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lunes, 28 de noviembre de 2011
Nuevo libro de Álvaro Lozano: Breve Historia de la Primera Guerra Mundial

jueves, 24 de noviembre de 2011
La guerra de todos.

A lo largo de la Historia el Hombre ha encontrado serias dificultades para vivir en paz y ha optado por hacerlo en guerra. ¿Es el ser humano una criatura incapaz de vivir sin conflictos?
Todos tenemos ejemplos de conocidos que no respetan las normas de convivencias, ya sean en la comunidad de propietarios donde habitemos o en la mala utilización de cualquier servicio público de nuestra ciudad. El Hombre es un ser conflictivo para su propia especie, un invasor de los derechos de los otros y un trasgresor de la intimidad ajena.
Cuando Hitler llegó al poder lo hizo con la intención de conducir a su país a una guerra, seguro que algún lector no estará de acuerdo con esta afirmación. Pero lo cierto es que con excusas como la expasión territorial se anexionó varios paises, mostrando una actitud absolutamente belicista. Los múltiples proyectos urbanísticos proyectados durante su gobierno y por consecuencia de mejoras en la vida de los alemanes, se vieron truncados por el ansia de conquista y la obcecación en la idea de que el mundo conspiraba en su contra.
También es cierto que no todos los seres humanos son belicistas, que el común de los mortales no quiere tener problemas con sus vecinos. Esto no impide que se sienta seducido por ideas de otros que sí tienen un alto grado de interés por el dominio ajeno. Las invasiones de nuevos territorios, el saqueo de la propiedad y las múltiples injusticias y muertes acaecidas durante la Segunda Guerra Mundial refleja la capacidad nula de la masa ante una lengua vivaracha y una mente calenturienta que invite al asalto del prójimo por ambición desmedida.
La guerra como factor de defensa ante el Tercer Reich fue un ejemplo de como la cara de una misma moneda puede favorecer en cierta medida algo tan trágico como es un conflicto bélico. Imaginaos que los Aliados no hubiesen tomado la firme determinación de poner pie en pared con el dictador alemán. Ahora puede que nos saludáramos a la romana.
lunes, 21 de noviembre de 2011
Nuevo libro de Jesús Hernández: Operaciones Secretas de la Segunda Guerra Mundial.
Nuestro escritor de cabecera ha sacado un nuevo libro, y como es costumbre ahí va la entrevista pertinente:
—No vamos a hacerte la manida pregunta de ¿Por qué un libro sobre Operaciones secretas de la Segunda Guerra Mundial? Nuestras preguntas son mucho más profundas e ingeniosas, así que allá va: ¿Por qué un libro sobre Operaciones secretas de la Segunda Guerra Mundial? Hace tiempo que tenía en mente este proyecto y que iba recopilando material, hasta que he considerado que había llegado el momento oportuno para meterme de lleno en él. Aunque resulte sorprendente, en español no hay libros centrados en las operaciones secretas de la SGM. Podemos encontrar referencias a ellas, de forma fragmentada, pero normalmente son tratadas de forma breve, como un complemento a la narración de hechos más relevantes. No se les ha dado entidad propia. Eso es una lástima, porque los relatos de esas operaciones rebosan intriga, suspense, acción; creo que son mejores que muchos guiones cinematográficos. Por lo tanto, me decidí a reunir diecisiete de estas historias para que el lector disfrute conociéndolas y viviéndolas.
— ¿Aún quedan historias de un conflicto tan estudiado que sean desconocidas para el público en general?
Son tantos los acontecimientos sucedidos durante la SGM que aún quedan historias prácticamente desconocidas, no sólo para el gran público, sino para el especializado, y en el futuro se descubrirán más todavía. En el libro el lector encontrará operaciones de las que tendrá un conocimiento somero, y que ahora podrá conocer en detalle, y otras que estoy seguro de que no ha oído hablar nunca. Este es un libro plagado de sorpresas, incluso para el lector especializado.
—Es consabido el secretismo y sobre todo la desinformación que se produce durante una guerra ¿Te ha costado mucho discernir la verdad entre tanta propaganda bélica?
Es muy difícil discernir la verdad, ya que, en una guerra, ésa es la primera víctima. Además, tras la contienda se impuso la versión más conveniente a los intereses de los vencedores. Yo nunca doy por cierto nada, especialmente cuando la cuestión está ligada de algún modo a los servicios secretos británicos. Ellos fueron los auténticos maestros del secretismo y la desinformación, mientras que los alemanes fueron tremendamente ingenuos. En cuanto a mi trabajo de investigación para este libro, he procurado comprobar los hechos según varias fuentes para no caer en ese tipo de trampas, pero a veces has de apostar por una de esas versiones, hay que afrontar ese riesgo.
