lunes, 27 de agosto de 2012

Barbarie cultural

El Partido Nacional Socialista tomó la decisión en 1933, tan pronto asumió el poder, de imponer su verdad absoluta, ejercer su control sobre la vida cultural germana y "depurar" el espíritu del pueblo de todos los elementos que su juicios, se consideraban contradictorios del "espíritu germano". Fue para tal fin que se creó la "Liga de Lucha contra el Espíritu No-Germano"

La idea que surgió de quemar libros fue disputada por varios jerarcas Nazis, ya que cada uno quería ser el promotor de tan audaz acción, entre ellos el teórico Alfred Rosenberg y Joseph Goebbels. La campaña llevaba como estandarte un slogan remanido y previsible: "reaccionar contra la desvergonzada propaganda de la judeidad mundial contra Alemania". Todo estudiante debía depurar su biblioteca privada de los libros contagiados por la bacteria del espíritu judío. Se conminó a toda la población a deshacerse de libros que pudiesen estar contaminados de esa suerte. Comenzó a anunciarse, que la gran depuración se acercaba. Y además, estaba por salir un edicto prohibiendo a escritores judíos hacerlo en idioma alemán. El día 22 de abril, el diario "Volkischer Beobachter" los nombres de los lugares y la fecha: el 10 de mayo.

Quienes organizaron la quema de libros se habían propuesto darle al acto el carácter de un evento oficial. En la plaza frente al edificio de la Opera de Berlín se preparó una hoguera de inmensas dimensiones. El primer contingente de estudiantes se hizo presente después de las diez de la noche, junto con una banda militar, un destacamento de SS, delegaciones de estudiantes uniformados y con antorchas en sus manos, seguidos por una rugiente turba hitlerista. A un costado de la plaza, ya estaban esperando camiones cargados con unos veinte mil tomos de libros diversos. Grupos de bomberos que ya estaban preparados en la plaza, se acercaron a las pilas de libros a rociarlos con nafta. A medida que cada paquete de libros era arrojado al fuego, un locutor, en el clímax de una extraña y demoníaca vehemencia perfeccionista, iba anunciando los autores de los libros, sus nombres y la causa por la cual se los quemaba. Tales anuncios eran contestados con vítores. Los locutores, abrasados quizá por el delirio piromaniaco o el simple calor infernal de la hoguera comenzaron a aullar, mencionando los valores opuestos a las ideas del libro a quemar, como por ejemplo Nacionalismo y Universalismo, el Tercer Reich y la república de Weimar, nacional socialismo y marxismo, etc.

Además de los libros de Karl Marx, que fueron los primeros en ser quemados, fueron llevados a la hoguera Mann, Emil Ludwig, Erich-Marie Remarque... Por supuesto que el acto se vio coronado por un discurso de Goebbels.

Tres días después, Bernhardt Rust, quien fue nombrado Ministro de Cultura, Educación y Ciencias del Tercer Reich, asumió en nombre del Führer la misión de asumir el control del frente cultural. Poco tiempo después, se publicó la lista de los libros prohibidos, así como también el listado de autores prohibidos y sus obras. Tampoco se salvaron las bellas artes: de los museos desaparecieron obras de Paul Klee, Franz Marx y Vasili Kandinsky, definidas como arte decadente. Y fue entonces cuando nació y se hizo popular el dicho "Al oír la palabra cultura, desenfundo mi revólver."

Y en lo que respecta a la música, existe una anécdota que podría tener connotaciones risibles si no fuera por su doloroso contexto: poco después del Anschluss de Austria, un destacamento nazi llegó a un pueblecito, del que se habían recibido denuncias respecto a que su población estaba compuesta eminentemente por judíos. Se cuenta que apenas llegaron los esbirros en sus vehículos y comenzaron a montar su campamento en la plaza principal del pueblo para cumplir con su siniestro cometido, una de las primeras órdenes dadas por el comandante fue, entre otras, tirar abajo las estatuas de los judíos. Un sargento al que le había sido asignada la tarea se dirigió junto con sus hombres al comandante, herramientas en mano, para preguntarle por qué monumento empezar, a lo que el oficial le espetó: "busque la estatua que tenga la nariz más grande". Imbuido del más celoso sentido de la obediencia y profundamente convencido de estar haciendo lo correcto, el sargento y sus hombres derribaron enérgica e inmediatamente el monumento a… Richard Wagner.

