El 20 de abril de 1945, Hitler cumplía cincuenta y seis años. Tristemente no podemos celebrar su posterior cobardía, al ver que estaba cercado por los soviéticos y se suicidara como un valiente, si señor. Menudo fantoche tenía Alemania al frente. Lo más triste de esta situación es que todavía quede gente que celebre en serio esta efemérides.
Hitler fue toda su vida un loco megalómano y con poco sentido común. Ya se que algunos de nuestros lectores no estarán de acuerdo con mis calificativos o pensarán que son demasiados simplistas. Pero hoy por hoy, como no tengo temer que entre en mi casa las SS y me detengan, pues lo digo. Hitler mereció la horca desde el primer momento que invadió Polonia, es más, desde que refundó ese grupo de descerebrados que era el viejo e insignificante Partido de los Trabajadores y lo convirtió en la poderosa organización criminal que fue.
El cumpleaños de Hitler debe representar otra fecha más para recordar lo que un ser, ciertamente, demente puede hacer si está acompañado de las personas y circunstancias adecuadas. Un momento de reflexión para extraer nuevas conclusiones y ahondar en la determinación que el totalitarismo aún prevalece en muchos países encubierto bajo una falsa democracia desprovista de libertades y amparadas por leyes que protegen al régimen establecido.
El cumpleaños de Hitler me seguirá recordando que millones de judíos fueron masacrados en los campos de exterminios nazis. La agresión al pueblo soviético en la Operación Barbarroja efectuada por la técnica bélica del Blitzkrieg y miles y miles de campesinos rusos asesinados en un primer momento por los Einsatzgruppen.
El cumpleaños de Hitler debe mantenernos alerta, ya que la historia se suele repetir y que envasado de otra forma, alguien en algún lugar intentará vender las mismas ideas a otros ciudadanos incautos, tal como el dictador hizo con los alemanes.
Por tanto, os animo a celebrar la muerte del dictador que se recordará dentro de unos días, pero no por su muerte en si, sino porque si existe el infierno, éste estará allí disfrutando con sus colegas de partido de las clásicas y asumidas características del lugar.
Hay en la red, personas que habrán escrito sobre esta misma efemérides, y quizá lo habrán hecho en otro sentido o con otra línea de expresión, yo lo he preferido hacer desde el corazón y el recuerdo a los que fueron engañados por el dictador o asesinados por los criminales del régimen nazi.
Hoy prefiero celebrar que en 1946 ya no existía en este mundo Adolf Hitler y que, aunque los daños provocados por éste fueron muchos, Europa comenzó un camino de recuperación paralelo a otros dramas que tuvieron origen en la Segunda Guerra Mundial.
Celebremos todos los años que Hitler no cumplió los cincuenta y siete.
8 comentarios:
Me apunto a la celebración, Mario.
Perdonad que no venga a cuento pero tengo una pregunta para Ludovica,
Se ha puesto a la venta en tapa blanda el libro de Martin Gilbert, "La Primera Guerra Mundial", por lo que estoy valorando adquirirlo.
¿Lo has leído? Si es así, ¿Qué opinión te merece? ¿Me lo recomiendas?
Un saludo a todos.
Da la casualidad de también Napoleón III nació un 20 de abril, aunque de 1808. Afortunadamente no se parecieron demasiado, que yo sepa.
Bueno, Humberto, primero debo confesar que no me había enterado que sacaban a la venta el libro de Gilbert en tapas blandas: espero que no por ello lo conviertan en una edición reducida. Me preguntas sobre un libro que levanta grandes pasiones y grandes odios. Ya te anticipo que no es un libro convencional. No lo he leído entero, pero sí lo he consultado bastantes veces. Lo puedes leer como se haría normalmente, siguiendo el orden de las páginas, pero también lo puedes empezar por cualquier sitio. Tiene una visión muy subjetiva (desde el punto de vista de los aliados), pero no por ello pierde valor. Es un libro muy erudito, y al mismo tiempo es como si leyeras el periódico. Vamos que lo que conozco me ha gustado mucho.
Muchas gracias por la información.
Algo había leído acerca de la versión de Gilbert y quería contrastarla contigo.
Por cierto, hablando de libros, ayer pude ver en las librerías la publicación, también en tapa blanda, de "Paris 1919. Seis meses que cambiaron el mundo" de Margaret MacMillan acerca del Tratado de Versalles.
Parece que trata con mucha profundidad el tema. Éste caerá también.
Un saludo.
Bueno, pues ya que estamos hablando de libros, diré que estoy enfrascado con el último Premio de encargo Planeta, perdón el libro es de encargo no el premio. Tengo que decir que me está gustando bastante, a ver como termina. Olvidaba el título y autor: "Riña de gatos" de Eduardo Mendoza.
Saludos desde el sur.
Bueno Mario, soy un incondicional de Eduardo Mendoza.
Si he de decidirme por la mejor novela que he leído en mi vida, me quedo con una de él: "la ciudad de los prodigios".
Sin noticias de Gurb,
sin noticias de Gurb,
sin noticias de Gurb,
sin noticias de Gurb...
Ludo:
Una novela sicodélica, por lo que se.
Saludos desde el sur.
Realmente es muy raro que un jefe de estado este con sus tropas hasta la muerte mismo (sea suicidio o no), desde Leónidas en ls Termopilas, no ha sucedido nada semejante hasta la cancilleria en Berlin...
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