jueves, 26 de enero de 2012

Las ayudas exógenas nazis.

Nunca terminaremos de hablar y escribir y, por supuesto, leer sobre la Segunda Guerra Mundial. Resulta que también existía doping entre los soldados del ejército alemán. Unos documentos encontrados demuestran que las autoridades nazis llegaron a repartir entre sus filas más de doscientos millones de Pervitin, un compuesto que tenía como base la conocida metanfetamina.

Por lo visto se intentaba que los soldados mostrarán más ferocidad, fuerza y resistencia en los combates. Ésto parece que contradecía el interés que el régimen nazi tenía por la salud y el deporte, llegando a rechazar el consumo de alcohol y tabaco ya que pretendían una raza aria saludable. Los primeros experimentos fueron con prisioneros de los campos de concentración. No me extrañaría que Mengele hubiera estado en el ajo.

Según el criminalista Wolf Kemper, escritor del libro Nazis on speed la sustancia fue denominada D-IX, y fue utilizada en el campo de Sachsenhausen, suministrándola a individuos que eran obligados a recorrer más de cien kilómetros con un peso añadido de veinte kilos. Se componía de tres mg de cocaína, cinco de Pervitin y cinco de un analgésico llamado Eukodal. Se etiquetaba como "estimulante"

Los soldados cuando escribían desde el frente, les pedían a sus familiares que les enviasen Pervitin para superar el día a día.

Todo este plan para lograr mejor rendimiento en los soldados del Tercer Reich no tuvo continuidad debido al desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía.

Hoy el Pervitin tiene como principales consumidores a veinte mil checos que están, según leo, muy engachados al fármaco.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Así que los nazis querían la salud para sus súbditos porque pretendían una raza aria saludable. Interesante.

"No me extrañaría que Mengele hubiera estado en el ajo". Frase con un rigor histórico alucinante. Total, qué más da verdad? Mengele está muerto...

Y lo más desternillante del relatito: "individuos que eran obligados a recorrer más de cien kilómetros con un peso añadido de veinte kilos". Todavía me estoy riendo. ¿Podrías especificar en cuánto tiempo se les obligaba a recorrerlo? Sería un dato interesante. Pero tengo la impresión de que quien lee estas historias se conformaría con esta respuesta: ¡en una hora!

charlie furilo dijo...

Interesante articulo. No tenia ni idea, pero tampoco me sorprende: para combatir en según que condiciones, soportar según que cosas y tener que hacer según que otras, debían de meterse algo.

Saludos!!

Mario Tenorio dijo...

Que sí Anónimo, que los nazis eran gente muy buena y son los inventores del rigor histórico. Otro lector anónimo satisfecho.

Gracias Charlie, por los visto les gustaban las pirulas en el frente.

Saludos del sur.

Ludovica dijo...

Está claro que si los soldados alemanes tenían la opción de meterse esta sustancia es porque igual no tenían una dieta adecuada.

Buen artículo, Mario. Lo mejor: tu respuesta al anónimo.

Mario Tenorio dijo...

Gracias Ludo.
Hoy tenemos una efemerides especial:

http://www.libertaddigital.com/mundo/2012-01-27/setenta-anos-despues-del-horror-1276448252/


Saludos desde el sur.

David L dijo...

Interesante entrada, la verdad es que no había leído nada al respecto sobre este “dopaje “a los soldados alemanes. De todas formas creo que existía otro método más usado para soportar los rigores de la guerra : el alcohol y el tabaco. Ambos elementos eran fundamentales para mantener la moral alta en la tropa.

Un saludo.

Ludovica dijo...

Mario, he visto tu enlace y, desgraciadamente, sospecho que es verdad lo que dice el artículo. Pero además, (por decirlo de alguna manera) estas personas no se sabrán la versión ni de un bando ni de otro.

Por cierto, en el artículo no veo que especifique qué edades tienen esos jóvenes.

Humberto dijo...

Interesante post, Mario.

Un saludo a todos.

enfermero9 dijo...

Buenas tardes Mario, habrás podido deducir por mi nick a qué me dedico y también que soy aficionado a la historia, tengo una buena colección defámacos y material médico de la guerra civil y de la postguerra (a unos metros de tu casa), si te interesa un intercambio, coméntamelo y si le quieres echar un vistazo lo mismo.
http://enfermero9.blogspot.com/2011/05/algo-habra-que-inyectar-no.html

enfermero9 dijo...

Y a los troles ni agua...

Mario Tenorio dijo...

Gracias enfermero9, me ha asombrado tu colección de fármacos. Muy interesante, vecino.

He visitado tu blog y me ha encantado la entrada que has dedicado al respecto.

Saludos desde el sur. (contigo este saludo no funciona igual, jeje)