—Después de tus dos últimos libros monográficos, “El Reich de los mil años” y “El desastre del Hindenburg” ¿Que te ha motivado a volver a un libro del estilo de” Enigmas y Misterios e Historias Asombrosas?
No creo que Operaciones Secretas sea un libro del mismo estilo de los dos títulos que apuntas. Puede serlo en apariencia, pero viene también a llenar un hueco en la bibliografía en español, como sucedió con los dos monográficos, algo de lo que estoy muy orgulloso. En este caso, creo que Operaciones Secretas toma lo mejor de ambos estilos; es un estudio de aspectos de la SGM que no han sido tratados y, por otro, tiene atractivo comercial. Espero que el lector también obtenga esa doble satisfacción; conocer esos hechos y disfrutar de una lectura entretenida.
—Para terminar una pregunta que a muchos de tus seguidores nos asalta. ¿Para cuándo el salto a la novela? Olvida la pregunta, no voy a darte ideas, que hay algunos autores noveles que tienen que sobrevivir y ya es bastante difícil sin tener a un peso pesado acaparando cuota de mercado.
Voy a explicar una anécdota; hace un par de días, mi padre, que ya está leyendo el libro, entró en mi estudio para sugerirme con mucho tacto que lo que tenía que escribir es una novela, ya que estaba disfrutando del libro como si se tratara de una novela de suspense. Me dijo que estaba leyendo el capítulo dedicado a la Operación Diluvio y no podía dejarlo, intrigado por el desenlace… Lo mismo me ha pasado con otro libro, Operación Valkiria, del que se valoró el suspense que supe crear en el lector. Aunque parece que tengo cierta facilidad para narrar historias, escribir una novela no es nada fácil, siento un gran respeto y admiración por los escritores de este género. En el ensayo histórico, cuentas ya con un guión y unos personajes, has de limitarte a desarrollarlos, pero en la novela has de crearlo todo de la nada, y además conseguir que el relato funcione, eso es dificilísimo. Quizás algún día me decida a afrontar ese reto, no lo descarto, pero de momento estoy enfrascado en mi nuevo proyecto del que, con mucho gusto, podemos volver a hablar aquí. Muchas gracias por invitarme a vuestro blog y un saludo para todos mis lectores.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Tiempos de cambios y ruina.

La situación de nuestra España, en cifras de paro y ruina me suena mucho a las de la Alemania de 1933. Las ganas de que alguien se haga cargo de nuestros problemas como sociedad sigue siendo un imposible. Hace poco oía que, desde los micrófonos de una radio, un analista político exponía hechos económicos malogrados, siendo su consideración final que nos hallábamos ante una situación prebélica.
Cualquiera que hubiese escuchado semejante expresión, no dejaría de llamar exagerado al hombre de radio que clamaba a los cuatros vientos que nos ibamos por el sumidero de la Europa económica.
Esto me hizo recordar que cuando Hitler llegó al poder, también Alemania se encontraba en una situación límite, que pudo mediante un plan de inversión pública y el resucitamiento de la industria Alemana por la reconversión de ésta para afrontar una vinculación total al objetivo armamentístico del país. Era una situación lejana a ésta porque no existe ningún Hitler y la revancha bélica no procede.
En Alemania, las cifras de paro se redujeron por mor de los kilómetros de autopistas construidas y la fuerza perdida y recuperada por la derrota en la Primera Guerra Mundial. Hasta aquí la parte optimista del régimen nazi.
Pero Hitler y sus secuaces llegaron al poder por unas elecciones que le dieron más de trece millones de votos y teniendo un millón de militantes, además de cuatrocientos mil SA y SS. Se trazó una nueva estrategia, la de conseguir el poder y no luchar contra éste. Su cautivante oratoria, su discurso nacionalista prometía la vuelta a lo que fue el antiguo imperio Alemán , previo a la derrota bélica de 1918, mejores condiciones de vida para millones de desocupados, restaurar la gloria del ejército alemán, desarticulado por las potencias triunfantes en la primera guerra, tenía buena acogida en un gran número de alemanes que sobrevivían a duras penas, dad la crisis económica del año 30 y de las sanciones de esa índole que había impuesto a Alemania las potencias vencedoras de la contienda de 1914.
