jueves, 15 de agosto de 2013

Ponerle nombre a una batalla.


Todos los amantes de la historia  conocemos nombres de guerras y batallas. La verdad sea dicha, nunca me había preguntado como se bautizan a estos sucesos históricos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, hubo una batalla que dejó a los nazis sin las últimas reservas militares y de suministros. Lógicamente muchos de vosotros habréis pensado rápidamente en la Batalla de las Ardenas. Pues sí, habéis hecho bien. ¿Pero cómo llegó a tener ese nombre? La respuesta es curiosa.

Normalmente el nombre de una batalla se consolida en la historia de una guerra por el uso repetido que se haga del mismo en los libros, archivos e incluso periódicos de la época. También por la denominación utilizada por la soldadesca o por el pueblo en general. Sin olvidar que suele hacer referencia al lugar determinado en el que se desarrolla. En el caso de la conocida Batalla de las Ardenas, los norteamericanos llamaron a L.A. Marshall, un historiador militar que vivía en Paris y le pusieron en antecedentes sobre lo que ocurría en la zona comprendida entre nordeste de Francia, sudeste de Bélgica y Luxemburgo. Le dijeron que una operación militar de enorme importancia se estaba desarrollando en esos parajes y que existía la necesidad de ponerle un nombre acorde con el suceso.
                         



Marshall, tras conocer detalles de la batalla que estaba teniendo lugar en aquella zona, respondió que lo más adecuado sería denominarla Batalla de las Ardenas, nombre que ya se ha había tenido en cuenta en el Cuartel General, pero también añadió la conveniencia de asegurarse que no existiera otra batalla u operación militar anterior en la historia que llevase ese nombre. Tras una comprobación, se sacó a la luz unas escaramuzas en el pasado por aquella zona pero  ninguna batalla conocida por aquel nombre.

El historiador descubrió que, tras un corto periodo de satisfacción por ser aceptado el nombre propuesto, no sin algún incoveniente; los propios soldados habían bautizado la batalla con el nombre de Battle of the Bulge, -Batalla del Bulto- debido a la forma de cuña o saliente de la penetración alemana en las filas aliadas por medio de los Panzers. Este nombre sólo tendría continuidad en paises de habla inglesa, siendo conocido  en el resto como Batalla de las Ardenas.

Os dejo un vídeo que explica, para los no iniciados, el desarrollo de la ofensiva.


2 comentarios:

Ludovica dijo...

Me he visto el documental de cabo a rabo: muy ilustrativo. La verdad es que me gustaba más el nombre que le dieron los soldados y, por cierto ¿entendí "Árdenas" o "Ardenas"?

Al hilo de ponerle nombre a una batalla, recuerdo el caso de la batalla de Waterloo. En realidad debió llamarse Belle Alliance, por proximidad, pero lo de Waterloo, que estaba más lejos le gustaba más a Wellington, le resultaba más "british".

Mario Tenorio dijo...

Hola Ludovica:
Es una duda que se me planteó al escribir. Consulté en Internet y en algún libro de Jesús Hernández. En ningún lugar vi la tilde. Sin embargo, creo que el pronunciamiento es esdrújulo.

No conocía la anécdota de Waterloo. Gracias. :)

Saludos desde el Sur.