jueves, 8 de noviembre de 2012

¿El nazi bueno o el buen nazi? II

Escribiendo su defensa para su  jucio, en Nüremberg
Prosigo con  mis impresiones sobre el libro de memorias escrito por el propio Albert Speer al salir de Spandau.

La buena imagen mediática que tuvo tras salir de la cárcel se vio empañada cuando en 2005 -Speer, ya fallecido- el periódico The Daily Telegraph informó de la existencia de unos documentos en el que el ministro autorizaba el envío de material a Auschwitz. La biógrafa Gitta Sereny, recientemente fallecida, mantuvo que Speer, debido a su enorme carga de trabajo no pudo estar al tanto de la actividad realizada en el campo polaco.

 Cuenta Speer, que un jefe regional de la Baja Silesia (Karl Hanke) le dijo en el verano de 1944 que no aceptara nunca visitar un campo de concentración de la Alta Silesia (Auschwitz, probablemente); nunca, bajo ningún concepto, ya que había visto allí cosas que no le estaba permitido describir y que tampoco podría hacerlo aún queriendo. Speer no le hizo ninguna pregunta ni posteriormente investigó nada al respecto, ni preguntó ni a Himmler ni a Hitler. No quería saber nada de lo que estaba ocurriendo allí, escribe. A partir de ese momento, ya en reflexiones hechas durante los juicios de Nuremberg, él se consideraba responsable del holocausto, pues si no supo fue porque no quiso saber, porque le era más cómodo no tener ninguna carga de consciencia.

Speer es un enigma encerrado en un misterio y escondido en un laberinto. No se si alguna vez se podrá demostrar con toda seguridad que estuvo al tanto de los crímenes cometidos en relación al Holocausto. Escribió un tercer libro, Infiltration: How Heinrich Himmler Schemed to Build an SS Industrial Empire en el que se hace preguntas sin respuestas sobre su hipotética actuación si Hitler le hubiese pedido cometer crímenes. De momento es un personaje apasionante que pasa por un nazi bueno para algunos y un buen nazi para otros.

Tumba de Speer en Heidelberg.

Toda la obra está escrita con una aparente sinceridad, provocando una empatía al lector de la que es difícil zafarse. A pesar de las pruebas en su contra- no se si creerlas-, opino que nunca sabremos si Speer era conocedor de los crímenes cometidos en los campos de exterminio y que él decía que pensaba que eran de trabajo. La justicia los juzgó y lo condenó a 20 años, la Historia lo hace todos los días, quizás se lo merezca por iluso o...¿posiblemente por listo?

Speer en una foto autografiada.

Murió el 1 de septiembre de 1981 -dicen que en brazos femeninos- durante una estancia en Londres para participar en un programa de televisión. 42 años justos después del inicio de la Segunda Guerra Mundial.

6 comentarios:

Ludovica dijo...

Es curioso lo de la creencia de que murió en brazos femeninos. Mario, a riesgo de parecer frívola, diré que en las fotos que has puesto, Speer no me pareció tan feo como los otros nazis, vamos, que tenía sus encantos. Pero, ¿se valdría de ello para no salir tan mal parado como otros nazis? Lo que dice Gitta Sereny ¿lo investigó ella o se lo contó Speer?

David L dijo...

Hola,

Yo apostaría sin ninguna duda por la segunda afirmación, es decir, Speer fue un buen nazi. Resulta muy difícil creer que Speer no estuviera al caso de lo que estaba sucediendo en Auschwitz o en campos similares. Además, Speer era el responsable del Departamento Central para el Reasentamiento que obligó desde 1939 a miles de judíos a abandonar sus casas para no entorpecer los grandes proyectos arquitectónicos que esperaban poder desarrollar en la capital del Tercer Reich. Speer fue un nazi muy listo que se desenvolvió muy bien durante la vida del mencionado periodo, además tampoco lo hizo nada mal después de ser excarcelado….

Un saludo.

Ludovica dijo...

Por cierto, hoy se cumplen 94 años del final de la Primera Guerra Mundial.

Mario Tenorio dijo...

La verdad es que es muy difícil que no supiera nada. Puede que no compartiera la ideología nazi pero si que era un hipócrita de aupa y por tanto, parece que fue muy pertinente su condena.

Ludo, pues a mi me recuerda Speer a una persona conocida...

94 años, y parece que fue ayer...XDXD.

Saludos desde el Sur.

Humberto dijo...

Yo también creo que era materialmente imposible que no estuviera al tanto de lo que ocurría.

Por cierto, yo tengo sus memorias en "cola" de lectura. ¡A ver si las cuelo!

Un saludo a todos.

Ludovica dijo...

No caigo, Mario. ¿A quién te recuerda?