A pesar de sus manipulaciones, las bajas en su partido se sucedían y Hitler entendió que había que hacer algo para conseguir el ansiado poder. Alemania empezaba a salir tímidamente de la crisis y era el momento que el partido nazi se uniera a esas olas de optimismo para orillar en buena playa.
Entonces, acordó con von Papen que intercediera ante el anciano Hindenburg para que Hitler fuera nombrado canciller a cambio de que el mismo von Papen fuera vicecanciller.
Von Papen tenía acceso directo al enfermo von Hindeburg y empezó a maniobrar para que cediera a sus deseos. Pero Papen no tenía buena imagen de Hitler y lo insultaba hablando despectivamente de su inteligencia y capacidad de gestión.
El Canciller Kurt von Schleicher, militar, enfrentado con Papen, veía con buenos ojos la llegada de Hitler a la Cancillería, pero no aceptaba el nombramiento de Papen como vicecanciller. Quería para él ese puesto y desde allí poder controlar a Hitler.
El ejército, pieza clave en esta maniobra política tenebrosa y llena de cinismo, no era ajeno a esta jugada donde se pretendía dar el poder de Alemania a un fanático brutal, sin tener en cuenta la opinión de la ciudadanía. También ellos, los viejos generales del Estado Mayor, creían con ingenuidad poder manejar a su antojo a Adolf Hitler. Este les había prometido que de llegar al poder, iba a restaurar las viejas glorias del ejército Alemán. Y muchos oficiales jóvenes le creyeron.
El General Von Hammerstein, comandante en jefe del ejército, compartía la postura de Papen sobre el nombramiento de Hitler como Canciller; por otra parte, dio el visto bueno para que el general Von Blomberg -delegado en Suiza por la Conferencia de Desarme- fuera nombrado ministro de defensa en el nuevo gabinete. Lentamente, en los cruciales días de enero de 1933, se estaba decidiendo el futuro de Alemania por parte de un grupo reservado de hombres con una miopía política tal, que no imaginaban el monstruo que estaban engendrando.
Pero relajémonos viendo un video en el que mismísimo Hitler expone lo que piensa que pasará en España tras la elecciones del 20N. Unas risas a costa de política ficción... ¿o no?
lunes, 14 de noviembre de 2011
La intrahistoria de Auschwitz I
Las fotografías muestran a Höcker con otros oficiales de las SS en Auschwitz durante el verano y otoño de 1944 y nos dan un nuevo entendimiento de sus vidas y actividades dentro del campo. Aun en los últimos meses de la guerra, después que las tropas soviéticas habían liberado campos de concentración y de trabajos forzados al este, los oficiales de las SS apostados en Auschwitz disfrutaban de funciones sociales y ceremonias formales. El álbum muestra Auschwitz durante un periodo crucial -- el periodo durante la cual las cámaras de gas funcionaban a máxima capacidad -- mientras los judíos húngaros llegaban y durante los últimos meses antes de la evacuación del campo. El único otro álbum conocido de fotografías tomadas en Auschwitz, publicado como el "álbum de Auschwitz" (la primera publicación en 1980), muestra específicamente la llegada de los judíos húngaros y el proceso de selección que las SS impusieron sobre ellos.
En diciembre de 2006, un teniente coronel retirado del ejército estadounidense y ex miembro del cuerpo de contrainteligencia (CIC) escribió al archivo del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos. Como uno de sus varias tareas como agencia de inteligencia militar, el CIC condujo investigaciones de perpetradores nazis para los fiscales de los Estados Unidos en la oficina del fiscal militar general después de la Segunda Guerra Mundial. Mientras estaba prestando servicios en Alemania en 1946, este oficial había encontrado un álbum fotográfico en un departamento abandonado en Frankfurt y lo había llevado a su casa. Ahora viejo, estaba listo para donarlo al museo, pero quería que su donación quedara anónima.
Karl Höcker, el oficial de las SS dueño del álbum, está en casi todas las páginas de fotografías, pero raramente aparece en documentos históricos. Sin embargo era el ayudante al comandante del complejo de Auschwitz durante algunos de los meses más asesinos de la existencia del campo. Quien era? Como llegó a Auschwitz? Que hizo ahí?