Fuente:  Marcelo Sneh porisrael,

domingo, 26 de agosto de 2012

Propaganda e incontinencia


La armas de la guerras no siempre son mortales, sino que en muchas ocasiones factores como la propaganda han sido fundamentales para animar o desmoralizar a la masa social, ya sean civiles o soldadesca. He pensado que podía ser una buena oportunidad el publicar en una entrada algunas fotos de variado interés pero con el trasfondo de la curiosidad o la propaganda. Imágenes que, a mi parecer, son poco conocidas, al menos para mi.

Por ejemplo, la que podemos contemplar arriba es una perteneciente a la propaganda francesa a principios de la Segunda Guerra Mundial en la que vemos el "apresamiento" de un Hitler cualquiera.


El "mal" venía en muchos casos desde Estados Unidos, y para representarlo nada mejor que este póster en el que se ve un compendio de las "amenazas" judias, capitalistas y curiosamente ¡raciales!, con el Ku Klux Clan a la cabeza.


Publicaciones que se hacían eco de otras en las que se comparaba la foto de Hitler bebé con un nosequé monstruo natalicio.


La Waffen SS también tenía sus necesidades y como muestra la foto curiosa del día: un montón de alemanes miccionando a la orden del mando correspondiente. Perdón por la imagen escatológica, no me he podido resistir.


lunes, 20 de agosto de 2012

La mujer y el nazismo

El 3 de abril de 1923, el periódico del Partido Social Demócrata (PSD) Münchner Post escribía acerca de las "mujeres locas por Hitler" y caracterizaba con sarcasmo a las numerosas protectoras y admiradoras que escuchaban sus discursos arrobadas, empeñaban sus joyas y le hacían préstamos. Por ese y similares artículos, Hitler hizo destruir el 8 de noviembre de 1923 las salas de redacción del periódico.

Las mujeres fueron fieles auxiliares de Hitler desde el principio. Le despejaron el camino, establecieron contactos y le financiaron.

Hitler supo utilizar las simpatías de sus adeptos femeninos. Mientras la base del partido eliminaba a sus adversarios utilizando un terror brutal, en los salones cultos --dominados por las mujeres-- el Führer derrochaba encanto austriaco, repartía besos en la mano y abría para el NSDAP un estrato nuevo y financieramente poderoso. La fascinación de Hitler hacía olvidar el programa del partido, único en lo que a desprecio de las mujeres se refería.

Las mujeres eran bienvenidas como afiliados normales, pero "el hombre es el único que puede ser juez, soldado y guía del Estado", anunciaba Rosenberg. La elevación de Alemania estaba considerada un acontecimiento masculino. Hitler lo decía: "Una mujer que se mete en política me parece un espanto."

El Estado nazi jamás desarrolló una ideología respecto a la mujer. La "imagen de la mujer alemana" surgió casi por generación espontánea en el campo de sus objetivos políticos: aumentar la población con vistas a la guerra y la colonización del Este.

Durante el Tercer Reich las "damas" eran un adorno bienvenido en las recepciones de la Cancillería y en el séquito de Hitler. Para todo lo demás, se hablaba de la "mujer en casa y junto a la rueca". De hecho, nadie respondía menos al ideal femenino nacionalsocialista que las mujeres, compañeras y amigas de los dirigentes nazis.

El matrimonio no era algo exigible por consideraciones morales, sino porque los nacionalsocialistas lo valoraban como "institución reproductora" ideal. "Tenemos 2 millones más de mujeres que de hombres. El objetivo será que una muchacha se case, pero antes de agostarse como doncella vieja, es mejor que tenga un hijo."

La fanática Gerda Bormann escribió: "Sería bueno que al final de la guerra se aprobara una ley que permitiera a los hombres sanos y válidos el derecho a tener 2 mujeres. Habrá tan pocos hombres valiosos que sobrevivan a esta azarosa lucha, tantas mujeres valiosas condenadas a no tener hijos..."

Martin Bormann, que con el consentimiento de su mujer tenía, junto a su amante principal Manja Behrens, 2 más, no podía sino asentir con alegría: "Absolutamente, dada la inminente lucha que decidirá el destino nacional."

