jueves, 15 de noviembre de 2012

El váter de Hitler.



Hace dos años, mi socio en el blog y sin embargo amigo, escribió un post referente a los sindicatos durante el Tercer Reich. Os dejo aquí el enlace. Lo hacía recordando la entonces reciente huelga general que acaba de tener lugar; Zapatero todavía no vigilaba el estado de las nubes, sino que dormía y presidía la ruina española.

Hoy podemos comprobar que desde esa entrada de Luis Guerra ha habido dos huelgas generales más. Dos más contra Rajoy con un intervalo de siete meses. Parece que el seguimiento ha sido menor en esta última, que los índices de consumo eléctricos han sido superiores y por tanto el paro, que no el desempleo, en los llamados centros de trabajo ha disminuido.

Todo esto me lleva a pensar si son los sindicatos una organización llamada a reconvertirse, tal como lo hicieron algunos sectores industriales en España durante los años setenta y ochenta. Creo, siempre según mi opinión, que se han quedado anclados en el lenguaje de décadas atrás, pero que sus dirigentes y liberados funcionan como empresarios subvencionados de hoy. Que son menos honrados y que la falta de ética la suplen con las palabras de siempre. Debería ser analizado el papel de los sindicatos en España.

El Tercer Reich, basicamente los prohíbió y obligó a la afiliación al DAF, los salarios controlados por el Estado y confiscados las posesiones de éstos. Hitler pensó que promover las libertades entre los trabajadores, mejorando la representatividad mediantes elementos sindicados iría en perjuicio de los objetivos de produccíón bélica o de consumo. Sin embargo, el régimen seguía estimulando la propiedad privada, un hecho no raro en regímenes autoritarios, Franco también lo hizo. Se privatizarón empresas que había sido nacionalizadas por la República de Weimar detalle de corte liberal.

Controló a los bancos y redujo la cantidad de entidades. En nuestro actual España no nos hubiera venido mal hacer algo así con nuestras cajas de ahorros. Además por otro lado, redujo el número de grupos empresariales, detalle  no muy liberal en esta ocasión.

En definitiva, utilizó medidas de varios sistemas económicos para hacer un batiburrillo entre lo liberal y lo dictatorial, pasando por el comunismo pero que le salió -sin obviar su desprecio por la democracia y los derechos humanos que conocemos hoy - bien en cuanto a los económico. Levantó un país desde una crisis a ras de suelo, y hecho esto,  tiró de la cadena de la cisterna del váter de la Segunda Guerra Mundial y  la riada se llevó a Alemania hasta las profundidades del alcantarillado europeo. Curioso y no menos  sorprendente.

2 comentarios:

Humberto dijo...

Sí que es cierto que los sindicatos poco o nada nos representan.

Un saludo a todos.

Ludovica dijo...

Y cuando vas a la oficina de turno para hablar con alguien que te ayude, en ese momento no está, y luego no te contesta a la llamada.