lunes, 27 de febrero de 2012

Diarios de Hitler


Konrad Kujau se consideraba el único alemán que tenía una carta de Hitler dirigida a él mismo, en la que el führer le daba plenos poderes para publicar los diarios que escribió durante la guerra. Kujau había sido limpiaventanas, estudiante de arte y dueño de una tienda de parafernalia nazi en Stuttgart y depositario de poemas de Hitler y una secuela del Mein Kampf, además de la carta y los diarios.

Diarios como el Stern, el Newsweek y The Sunday Times se frotaban las manos en abril de 1983: casi cuarenta años después del suicidio de Hitler unos documentos descubiertos en un avión alemán en 1945 darían la vuelta a la historia de la campaña nacionalisocialista que arrasó Europa. Konrad Kujau cobró entre 1980 y 1983 cerca de tres millones de libras esterlinas por desembarazarse de los diarios de Hitler. Se volvió a su país natal y en mayo del 83 las autoridades de la RFA lo detuvieron en la frontera austriaca: estaba acusado de fraude y falsificación. La carta, los poemas, la segunda parte del Mein KampfHitler eran falsos.

Historiadores de alta alcurnia se dejaron querer más por los detalles de los cuadernos (pastas y hojas envejecidas, caligrafía cuidada, coincidencias históricas) que por el contenido:

    «He estado de pie todo el día»
    «Tengo flatulencias a causa de las nuevas píldoras y Eva dice que me provocan mal aliento»
    «Recuerdo que tengo que comprar entradas para los Juegos Olímpicos para Eva»

Fue condenado a cuatro años de cárcel. Tras su salida, en 1988, se presentó a alcalde de Stuttgart, aunque no salió elegido. El resto de su vida lo consagró a realizar exposiciones de sus plagios de Monet, Klimt y del propio Hitler. Murió en Stuttgart, de un cáncer, en el año 2000.

Fuente: Errores Históricos

jueves, 23 de febrero de 2012

El médico nazi de Chipiona.

Gran número de nazis que huyeron de Alemania tras la caída del III Reich, buscaron refugio en España, concretamente en la costa gaditana. Con documentación falsa a su alcance en un régimen permisivo, fueron instalandose de incógnito; la mayoría en Zahara de los Atunes. El doctor Gurruchaga escogió Chipiona. Frederiche von Freienfels, alias Luis Gurruchaga Iturria, natural de San Sebastián con credenciales, en España.

Se le asignó la dirección del sanatorio Santa Clara, en Punta Camarón, a un tiro de piedra del Santuario de Nuestra Señora de Regla. Gurruchaga eran un genio de la medicina. Era un médico que curaba a desahuciados y recomponía miembros afectados, como el mejor de los mecánicos pudiera hacer con una chatarra. Pronto se hizo popular entre los lugareños por su enorme carisma y profesionalidad. Atlético de complexión y fácil sonrisa, emanaba confianza y cordialidad. Y nadie sentía curiosidad por su pasado que Luis se cuidaba de camuflar. No hablaba de su familia ni desplegaba fotos a su alrededor. Llegado el momento, su mirada azul acero cortaba cualquier atisbo de interrogatorio.

Solía recorrer Chipiona a lomos de un asno, tocado con un 'fez' marroquí compartiendo 'castoras' (vasito de medida concreta donde se sirve el vino), con pescadores y profesionales. Fue un personaje curioso que se hizo querer y respetar. Solo tres personas llegaron a penetrar las puertas de su hermetismo, dos hombres y una señora. A estos privilegiados confidentes les hacía partícipes de sus pasadas vivencias, cuando era el doctor F. von Freienfels, distinguido miembro de las S.S., actuando en campos de exterminio: Dachau, Mauthausen, o Auschwitz. Donde los médicos llevaban a cabo atroces experimentos. Ensañándose con los prisioneros rusos. Todo estaba permitido en aras de la ciencia.

Detalles menos escabrosos, Luis contaba cómo eran utilizadas las cabelleras de las mujeres para tejer calcetines para las tripulaciones de los submarinos U-Boat, o las piezas dentales de oro de los prisioneros con las que se reparaban las de tropas alemanas.