Las medidas nacional-biológicas tomadas en consideración en torno a 1943 parecen salidas de una película de terror: todas las mujeres menores de 35 años serían obligadas a tener 4 hijos con hombres de pura raza alemana. En cuanto una familia hubiese alcanzado esa cifra, los maridos quedarían disponibles para la campaña.

El resultado de la Segunda Guerra Mundial impidió el programa de reproducción nazi, junto con los previstos "matrimonios de emergencia nacional" y la eliminación del matrimonio monógamo mediante la implantación y equiparación legal de las segundas esposas.

CARIN GOERING.

DIOSA NORDICA Y FIGURA DE CULTO

El 20 de junio de 1934 tuvo lugar el solemne traslado del cadáver de Carin Goering, fallecida en 1931, de Suecia a Alemania. Fue un espectáculo único, del que se encargó el ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, a iniciativa del viudo de la fallecida, el presidente del Gobierno del Estado Federado de Prusia, Hermann Goering.

El entierro de la amada esposa se realizó en la cripta cavada expresamente para ella en la residencia de verano de Goering, Carinhall. El traslado del cuerpo, que reposaba en un ataúd de plomo, recordó las ceremonias usuales a la hora de enterrar a un faraón.

Hermann Goering y su primera mujer Carin, de soltera Freiin Fock, divorciada Von Kantzov, pasaban por ser la clásica pareja de enamorados de la era nazi. El romance de la diosa nórdica con el as de la aviación germana de la primera fase del NSDAP, se elevó a la categoría de epopeya dramática de 2 amantes que sirvieron como pioneros al joven partido. El calvario de la pareja incluía heridas, fuga y exilio, y terminaba con la temprana muerte de Carin en 1931.

Todo empezó en Suecia. A finales de febrero de 1920, el sueco Eric von Rosen regresó a Estocolmo de su expedición al Gran Chaco. Para su disgusto, allí tuvo que detenerse a causa de las extremas condiciones climatológicas. Irritado por el contratiempo, el conde se dirigió a una compañía aérea privada para fletar un aerotaxi. Tres pilotos rechazaron volar en esas condiciones atmosféricas. Pero un alemán dijo que sí, confiado en su gran capacidad.

Ese hombre, Hermann Goering, había conseguido la más importante condecoración al valor, la medalla Pour le Mérite, y había mandado la legendaria escuadrilla de caza del barón Von Richthofen. Terminada la guerra, el Tratado de Versalles exigía a Alemania la disolución de su fuerza aérea. Por eso Goering se fue a Escandinavia, donde lo contrataron como piloto jefe. Conducía el aerotaxi con el que el 20 de febrero de 1920 debía llevar al conde Von Rosen a su castillo. Fue una aventura mortalmente peligrosa.

Cuando llegaron al castillo, Mary von Rosen, la esposa del viajero, y su hija de igual nombre, acudieron a saludar al conde y dieron la bienvenida a Goering. Mientras estaban sentados charlando ante la chimenea, una joven apareció. Era alta y rubia. Goering se sintió --según su testimonio-- "herido por el rayo" de sus ojos azules.

Al día siguiente, Carin le enseñó el castillo y la "capilla de Edelweiss". Luego Goering se despidió, pero acordó una cita con Carin, porque esa mujer, casada y madre de un hijo de 8 años, correspondía plenamente a sus sentimientos. Carin von Kantzov estaba más que dispuesta al ardiente romance que pronto habría de desarrollarse.

En el verano de 1920, la pasión se había inflamado de tal modo que Carin, sin preocuparse de su esposo, su hijo o su familia, viajó a Munich con su amante para ser presentada a la madre de Hermann. La pareja viajó por el sur de Alemania. A su regreso a Estocolmo, Goering insistió en que ella debía divorciarse. El 13 de diciembre de 1922 Carin quedó legalmente separada de su marido.

En 1921 Goering había empezado a estudiar historia y economía, pensando vagamente en hacer carrera política. Sin embargo, su destino quedó sellado al año siguiente. Goering conoció a Hitler, y supo entusiasmarle con eslógans acerca de la salvación de la patria del vergonzoso Tratado de Versalles y la lucha contra el comunismo y los judíos. A Hitler le resultaba oportuno, por prestigio, reclutar para el NSDAP a alguien condecorado con la orden Pour le Mérite, y le encargó la organización de una tropa de choque que llamaron Sección de Asalto (SA). Así empezó el apasionado compromiso de Carin y Hermann Goering con el NSDAP, que no terminaría hasta su muerte.

