miércoles, 8 de septiembre de 2010

El lenguaje del Tercer Reich



Desde antes de la llegada del NSDAP al poder, la sociedad alemana se vio seducida por un lenguaje afín al partido de Hitler.

Victor Klemperer, escribió un libro fruto de sus observaciones como ciudadano alemán y filólogo de prestigio. Fue apartado de su cátedra de filología de la Universidad de Dresden e incluso no podía tener libros que no fueran “para judíos”.

Comenzó así un diario en el que anotaba sus vivencias y cambios en la vida de Alemania. Pero además empezó a crear un listado de expresiones que eran propias del Tercer Reich. El surgimiento de siglas que invadió la vida civil y la manipulación del lenguaje con términos propios del régimen tales como, “ciencia judía” ó “estrategia bolchevique” impregnaron a la población, convirtiéndose en casi el único lenguaje utilizado por millones de alemanes.

El libro de Klemperer, LTI (Lingua Tertii Imperii), es una manifestación del poder y sometimiento al que fue abocado todos los medios de comunicación existentes en la época, además de consolidarse como lenguaje adecuado para sobrevivir durante el Tercer Reich. Cualquier persona que se distinguiera por la utilización de la antigua nomenclatura se arriesgaba a ser declarado “enemigo del pueblo" y por tanto, ser deportado a los conocidos “campos de reeducación”.

El LTI fue utilizado por la ciencia, la jurisprudencia y cualquier ámbito público; se apropió y manipuló conceptos de todas las materias y dirigió al pueblo alemán a lo que hoy denominaríamos como “Estado Total”, es decir, una identificación plena entre Estado y sociedad, donde nada queda fuera del Estado y éste, se interesa y domina todas las parcelas de la vida pública o privada.

7 comentarios:

Humberto dijo...

Interesante post e interesantes reflexiones.

Salvando las distancias, aún hoy el lenguaje se apropia y se manipula por muchos sectores de la sociedad.

Ahora le llamamos "lenguaje políticamente correcto" pero en el fondo es lo mismo.

Por expresarte de una manera o de otra puedes pasar de ser un líder y una persona respetada a ser un auténtico apestado.

Socialmente se reniega de emplear ciertas expresiones que en privado soltamos con total desparpajo.

Depende de lo que se hable y de como se diga lo normal es mirar a los lados y a la espalda para ver quien me escucha, ¿o no?

¿Es o no es una auténtica dictadura del lenguaje?

Luis Guerra dijo...

Hola Humberto:

No puedo estar más de acuerdo contigo.

Vivimos en el mundo de lo políticamente correcto y esa corrección lleva a los mandatarios a no atreverse a realizar acciones necesarias y que el pueblo apoya por el miedo a ser atacados no se sabe muy bien por quien.

Ludovica dijo...

Me temo que Humberto se me ha adelantado en algunas palabras... Yo también estoy pensando en lo políticamente correcto.

Pero creo que también se puede pensar en lo religiosamente correcto, y esto lo digo con todos mis respetos a los creyentes, que yo también lo soy (aunque debo reconocer que no demasiado).

Hace años trataron de pescarme para un grupo religioso. Al principio les sigues la corriente porque te parecen simples meapilas. Luego, te das cuenta que no te queda más remedio que seguir sus pautas de conducta y su lenguaje, sobre todo si saben de tí más de lo necesario. Tienes que estar midiendo tus palabras constantemente porque si no eres amenazado con el pecado mortal (y encima te crees que llevan la razón): para eso mejor quedarte callado. Llegas a sentir que no mereces ni aprobar un examen porque te sientes una nada. Finalmente, cuando les dejas atrás, pasan años hasta que pierdes el miedo de hablar abiertamente como lo hacías antes. Pero algo dentro de tí ha cambiado.

Mario Tenorio dijo...

Caray Ludo, me dejas impresionado. No pensaba que esta entrada podía acarrear un comentario como el tuyo. Me alegro que dejaras ese asunto atrás.

Humberto, parece ser que el hombre no sólo come hombre, sino que también está empeñado en manipular a éste. Cuando se manipula el lenguaje, es el principio del asentamiento de una dictadura, sea ésta del tipo que sea.

Saludos desde el sur.

Humberto dijo...

Yo también me he quedado "pillado" Ludovica.

¡Vaya experiencia!

En lo que sí parece que estamos de acuerdo es en el gran poder que tiene dominar el lenguaje y de ahí que todos los que aspiren a gobernar a un grupo social intenten monopolizar su uso y reglas.

Por eso, me rebelo contra esa dictadura y me esfuerzo cada día en aceptar que cada uno se exprese como considere, pero con respeto hacia los demás para no ser participe, ni yo ni los demás, de ningún tipo de tiranía de las palabras.

pedroboso dijo...

El problema es que en este país NO hay libertad de expresión, por mucho que se diga lo contrario.

No se puede decir nada que no sea políticamente incorrecto y eso me parece hipócrita.

Mario Tenorio dijo...

Pedroboso, amigo, es cierto que en esta España no hay libertad absoluta de expresión, los medios en tiempo de crisis buscan el apoyo del gobierno para conseguir salvar sus economías empresariales.

En mi zona, los periodicos están subvencionados por la Junta de Andalucía. ¿Qué se puede esperar de ellos?

En la calle, hasta hace unos meses (desde el mundial de fútbol) no se podía mostrar la bandera nacional sin que te tacharan de facha. Parece que la gente va cambiado de idea y ahora la bandera es identificada con el país y no sólo con el equipo de futbol.

Saludos desde el sur