generosidad, pueden confiar en un mañana, sea cual sea éste.

La Guerra de la Crisis, al igual que la Segunda Guerra Mundial, la ganaremos, pero para ello necesitaremos de nuevo a los Aliados, que no serán soldados multinacionales, sino que tendremos que levantarnos nosotros mismos en armas de solidaridad, todos los que aún estamos de pie en el campo de batalla.

4 comentarios:

Fubar dijo...

Estoy contigo en que España no va a salir de la crisis gracias a los políticos o a las "ayudas" de la UE, solamente el esfuerzo de los españoles unidos permitirán levantar al país.

Pero una vez dicho esto, y ya que has nombrado aunque sea de pasada el tema de los desahucios me gustaría comentar una cosa sobre ellos. Detrás de los desahucios hay historias muy dramáticas y peliagudas, pero también estoy "harto" de escuchar de que la culpa de esto solamente lo tienen los bancos y los políticos, y no es así, el españolito también tiene gran parte de culpa, nadie ha sido amenazado por un director de banco para solicitar un crédito. Estoy cansado de ver en la TV, radio, prensa... personas que tienen o han tenido un trabajo que requiere poca o nula preparación académica, con hipotecas de 1000 euros o más, por Dios!!! Esa gente seguro que en los años de bonanza ganaban mucho dinero para poder respaldar esa hipoteca, pero la falta de sentido común y muestra de ninguna responsabilidad es que esas personas pensaron que iban a cobrar en su trabajo hasta los 67 años 2000 ó 3000 euros mensuales. Esto ha pasado con gente de todos los niveles sociales, pero sobre todo en los niveles medio-bajo y bajo. Para mi una gran falta de responsabilidad y muestra de poco criterio. Para mi, los bancos y los políticos no son los únicos culpables. Un saludo.

Mario Tenorio dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Tal como decía en el post no quería entrar en el tema por el hastío que me produce, pero insisto, totalmente de acuerdo con tus apreciaciones.

Cometido los errores, creo que es el momento en que España salga reforzada con las soluciones que se necesitan y que las nuevas generaciones aprendan del drama actual.

Los políticos son necesarios pero lo que no es tolerable es que una casta política ladrona e irresponsable nos haya metido en una voragine despilfarradora que nos ha conducido a la tragedia económica de las autonomías y a un estado central residual.

Los bancos son máquinas de ganar y prestar dinero, necesarios, de hecho, ahora una de las quejas contra éstos es que no hay crédito para las empresas y familias. La gestión canalla de las cajas es otro asunto por su vinculación con los partidos y gobiernos.

El ciudadano se ha comportado como un niño en un cumpleaños, donde nadie le pide dinero por su trozo de pastel o el refresco que toma y que puede repetir una y otra vez, pero donde al final de la fiesta siempre se tiene que pagar la cuenta. El sufridor irresponsable de la gozosa fiesta hipotecaria y consumista. Y pensar que hice un modesto análisis hace unos años en los comentarios del blog de JH, a ver si encuentro la entrada y pongo el enlace.

Saludos desde el Sur.

Humberto dijo...

Tienes toda la razón Overlord.

Un saludo a todos.

Ludovica dijo...

Yo tampoco digo que los bancos y los políticos hayan sido los únicos culpables, pero si se da ayuda a los bancos éstos, a su vez, deberían darla a los clientes que van a perder porque no pueden saldar sus deudas, debe buscarse algún tipo de acuerdo. De lo que se trata es de evitar la pescadilla que se muerde la cola. Como bien dices, Mario, tenemos que levantarnos nosotros mismo, pero entre esos nosotros también está la banca.

También quiero contar algo. A lo largo de este año, y sobre todo en los períodos que he estado en paro, un empleado de mi entidad bancaria, me ha llamado para intentar venderme un seguro del cual se beneficiará -a mi muerte- quien yo disponga. Los beneficios que puedo tener de él en vida son muy ambiguos. A pesar de saber que tengo el dinero muy justo, ese señor me ha estado llamando una y otra vez para intentar convencerme de que me haga ese seguro, y no le entra en la cabeza que no es que no quiera, sino que no puedo y, a pesar de ello, insiste. ¿Cuánta gente no habrá, personas mayores -por ejemplo-, que han sido acosados de alguna manera para que el banco pueda ganar unas migajas? Les aturden y luego no saben ni lo que firman. Aunque sea solo por esas personas debería haber un poquito más de ética (ya sé que suena a chiste) para evitar que vuelva a haber muchos problemas como los que hay. No todos han sido despilfarradores inconscientes, sino gente ignorante o inocente. Por mi parte, he decidido que la próxima vez que me llame el payaso que intenta venderme el seguro, iré a la sucursal bancaria, que la tengo a cinco minutos de mi casa, y hablaré con el interventor para que no me empujen a gastarme un dinero que no tengo, que así empiezan los problemas como los que tenemos ahora.