También desveló cómo había gaseado un tren repleto de judíos con destino a un campo de exterminio. Luis tenía órdenes de conducir a los prisioneros a su trágico final. Pero él optó por adelantar el inevitable holocausto, a sabiendas de lo que les esperaba al final del trayecto; así que confinó a los condenados en los vagones en los que ordenó filtrar el gas hasta eliminarlos. No se jactaba de ello, más bien era un abrir el paso a los fantasmas que le perseguían desde entonces.

Freienfels había cruzado los Pirineos abandonando su bagaje de maldades al otro lado, Gurruchaga no era el mismo.

Una plácida tarde del mes de agosto, día de Santa Elena, ocurrió la trágica explosión de polvorines de Cádiz. Los cristales crujieron en Chipiona y el estruendo alteró la celebración de la santa. Entonces, en el preciso instante en que se localizó el lugar del suceso, en Cádiz capital, Luis Gurruchaga saltó a su vehículo portando sus instrumentos y enfiló la carretera hacia el caos. El doctor permaneció día y noche auxiliando a cuantos le necesitaban, hasta caer exhausto. Salvó muchas vidas; ¿Intentaba redimirse?

He encontrado un curioso enlace en el que se vendía un álbum con 22 fotos vinculadas al dóctor.

Fuente: Diario de Cádiz

lunes, 20 de febrero de 2012

Los otros perseguidos


Si bien los judíos eran el blanco principal del odio nazi, no eran el único grupo perseguido. Otras personas y grupos eran considerados "indeseables" y "enemigos del estado". Una vez que silenciaron las voces de los oponentes políticos, los nazis aumentaron la violencia contra otros "marginados".
Al igual que los judíos, los romaníes (gitanos) fueron perseguidos por los nazis por "no ser arios" y ser racialmente "inferiores". Los romaníes habían vivido en Alemania desde el siglo XV y habían enfrentado allí la discriminación durante siglos. También habían sido víctimas de la discriminación oficial mucho antes del año 1933. Bajo el régimen nazi, las familias romaníes (gitanas) de las ciudades principales fueron arrestadas, se les tomaron las huellas digitales, se les fotografió y se les obligó a vivir en campos especiales controlados por guardias policiales.
Los testigos de Jehová, miembros de un pequeño grupo cristiano, fueron victimizados no por razones raciales sino por sus creencias, que les prohibían ingresar en el ejército o demostrar obediencia a cualquier gobierno mediante el saludo a la bandera o, en el caso de la Alemania nazi, levantar el brazo en el saludo "¡Heil, Hitler!". Al poco tiempo de que Hitler llegara al poder, los testigos de Jehová fueron enviados a campos de concentración. Aquellos que permanecieron libres perdieron sus trabajos, los beneficios sociales y por desempleo y todos sus derechos civiles. A pesar de esto, los testigos de Jehová continuaron con sus reuniones, su predicación y con la distribución de panfletos religiosos.
Por otro lado, los homosexuales fueron victimizados por los nazis por razones conductuales. Los nazis consideraban las relaciones homosexuales como conductas "anormales" y "poco varoniles", que al no producir descendencia amenazaban las políticas nazis de alentar la reproducción de los "arios". Poco después de que Hitler llegara al poder, las tropas de asalto (SA) comenzaron a atacar los clubes de homosexuales. Muchos homosexuales fueron arrestados y encarcelados en campos de concentración. Docenas de adolescentes se encontraban en este grupo.

Fechas claves
24 DE JUNIO DE 1933
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ SON PROHIBIDOS EN PRUSIA
28 DE JUNIO DE 1935
LOS NAZIS ENDURECEN LA LEGISLACIÓN CONTRA LA HOMOSEXUALIDAD
18 DE AGOSTO DE 1944
UN DIRIGENTE DEL PARTIDO COMUNISTA ES EJECUTADO EN BUCHENWALD

Ernst Thaelmann, líder del partido comunista alemán desde 1925 y una vez candidato a la presidencia de Alemania, es ejecutado en el campo de Buchenwald. Es asesinado por sus guardias de las SS durante un asalto aéreo en una fábrica cercana. Thaelmann había sido arrestado después del incendio que destruyó el edificio del Reichstag (parlamento alemán) en 1933. Pasó casi 12 años en los campos. Los comunistas, los socialdemócratas y los sindicalistas estuvieron entre los primeros grupos en ser perseguidos por los nazis.

