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jueves, 9 de febrero de 2012
Los hijos del Ministro del Reich.
Ayer estaba leyendo sobre la vida en el bunker de Berlín y di con lo que fue una novedad editorial hace unos años -libro que yo desconocía- en el que la cuidadora de los hijos de Goebbels habla sobre la vida del siniestro matrimonio y su relación con los pequeños:
Käthe Hübner, niñera de la familia de Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda del Tercer Reich, rompió su silencio. En el libro Los hijos del ministro del Reich, cuyos extractos fueron adelantados por el diario alemán Bild Zeitung en 2005 , la mujer relata a la autora de la obra, Petra Fohrmann, datos inéditos de la vida de su jefe y del propio Adolf Hitler. Según Hübner, éste último temía tanto ser envenenado que incluso cuando visitaba la casa de Goebbels llevaba consigo un termo con el té que bebía.
La mujer entró a trabajar con la familia Goebbels en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando tenía 23 años. A partir de entonces y hasta el derrumbe del Tercer Reich, en 1945, cuidó de los seis hijos del ministro de propaganda y de su esposa Magda, a quien Hübner recuerda con cariño. "La atmósfera y el olor del perfume que exhalaba estaban presentes mucho después de haber salido de la habitación. Magda Goebbels me caía bien", señaló en su conversación con la autora del libro.
Según la niñera, en la casa de los Goebbels era habitual rezar antes de las comidas, a pesar de que los niños no recibían educación religiosa. La costumbre provenía del propio ministro de Hitler, quien pertenecía a una familia católica de Renania. Magda, en cambio, había sido criada en la tradición protestante alemana, pero tenía devaneos con el budismo. "Creía en la reencarnación y que los niños tendrían una vida más hermosa después de su muerte", recordó Hübner en el libro de Fohrmann.
Hübner recuerda, además, que el ambiente en la casa tenía una mezcla de disciplina e ideología, aunque ni Joseph Goebbels ni su esposa estaban muy presentes en la educación de sus hijos. El primero, según la mujer, casi nunca estaba en casa y con el pasar del tiempo su presencia fue cada vez menor. En tanto, Magda pasaba viajando o invitada a tomar el té.
Asimismo, la mujer relata detalles de la vida cotidiana en la casa de los Goebbels. Los niños se levantaban a las siete de la mañana y luego de tomar desayuno se iban al colegio en un carro tirado por caballos. Además, era habitual que cuando Goebbels estaba en casa terminara jugando con su único hijo hombre a perseguirse a través de la mesa. Todo ello, sin embargo, terminó cuando se trasladaron al búnker junto a Hitler, donde los niños morirían por decisión de sus padres.
Magda envenenó a sus seis hijos en el interior del búnker poco antes de que cayera Berlín y el propio Hitler se suicidara junto a su mujer Eva Braun. El 28 de abril de 1945, Magda escribió una carta de despedida a Harald Quandt, el hijo de su anterior matrimonio. "No merece la pena vivir el mundo que viene detrás del Führer y del nacionalsocialismo. Por eso, he tomado a los niños, porque son una lástima para la vida que viene. Un dios misericordioso me comprenderá cuando yo misma les dé la salvación", escribió.
Los Goebbels tuvieron cinco hijas: Helga, Hildegard, Hewig, Hoding y Heidrum y un hijo Helmut. Todos sus nombres comenzaban con H en honor a Hitler y al momento de morir la mayor tenía 12 años y la menor cuatro. El episodio aparece recreado en la película La Caída, que relata los últimos días del Führer y de su círculo más cercano en el búnker. La cinta se basa en el libro homónimo del historiador alemán Joachim Fest y en los recuerdos de la secretaria de Hitler, Traudl Junge.
El derrumbe del régimen se concretó el 30 de abril, cuando Adolf Hitler se suicidó. Poco después el propio Goebbels y su esposa también se quitaron la vida. Una versión sostiene que el ministro de Propaganda asesinó de un tiro a su esposa y luego se suicidó. Sin embargo, otra asegura que Goebbels se disparó y Magda murió ingiriendo cianuro. Luego de la muerte de sus jefes, Hübner dice haberse hecho pasar por sordomuda para evitar ser detenida por las tropas soviéticas que entraron a Berlín.
Fuente: Hemeroteca
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11 comentarios:
Paisano, en la calle San Miguel hay un centro muy apropiado para mi predecesor...
¿Esto es spam?
Saludos desde el sur.
Pués sí parece spam...
El mismo texto está en:
http://cristianismo-laico.blogspot.com/
Saludos desde el sur.
Me ha encantado el post, Mario, pero no puedo evitar pensar que Frau Goebbels estaba loca. ¡Matar a los hijos! Por cierto, ¿qué pasó con el mayor? Seguro que también se lo hubiera cargado de estar con la familia en el búnker.
A propósito (jejeje), ¿tas olvidao de poner el título?
Ludovica, si supieras la cantidad de padres y madres que, desesperados, mataron a sus hijos al final de la guerra, comprenderías quizá la decisión de los Goebbels. Ahora nos puede parecer monstruoso (de hecho lo es) pero debemos empatizar un poco y ponernos en el lugar de aquella gente. Eran momentos terribles. Por aquella época era bien conocido que los rusos torturaban a los miembros de las Juventudes Hitlerianas. Se dieron casos de adolescentes asesinados a quienes ataban a caballos y era arrastrados hasta morir. También se dieron casos de niños que tuvieron que ver cómo una fila de soldados rusos violaban a sus madres. Ante semejante panorama, créeme, yo también mataría a mis hijos.
Saludos
Esto seguro Nacho. Pero recordemos la frase de que nada merece la pena sin nacionalsolialismo. Quizá ese fue el origen de la idea de matar a sus hijos y no los rusos.
Saludos desde el sur.
Ya dije en una ocasión, y me reafirmo, que el vil y cruel acto cometido por el matrimonio Goebbels, ha servido para que la Historia, como no puede ser de otra manera, los condene eternamente.
Fanatismo y locura mezclados en un cóctel explosivo.
Hola Mario: me ha gustado mucho tu artículo. Leí en alguna parte que el padre del hijo mayor de Magda era judío. ¿Es cierto o es una leyenda urbana?. Lo pregunto porque este joven era piloto de la Luftase (creo que se escribe así) y que se miraba mucho lo de la "pureza aria". Gracias de nuevo por permitirnos leer tu artículo.
Hola Mario: me ha gustado mucho tu artículo. Leí en alguna parte que el padre del hijo mayor de Magda era judío. ¿Es cierto o es una leyenda urbana?. Lo pregunto porque este joven era piloto de la Luftase (creo que se escribe así) y que se miraba mucho lo de la "pureza aria". Gracias de nuevo por permitirnos leer tu artículo.
Buenas tardes!
Alguien sabria como proporcionarme información sobre como puedo encontrar el libro para comprarlo?
Muchas gracias
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