Los esponsales de Carin y Hermann se celebraron el 25 de enero de 1923 en Estocolmo. Poco después, los Goering adquirieron un pequeño chalet en un barrio residencial muniqués. Se eligió una zona verde con toda intención, ya que el estado de salud de Carin no permitía estancias prolongadas en una ciudad. Angina pectoral acompañada de insuficiencia respiratoria, que llegaba hasta el desvanecimiento, asma, reumatismo grave, una enfermedad intestinal latente y anemia eran sólo algunas de las dolencias de una mujer que entonces tenía 35 años.

fuente: highbeam

jueves, 16 de agosto de 2012

Ideologías en los supermercados.

Muchas veces pensamos que la Historia se puede repetir. Pero seamos sinceros, la Historia es peligrosa cuando se repite.

He defendido, y además es obvio, que el regimen nazi fue terrible para el mundo, pero también he escrito, porque lo he leído y así he sido convencido con las pruebas existentes, que el periodo comprendido entre el ascenso y la caída del Tercer Reich reportó muchos adelantos tecnológicos que siguen siendo utilizados por la sociedad actual y que supuso un paso adelante en el llamado Estado del Bienestar del que hoy disfrutamos. El famoso Volkswagen Escarabajo es uno de los más conocidos. Por decir esto mismo, hace unos meses me llamaron nazi, o al menos lo sugirieron. Pienso que se debe separar por un lado lo horrible y criminal de un régimen y lo positivo que aportó. Es grave mantener una hipocresia diciendo que el nazismo no tuvo nada bueno porque no fue así. ¿Disculpa los adelantos obtenidos por el nazismo sus atrocidades? En absoluto, ojalá no hubieran existido.

Lo que si es cierto es que comportamientos de aquellos tiempos, no exclusivos de los amigos de la esvástica se han repetido en la Grecia actual. Recordemos la intención propagandística del partido heleno Amanecer Dorado, repartiendo comida entre los más necesitados -necesitados de origen griego, no inmigrantes- ha puesto de su parte a miles de ciudadano que en una sociedad desesperada por el paro y el desamparo, se dejan seducir por los estos nazis de nuevo cuño. Los militantes de Amanecer Dorado compraban con su dinero comida y con sus botas y cortes de pelo a la vieja usanza hitleriana visitaban a las viejecitas y desempleados de larguísima duración haciéndoles partícipes de sus ideas y consiguiendo votos para las próximas elecciones que iban a tener lugar.
Como dije anteriormente, este comportamiento no es exclusivo de los neonazis, sino que también de los comunistas nacionalistas andaluces del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). Esta organización con Sanchez Gordillo a la cabeza ha entrado en supermercados y robando carros llenos de alimentos con la intención de repartirlos entre los más necesitados a través del Banco de Alimentos de Andalucía. es justo decir que los neonazis en Grecia se gastaron sus euros y no se vieron implicados en ningún asalto a un establecimiento. Los sindicalistas ni un céntimo.

Significa que estos sindicalistas son nazis, por supuesto que no. ¿Son tan radicales como los de Amanecer Dorado? En este asunto, pienso que sí.

En honor a la verdad, hay que decir que el Banco de Alimentos de Andalucía no aceptó el producto de sus tropelías y los revolucionarios derivaron su botín a unos okupas antisistema. Si tenéis curiosidad por estos tipos os dejo en este enlace sus estatutos, es un texto muy curioso, de verdad. Todo este asunto parecía un dramático y sentido homenaje al actor Sancho Gracia, recientemente fallecido y famoso por su papel en la serie de corte bandolera, Curro Jiménez.

Lo que más me llama la atención es que estropearon sus aparentes buenas intenciones bajo la comisión de un delito, utilizando a hombres sencillos, supongo que con poca formación pero muy ideologizados para aparentar ser los nuevos robines hood del lugar. Todo para el pueblo. El alcalde de Marinaleda y miembro de esta organización sindical se quedó fuera del establecimiento en "labores de distracción". Eso sí, del sueldo de 70.000 euros que cobra anualmente no aportó ni uno a la causa. Así funcionan estos anticapitalistas de Visa Oro.