Los nazis persiguieron a homosexuales varones alemanes, cuya orientación sexual era considerada un obstáculo para la preservación de la nación alemana. El 28 de junio de 1935, el estado nazi endurece el Párrafo 175 del código penal alemán y hace que hasta la amistad entre varones homosexuales sea un delito penal. Los homosexuales "crónicos" son deportados a cárceles y prisiones, y algunos más tarde son enviados a los campos. Entre 5.000 y 15.000 homosexuales, principalmente alemanes o austríacos, fueron encerrados en campos de concentración, donde tenían que usar un parche triangular rosa que los marcaba como homosexuales.

El gobierno nazi de Prusia, el gobierno estatal más grande de Alemania, prohíbe los testigos de Jehová. Los testigos de Jehová se niegan a hacer el saludo "Heil Hitler" y, a partir de 1935, a prestar servicio en el ejército alemán. Los nazis comienzan a efectuar arrestos masivos de testigos de Jehová en 1936 y muchos de ellos son encarcelados en campos de concentración. En casi todos los campos importantes hay un porcentaje de testigos de Jehová detenidos. En general, los testigos de Jehová se niegan a renunciar a sus convicciones, aunque tienen la posibilidad de ser liberados de los campos firmando una declaración de renuncia a sus creencias.

lunes, 13 de febrero de 2012

El milagro Danés

La mayoría de las personas de la Europa ocupada no colaboró activamente en el genocidio nazi, pero tampoco hizo nada para ayudar a los judíos ni a otras víctimas de las políticas nazis. Durante el Holocausto, millones de personas asistieron silenciosamente a las redadas y deportaciones de judíos, romaníes (gitanos) y otros "enemigos del Reich". Muchos de estos espectadores se dijeron a sí mismos que lo que veían no era asunto de ellos. Otros estaban demasiado asustados como para ayudar. En muchos lugares, darles refugio a los judíos era un delito que se podía castigar con la muerte.
A pesar de los riesgos, un pequeño grupo de personas se negó a mirar sin hacer nada. Esta gente tuvo el coraje de ayudar proporcionando escondites, rutas de escape subterráneas, papeles falsos, comida, ropa, dinero y a veces hasta armas.
Dinamarca fue el único país ocupado que se resistió activamente a los intentos del régimen nazi de deportar a sus ciudadanos judíos. El 28 de septiembre de 1943, Georg Ferdinand Duckwitz, un diplomático alemán, le informó secretamente a la resistencia danesa que los nazis planificaban deportar a los judíos daneses. Los daneses respondieron rápidamente organizando una campaña nacional para sacar de contrabando a los judíos por mar rumbo a Suecia, que era neutral. Advertidos sobre los planes alemanes, los judíos comenzaron a irse de Copenhague, donde vivía la mayoría de los casi 8.000 judíos de Dinamarca, y de otras ciudades, en tren, automóvil y a pie. Con la ayuda del pueblo danés, encontraron escondites en casas, hospitales e iglesias. En un período de dos semanas, los pescadores ayudaron a trasladar en barco a unos 7.200 judíos daneses y a 680 familiares no judíos a un lugar seguro a través del angosto cuerpo de agua que separa Dinamarca de Suecia.
La campaña de rescate danesa fue única porque fue nacional. Sin embargo, no fue un éxito total. Casi 500 judíos daneses fueron deportados al ghetto de Theresienstadt en Checoslovaquia. De todos modos, de esos judíos, todos excepto 51 sobrevivieron al Holocausto, en gran medida porque los funcionarios daneses presionaron a los alemanes con su preocupación por el bienestar de quienes habían sido deportados. Los daneses demostraron que el apoyo amplio a los judíos y la resistencia a las políticas nazis podían salvar vidas.