Karl Höcker nació en Engershausen, Alemania, en diciembre de 1911, y era el menor de seis hijos. Su padre, un obrero de la construcción, murió en la Primera Guerra Mundial, y su madre luchó para mantener a su familia. Höcker, que trabajaba de cajero de un banco en Lubbecke, se alistó en las SS en 1933 y se afilió al partido nazi en 1937. Se casó en 1937, tuvo una hija en 1939, y en octubre de 1944, tuvo un hijo. Al estallar la guerra, Höcker fue asignado al campo de concentración de Neuengamme y pasó la guerra entera administrando varios campos de concentración. En 1943, era el ayudante del comandante de Lublin-Majdanek.
Cuando el SS-Sturmbannführer Richard Baer fue nombrado comandante de Auschwitz en mayo de 1944, Höcker también fue reasignado al campo, de nuevo en el puesto de ayudante. Antes de que fuese ejecutado por crímenes de guerra, Rudolf Höss, el comandante más famoso de Auschwitz, describió el papel del ayudante en sus memorias:
[El ayudante] es el primer asistente del Kommandant. Debe asegurar que ningún evento importante en el campo quede desconocido al Kommandant. El ayudante es el superior de todos los suboficiales y la tropa del personal del Kommandant… El oficial de día y el comandante de la primera guardia reportan al ayudante, le presentan sus informes de trabajo y los firman… fuente: Rudolf Höss. Death Dealer: The Memoirs of the SS Kommandant at Auschwitz. (New York: De Capo Press, 1996).
Höcker se permaneció en Auschwitz hasta su evacuación, y después se fue con Baer en enero de 1945 cuando Baer asumió control de Dora-Mittelbau. Höcker huyó antes de que los Aliados liberaran el campo. Las tropas británicas lo capturaron cerca de Hamburgo en posesión de la identidad de un soldado de combate. Sin una descripción precisa de él, las autoridades británicas liberaron a Höcker en 1946 después de solamente 18 meses de encarcelación en un campo de prisioneros de guerra. Hasta que fiscales de la Alemania occidental empezaron a buscarlo como consecuencia del juicio de Eichmann, nadie lo fue a buscar. Resumió su vida en Engerhausen con su esposa y dos hijos. Se había entregado por un procedimiento de de-nazificación en 1952 pero no cumplió ninguna condena. Empezó a hacer jardinería en su tiempo libre y era jefe cajero del banco regional en Lubbecke. Aunque perdió su trabajo cuando fue acusado en 1963 durante los procedimientos de Auschwitz en Frankfurt de 1963-1965, fue contratado de vuelta en 1970 después de su liberación
Fuente: Enciclopedia del holocausto
jueves, 10 de noviembre de 2011
Apuntes sobre el neonazismo.

No pretendo pontificar sobre el neonazismo, sino únicamente exponer algunas datos que he ido encontrando por la red sobre esta cuestión y que puede ser, así lo espero, de interés.
El neonazismo se entiende como el movimiento surgido tras la caida del Tercer Reich y que desembocó en apoyos mantenidos al régimen caido a lo largo de las primeras décadas. Dicen que su promotor principal fue el oficial de las SS Karl Heinz Priester, un antiguo mandatario de las Juventudes Hitlerianas.
Durante los años 50 se intentó darle internacionalizar el movimiento y hubo una reunión en Wiesbaden de más 800 organizaciones provenientes de todo el planeta, con la idea de sentar unas bases. Priester murió más tarde y la cosa no fue a más.
Actualmente los grupos neonazis utilizan símbolos como la esvásticas, la runas, la cruz celta y otros pertenecientes a los Africaners y al Ku Klux Klan.
Curiosamente, a pesar del control sobre el nazismo en Alemania, existen algunas organizaciones políticas con clara vinculación al neonazismo, siendo éstas de muy poca trascendencia social. La más famosa es el Partido Nacional Democrático (NPD). Uno no puede sino sorprenderse al leer detenidamente las siglas de este partido porque diría que por su poco impacto en la Alemania de ahora más que un "partido" son una partida, "nacional" , sinceramente no creo que lo sea y "democrático" es cuando ya me entra la risa.
Hace pocos años a la prensa le dio por magnificar el poder del neonazismo en la sociedad actual y le dieron cancha con documentales y reportajes. Hoy se ha dejado de oír tantas cosas respecto al movimiento. A lo mejor es que crece tras el silencio, quien sabe.
En Sajonia cuentan -según leo- con 124 diputados y tienen 9 representantes parlamentarios. No es de extrañar ya que nosotros tenemos a los amigos de la ETA en ciento y pico de ayuntamientos en nuestro país.