Todo esta entrada me lleva a pensar que, quizás las ideologías son proclives a la corrupción en sí mismas. Que las ideas en su origen están desnudas de valores morales, tan denostados actualmente y que una ideología (cuando se convierte en doctrina liberticida) es simplemente una herramienta de control social basada en la deseperanza de otros. Marx creía que una ideología tenía que cumplir la condición de que su relación con la realidad fuese menos importante que su objetivo. Y eso es lo que creo que pasa con el nazismo, comunismo, sindicalismo y en todas las doctrinas totalitarias. El individuo se abstrae de la realidad para unicamente alcanzar el objetivo. El medio no inporta, solo el fín. La libertad tampoco.

lunes, 13 de agosto de 2012

Los Campos

 Los campos nazis de exterminio cumplieron la función exclusiva del asesinato en masa. A diferencia de los campos de concentración, que servían primariamente como centros de detención y trabajo, los campos de exterminio eran casi exclusivamente “fabricas de muerte”. Más de tres millones de judíos fueron asesinados en los campos de exterminio, con gas y fusilamiento.

El primer campo de exterminio fue Chelmno, que abrió en el Warthegau (la parte de Polonia anexada a Alemania) en diciembre de 1941. Más que todo judíos, pero también Roma (gitanos), fueron gaseados en camiones. En 1942, en el Gobierno General (un territorio en el interior de Polonia ocupada), los nazis abrieron Belzec, Sobibor, y Treblinka (como parte de la Operación Reinhard) para asesinar sistemáticamente a los judíos de Polonia. Para octubre de 1943, más de 1.7 millones de judíos habían sido gaseados (con monóxido de carbono en cámaras de gas) en los campos de la Operación Reinhard. Hubo solo alrededor de 120 supervivientes.

Casi todos los deportados que llegaban a los campos eran mandados inmediatamente a las cámaras de gas (con la excepción de algunos elegidos para trabajar en equipos especiales llamados Sonderkommandos). El campo de exterminio más grande era Auschwitz-Birkenau en Polonia, que para la primavera de 1943 operaba cuatro cámaras de gas (usando ácido prúsico o Zyklon B). Al culminar las deportaciones, hasta ocho mil judíos eran gaseados cada día en Auschwitz-Birkenau. Para noviembre de 1944, más de un millón de judíos y decenas de miles de Roma, polacos, y prisioneros de guerra soviéticos habían sido gaseados ahí.

Otro campo en Polonia, Majdanek, inicialmente un campo de prisioneros de guerra y luego un campo de concentración, era también un sitio de exterminio masivo. Alrededor de 170.000 prisioneros murieron en Majdanek; virtualmente todos eran judíos, soldados y civiles soviéticos, y civiles polacos. Las cifras aproximadas de las personas muertas por gas y otros medios (fusilamiento, ahorcamiento, palizas) no son determinables en base a la documentación disponible. Los últimos dieciocho mil prisioneros judíos del campo fueron fusilados en fosos el 3 de noviembre de 1943, en la operación “Festival de la cosecha” (Aktion Erntefest), mientras parlantes poderosos trasmitían música a fuerte volumen.

Las SS consideraban a los campos de exterminio un secreto de estado. Para obliterar todo rastro de las cámaras de gas, equipos especiales de prisioneros (Sonderkommandos) fueron forzados a retirar los cadáveres de las cámaras de gas y cremarlos. Algunos de los campos fueron transformados en parques; otros fueron camuflados.
Fuente: Enciclopedia del Holocausto

viernes, 10 de agosto de 2012

Judíos y la puerta del cielo de Vittorio de Sica.

Vittorio de Sica fue unos de los principales realizadores neorrealistas que ha habido en la historia de la cinematografía. Una persona muy poco amiga de los compromisos ideológicos pero, según parece, de muy buen corazón.

En 1943 fue capaz de llevar un acto que es meritorio de ser reconocido. Contrató a unos trecientos judíos para participar como extras en su película La puerta del cielo. Un filme que pretendía publicitar las virtudes del santuario del Loreto. La financiación iba con cargo al Vaticano.En un primer momento, el rodaje iba a durar una semana pero se alargó seis meses. Vittorio de Sica fue llamado con urgencia por el ministro fascista de Cultura. En su despacho, el director se encontró un hombre de Goebbels con un mensaje concreto: debía ir a Venecia para montar los nuevos estudios cinematográficos del régimen nazi-fascista, unos estudios de cine dedicados a filmar historias acordes con la naciente República de Saló. Horrorizado, De Sica argumentó que no podía moverse porque estaba trabajando en un filme para el Vaticano. En realidad, la película existía ya.

