Realizamos esta entrada para, como no puede ser de otra forma, desearos una Feliz Navidad de parte de HTR. Que paséis unas felices fiestas en compañía, a ser posible, de las personas que gustéis.
Buceando por internet he encontrado en la revista muy interesante este articulo de nuestro escritor de cabecera, Jesús Hernández, sobre la tregua de Navidad de 1914. Lo dicho, que disfrutéis de una buena noche.
En la Navidad de 1914 sucedió el hecho más sorprendente de toda la Primera Guerra Mundial. Aquella primera Nochebuena bélica, las tropas alemanas colocaron sobre el borde de las trincheras abetos iluminados, que habían sido enviados al frente por orden directa del Káiser, junto a raciones extra de pan, salchichas y licores. Los soldados franceses y británicos admiraron perplejos los árboles luminosos. Esa visión casi irreal ayudó a crear un inesperado clima de fraternidad, en el que los aliados se unieron a distancia a los cánticos de los alemanes. Al amanecer, algunos soldados germanos comenzaron a agitar banderas blancas y a salir desarmados de sus trincheras, a tierra de nadie. En un primer momento, los aliados vacilaron, pero pronto salieron a su encuentro. Los hombres, que hasta ese mismo día habían estado matándose, compartieron tabaco, alcohol o chocolate. Los gestos de solidaridad continuarían durante toda la jornada; cada bando pudo recoger a sus compatriotas muertos en los combates de los días anteriores y darles digna sepultura. En algunos lugares se celebraron ceremonias religiosas conjuntas e incluso se improvisaron partidos de fútbol.
La noticia de esta tregua llegó a los respectivos cuarteles generales y se adoptaron medidas para frenar esa actitud. Un número indeterminado de soldados franceses fue pasado por las armas como escarmiento y los alemanes fueron enviados al frente oriental. Las cartas en las que los soldados narraban los hechos a sus familiares fueron destruidas y algunas informaciones que llegaron a los periódicos británicos se censuraron. Los franceses confiscaron los negativos de las fotografías que algunos soldados habían tomado durante la tregua, en donde se veían hombres de uno y otro bando posando amistosamente. Aunque a lo largo de la guerra se darían algunos casos aislados de confraternización con el bando enemigo, las altas esferas militares se encargaron de que un episodio generalizado, como el sucedido en la Navidad de 1914, no volviera a ocurrir.
7 comentarios:
Es cierto que la Navidad pierde su encanto cuando Hitler te quita tu silla mientras vas al baño. Menos mal que eso ya no puede pasar; para ese mismo cometido existen las cuñadas y demás familia agregada.
¡¡Feliz Navidad para todos!!
Saludos desde el sur.
Antes que se me olvide, he hecho un pequeño comentario en la anterior entrada.
Desgraciadamente, la Tregua de Navidad de 1914 fue algo casi irreal que difícilmente podría repetirse porque siempre hay alguien al que le molesta que la gente se lleve bien. Pero esa misma Tregua debe hacernos ver que somos dueños de nuestros actos y que, si tanta gente fue capaz de comprender que dejar de disparar podía ser algo bueno, también podrían esforzarse un poquito más la gente que se dice diplomática y evitar que se llegue a que hayan soldados helándose en las trincheras, comiendo mal y lejos de su casa. Sé que hay gente a la que le parecerá infantil lo que estoy diciendo pero me da igual.
Yo me lo he montado para pasar esta noche sólo con mi madre, precisamente para pasar una Noche de Paz. A veces, la vida hay que tomarla como viene, pero no conformarse, y luchar, luchar y luchar para que muchas más Treguas de Navidad sean posibles. Feliz Navidad.
La tregua de 1914 sólo tiene en contra que fue necesaria unas navidades para hacerla realidad y también que sólo fue durante unas horas. Hubiera sido más hermoso una paz duradera, pero entonces el hombre no sería el hombre.
Y por supuesto no has dicho ninguna tontería, Ludo. Feliz Navidad para ti y tu madre.
Saludos desde el sur
¡Ah!, lo olvidaba me he encontrado con esta gracieta:
http://www.youtube.com/watch?v=lYSG9gSq2jQ&feature=
Saludos desde el sur.
Ja, ja, ja, el chiste de la portada es genial. felicidades a todos
Un abrazo y Felices Fiestas a Mario, Luis y a todos los seguidores de este blog.
La postal de Hitler y el que fue al baño, simplemente... genial.
Al respecto hay una película que narra los hechos: "Feliz Navidad". No dejéis de verla.
Y lo dicho: Feliz Navidad a todos.
Publicar un comentario