El peligro de que todo vuelva a empezar está bastante lejos y la leyes germanas se ocupan y preocupan de que nada se salga de madre. Un país que cambió el mundo, como fue el caso de Alemania, siempre tiene que estar vigilante en asuntos como éste.
Espero -como decía al principio- poder profundizar un poco más en otra ocasión. Mientras tanto, me enriqueceré con vuestros comentarios. Seguro que serán muy atinados.
lunes, 7 de noviembre de 2011
El Gran dictador, discurso
jueves, 3 de noviembre de 2011
Arte, estética y nazismo.

En el caso del arte no se piensa de igual forma. El arte es un resumen de valores de una época y por tanto, no se encuentran a muchos defensores del arte nazi. Tiene su sentido en la sociedad de la imagen y la hipocresía en la que vivimos. El arte nazi no puede ser “positivo” según los postulados vigentes. Mi opinión es que el arte es siempre positivo, es decir, bueno ya que si fuera malo no sería arte. El arte como estética nazi se ha juzgado como infantil y monumentalista, falto de argumento estético. Desde el punto de vista nacionalsocialista los pilares que han sustentado la consideración de artistas del régimen o no tienen orígenes claros y definidos.
El arquitecto Paul Shultze colocaba, en su libro Arte y Raza, junto a pinturas Matisse o Picasso, fotos de personas deformes por la enfermedad reflejando en su intención el hecho de que un ser que se conduce “hacia la perfección” se puede ver abocado a destinos “indignos”. El arte nazi buscaba un ideal de perfección hacia la eternidad.
Para lograr la instauración de este ideal entre la población, no utilizaron estrategias educativas a largo plazo sino propaganda, impregnación e imposición.
Algunas de estas imágenes de propaganda en la consecución de una sociedad que busca el ideal han llegado hasta nosotros. Un ejemplo tangible es el Volkswagen Escarabajo.
El socialista Harold Laski se preguntaba si el régimen nazi no era sino una caricatura del resto de los países europeos. En 1936, el filósofo alemán Martin Heidegger daba una conferencia titulada "Origen de la obra de arte", en la que decía: "El origen de la obra de arte, esto es, también el origen de los creadores y cuidadores, la existencia histórica de un pueblo, es el arte. Esto es así porque el arte es en su esencia un origen: un modo destacado de cómo la verdad llega al ser, de cómo se torna histórica". Parecer ser que Hitler asumió los argumentos estéticos de Heidegger o quizá respiró los aires de aquellos tiempos. Eran ideas que compartían fascistas y anarquistas e incluso algunos monárquicos. Las chimeneas de la fábricas eran tan festejados como las catedrales, siendo los primeros símbolos de poder y avance de una sociedad que había permanecido oprimida por sus propios errores. El Movimiento Moderno se sumergió en un discurso redentor y se autodefinió como una vía de liberación de las masas, a través de la estetización de los productos industriales de consumo y de la dignificación de la vivienda para el pueblo, que recién a principios del siglo XX comenzó a ser percibida por los arquitectos como símbolo digno de su atención, el nazismo empleó un lenguaje esteticista y una llamada al genio para definir tanto al pueblo como a su genio creador, Hitler. Una locura que quizá hoy es difícil de comprender pero que tuvo su sentido en la Alemania del Tercer Reich.
Adolf Hitler era dibujado para la propaganda como un herrero que forja una espada, como un escultor que trabaja la materia que ha de constituir al Nuevo Hombre, otras veces era un caballero con armadura al frente de legiones. Se adueñó de la cruz gamada y la convirtió en la imagen de su partido político. El símbolo ha trascendido hasta perder para el gran público su antiguo origen hindú. Contrató al fotógrafo Heinrich Hoffmann que se dedicó a inmortalizarlo en diferentes actitudes haciendo miles y miles de fotografías para la posteridad, cooperando a crear una imagen de mesías del pueblo alemán. Leni Riefenstahl colaboró con el régimen en el mismo sentido que Hoffmann, documentado algunos actos principales del partido en sus famosas películas.
La letra gótica, de uso común en los libros impresos alemanes, fue adoptada por el régimen, que la utilizaba en todos sus documentos. Se organizaban concursos de caligrafía con el lema: "La escritura alemana es una parte del pueblo alemán". En 1941, el secretario de Hitler, Martin Bormann, ordenaba que se cambiara toda la tipografía de los documentos alemanes a letras romanas, ya que se descubrió que la letra gótica era una tipografía judía en su origen.