Escribir sobre Adolf Hitler conlleva dificultades en cuanto a ser justos con el comportamiento y la verdadera personalidad de este personaje histórico. Nos guste o no, Hitler es una figura que 65 años después de su suicidio tiene un interés como ninguna otra ha tenido hasta este momento. Aún hoy podemos descubrir opiniones encontradas sobre su papel en la historia del Tercer Reich.
¿Qué podemos decir sobre Hitler? ¿Qué podemos aportar a una imagen establecida por miles de libros escritos desde el bando ganador de la Segunda Guerra Mundial? Sin duda fue un bastión fundamental para Alemania durante los primeros años de la década de los treinta. Las penalidades y humillaciones que sufrieron el orgulloso pueblo alemán, fue un punto de génesis para el surgimiento de un líder como Hitler. Ciertamente no se puede cerrar el capítulo biográfico del personaje en cuestión. La densidad histórica de aquellos años, el sufrimiento que supuso el Tercer Reich para millones de personas, nos hace suponer que se seguirá hablando sobre él durante muchos años más.
Todavía existen defensores de Hitler. Yo distinguiría dos clases: el que gusta de una simbología nazi y siente admiración por unas palabras y unos hechos con los que está de acuerdo. Y el otro tipo sería, el estudioso de la figura de Hitler que ha encontrado sus propias discrepancias con textos publicados y que pone en cuarentena casi todo lo que lee sobre el Führer.
El primer tipo de admirador está claro que no tiene unos conocimientos profundos sobre el personaje y se deja llevar por lo que le digan y vaya en el sentido que pretende. El resto no le interesa. El caso del estudioso es más interesante porque se le presupone una capacidad intelectual mayor y aunque los textos le dirijan por un camino u otro, siempre tendrá que autovigilarse para preservar su cordura. Es decir, tener claro los hechos y responsabilidades directas que la historia ha dejando sobre los hombros de Hitler y verificar que éstos son ciertos.
No sólo nos podemos llevar por un tiempo lleno de grandeza e ideas de desarrollo social y económico sino que hay tener en cuenta todo lo que significó Hitler para Alemania. Es vergonzante y mezquino ignorar hechos como el Holocausto, incluido en la política racial nazi o la guerra .
Seguramente existan mentiras y manipulaciones sobre la verdadera personalidad del dictador pero no creo que sea de importancia si éste dijo tal o cual frase; los hechos fundamentales de aquella época están claros y el que no los quiera ver corre el serio peligro de radicalizarse y por tanto, de pasar de uno a otro tipo de defensor de Hitler.
Sin Hitler Alemania no hubiera conocido el nazismo, el NSDAP no hubiera tenido el crecimiento que tuvo, el interés por la expansión territorial no hubiera existido, los judíos no habrían tenido que emigrar o morir en campos de exterminio y el mundo no hubiera conocido la peor guerra hasta el día de hoy. Negar todo esto es inútil.