De Sica consiguió hacerse cargo de la dirección y así se filmó La puerta del cielo, estrenada en 1945 con poco éxito, cinta que no llegaría a figurar entre las más destacadas de la filmografía del ganador de tres oscars de Hollywood y autor de filmes como El ladrón de bicicletas.

El director contrató y amparó a los fugitivos, entre los que se encontraban judíos, homosexuales y opositores políticos, y de esta manera pudieron ocultarse hasta la liberación de la capital italiana por las tropas aliadas en 1944.

La comunidad judía en Italia sufrió las persecuciones nazis, a partir de las leyes raciales aprobadas por Mussolini en 1938. Se calcula que unos 8.000 judíos italianos murieron en los campos de concentración.

lunes, 6 de agosto de 2012

Masacre

Contrariamente a lo que se podía pensar la mayor masacre en un solo día no sucedio en la Segunda Guerra Mundial.


En la Historia de la Humanidad nunca el hombre había matado tantos hombres en una sola jornada; habría que esperar a la bomba atómica para superar el listón.

En la primera jornada de la batalla del Somme hubo 55.000 bajas solamente del bando inglés, sin contar alemanes ni franceses.

Los periódicos ingleses publicaban a diario la lista de bajas británicas desde que empezara la Gran Guerra en 1914, pero aquel día tenían un problema técnico. Ni aun dedicando todas sus páginas a ello cabían los nombres de los 20.000 muertos y 35.000 heridos del aciago 1 de julio de 1916.

La matanza comenzó en un ambiente alegre y confiado, casi de prueba deportiva. La artillería había realizado un novedoso bombardeo de barrido durante seis días, y el mando británico pensaba que las defensas alemanas estarían desintegradas. Les dijeron por tanto a los soldados que no avanzaran corriendo, sino andando pausadamente, manteniendo las líneas de formación.

A las 7.30 de la mañana sonaron los silbatos y 150.000 hombres empezaron a salir de sus trincheras a lo largo de un frente de 28 kilómetros. Los oficiales iban fumando sus pipas y algunos soldados llevaban balones de fútbol; iban a celebrar la conquista jugando un campeonato entre regimientos en territorio enemigo.

Pero hubo un error de cálculo. Las defensas alemanas estaban demasiado bien hechas y no las había afectado el bombardeo. De modo que empezaron a tabletear las ametralladoras. Los alemanes dicen que era como el tiro al blanco en una barraca de feria. Los atacantes alineados, moviéndose despacio, caían en perfecto orden, como si la tópica figura de la Muerte los segara con su guadaña.

Sacar de las trincheras y lanzar al ataque a 150.000 hombres lleva mucho tiempo, pero nadie reaccionó en el Estado Mayor británico, nadie tomó nota de que las cosas no estaban saliendo según el plan. Seguían lanzado líneas y líneas de hombres al ataque, mejor dicho, a la muerte segura. De una brigada surafricana de 3.100 hombres sobrevivieron 140, por citar un ejemplo entre cientos.

Al cabo de unas horas la situación afectó a la moral de los alemanes. Los soldados se sentían asesinos de masas, y los oficiales tuvieron que ponerse pistola en mano tras los que manejaban las ametralladoras, amenazando con pegarle un tiro en la nuca a quien dejase de apretar el gatillo. Muchos alemanes lloraban mientras disparaban.

Los días de julio son largos. La masacre duró hasta la puesta del sol. Después fue una noche inolvidable para ambos bandos, oyendo lamentos de miles y miles de heridos que habían quedado abandonados en tierra de nadie. Robert Graves, el gran novelista, fue uno de los heridos del Somme y relató sus horrores y el impacto moral que causó. Hasta 1916, Inglaterra había mantenido la guerra a base de voluntarios, gente de todas las clases sociales embargada de patriotismo, que tenía fe en el buen hacer de su gobierno y sus jefes militares, pero “el idealismo se acabó en el Somme”, según el historiador A.J.P.Taylor. A partir de entonces los soldados desconfiaron de sus oficiales y sólo pensaban en cómo sobrevivir. Fue preciso recurrir al reclutamiento obligatorio.

Fuente: Errores Históricos

sábado, 4 de agosto de 2012

Cliodinámica y la guerra en 2020 de Peter Turchin

Me levanto esta mañana y me pongo a leer la prensa por internet. Me encuentro con una noticia: GUERRA MUNDIAL EN EL AÑO 2020.

¡Hala!, otro iluminado pronosticando los peores presagios para España y el mundo que nos rodea. Como si no tuvieramos bastante con los elementos nuevos que hemos conocido recientemente, es decir, "bono a diez años", ese familiar común denominado "Prima de Riesgo" y que sube y baja alterando el ritmo de la bolsa, el corazón de los políticos y el bolsillo de los ciudadanos. Pues no. Ahora tenemos un nuevo término que llevarnos a la boca y a la sesera: CLIODINÁMICA. ¡Toma ya!

Podía ser una nueva oportunidad para el viejo modelo de coche de marca Renault. Pero no es así, es algo mucho peor, es la relación existente entre los hechos históricos y las matemáticas. Bueno, para ser más concreto entre los hechos y el caos matemático.

En mi juventud fui un gran lector de Isaac Asimov, así que después de leer, en la misma información, un párrafo del afamado escritor, (por cierto, recomiendo su biografía, Memorias, Ediciones B, 1994.) en el que en su libro La Fundación escribía:

"Los pronósticos adecuados a menudo son imposibles debido a fenómenos como el caos matemático, la libre voluntad o las profecías del auto-engaño. Pero deberíamos ser capaces de emplear las teorías de un modo quizás más útil: calcular las consecuencias de nuestras elecciones sociales para favorecer el desarrollo de sistemas sociales en las direcciones deseadas así como evitar las consecuencias imprevistas. (...) Debemos recopilar datos cuantitativos y probarlos todos empíricamente en los mismos datos, más que en instancias cuidadosamente seleccionadas para probar nuestras narrativas favoritas. Para aprender realmente de la historia, necesitamos transformarla en una ciencia."

La última frase fue la que más me inquietó. ¿Cómo se va a transformar la historia en una ciencia?. Pues según dicen algunos científicos, mediante la Cliodinámica. Esta nueva ciencia o seudociencia choca de frente con la visión que tienen los historiadores sobre la historia. Es decir, que los hechos ocurridos son consecuencias del comportamiento social y político de las personas, sumadas a otros factores como las debilidades humanas. No hay lugar para el cálculo matemático.

Pero imaginemos que la Cliodinámica fuese cierta y que tal como se pronostica en el año 2020 hubiera una gran guerra, ¿cómo sería?, ¿cómo podriamos evitarla? . Son preguntas que me temo la ciencia no puede responder de momento.

La noticia ha sido publicada en la revista Nature, en la que el biólogo, Peter Turchin de nacionalidad estadounidense y especializado en Población Biológica y Cliodinámica. Según él, la aparición de tres picos de inestabilidad política en cincuenta años no es una coincidencia ni fruto del azar como diría un historiador no partidiario de esta disciplina. Turchin lleva quince años trabajando con patrones de presa-depredador en entorno forestales, ha vinculado registros históricos a la actividad económica y relacionándolo con estallidos de violencia en EEUU. Según Turchin el pico extremo de violencia se produciría en el 2020. Os dejo un vídeo en el que, aunque en inglés, el biólogo expone su teoría.



Un sinfín de parámetros le da como resultado a Turchin que la guerra no es más evitable que una pandemia y que si con el tiempo, encontramos la vacuna adecuada, lograremos controlar la situación e incluso prevenirla. Supongo que a los fabricantes de armas no estarán muy de acuerdo con el biólogo.

Por otra parte, sería extraordinario el hecho de poder pronosticar la llegada de un Cuarto Reich y abortar sus intenciones. La impresión que tengo es que la ciencia quiere estar presente en todos los aspectos de la sociedad y la aplicación de las matemáticas a cosas tan volubles y de patrones tan imposibles como son las relaciones sociales y políticas es muy difícil de establecer. A ver si Peter Turchin va a ser con el Al Gore del apocalipsis bélico. No creo en la utilidad de esta seudociencia aunque quién sabe, yo he venido a este mundo a equivocarme.