Hay numerosas historias de personas valientes de otros países que también trataron de salvar a los judíos de perecer en manos de los nazis. Casi 12.000 niños judíos fueron rescatados por clérigos de Francia que les encontraron vivienda e incluso sacaron a algunos de contrabando rumbo a Suiza y España. Unos 20.000 judíos polacos pudieron sobrevivir en escondites fuera del ghetto de Varsovia porque la gente les proporcionaba refugio en sus hogares. Algunos judíos fueron escondidos hasta en el zoológico de Varsovia por el director del zoológico, Jan Zabinski.
Fechas claves
29 DE AGOSTO DE 1943
EL GOBIERNO DANÉS DIMITE
2 DE OCTUBRE DE 1943
SUECIA LES OFRECE ASILO A LOS JUDÍOS DE DINAMARCA
23 DE JUNIO DE 1944
UNA DELEGACIÓN DANESA VISITA THERESIENSTADT

Una delegación danesa se une a representantes de la Cruz Roja Internacional en una visita al ghetto de Theresienstadt en Bohemia. Para engañar a estos visitantes y a la opinión pública mundial acerca del trato de los nazis a los judíos, las SS embellecen el ghetto y dan la impresión de que Theresienstadt es un asentamiento judío autónomo. A diferencia de otros prisioneros de Theresienstadt, los 500 prisioneros daneses no son deportados a campos de concentración y tienen permitido recibir paquetes de la Cruz Roja. El 15 de abril de 1945, los prisioneros daneses son liberados del ghetto y puestos en manos de la Cruz Roja Sueca. Esto es el resultado de negociaciones entre representantes del gobierno sueco y funcionarios nazis según las cuales los prisioneros escandinavos en los campos, incluidos los judíos, son transferidos a un centro de detención del norte de Alemania. Estos prisioneros finalmente son llevados a Suecia donde se quedan hasta el final de la guerra. De los 500 judíos daneses deportados, unos 450 sobrevivieron.

En un informe a los funcionarios alemanes de Berlín, el gobierno sueco le ofrece asilo a unos 7.000 judíos de Dinamarca. A fines de septiembre de 1943, el plan alemán de arrestar y deportar a los judíos daneses se filtra y llega a oídos de las autoridades danesas quienes advierten a la población judía de Dinamarca y los instan a esconderse. En respuesta, la población danesa en general y los grupos clandestinos organizan espontáneamente una campaña nacional para llevar de contrabando judíos hacia la costa donde pescadores daneses los trasladarían en barco a Suecia. En poco más de tres semanas, los daneses trasladan en barco a más de 7.000 judíos y cerca de 700 de sus parientes no judíos a Suecia. Pese a los esfuerzos daneses, unos 500 judíos son arrestados por los alemanes y deportados al ghetto de Theresienstadt. 

El 9 de abril de 1940, los alemanes ocuparon Dinamarca y llegaron a un acuerdo con los daneses según el cual el gobierno y el ejército danés seguirían existiendo. Pese a la ocupación, los alemanes no comenzaron las deportaciones desde Dinamarca. En el verano de 1943, con los avances militares de los aliados, la actividad de la resistencia de Dinamarca aumentó en forma de sabotajes y huelgas. Sin embargo, estas acciones provocaron tensión entre las fuerzas de ocupación alemanas y el gobierno danés. En agosto de 1943, los alemanes le presentaron al gobierno danés la nueva exigencia de ponerle fin a las actividades de la resistencia. El gobierno danés se niega a cumplir con las nuevas exigencias y dimite después de tres años de ocupación alemana. Entonces, los alemanes se hacen cargo de la administración de Dinamarca e intentan implementar la "Solución final" arrestando y deportando a los judíos. Los daneses responden con una operación nacional de rescate.

jueves, 9 de febrero de 2012

Los hijos del Ministro del Reich.



Ayer estaba leyendo sobre la vida en el bunker de Berlín y di con lo que fue una novedad editorial hace unos años -libro que yo desconocía- en el que la cuidadora de los hijos de Goebbels habla sobre la vida del siniestro matrimonio y su relación con los pequeños:

Käthe Hübner, niñera de la familia de Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda del Tercer Reich, rompió su silencio. En el libro Los hijos del ministro del Reich, cuyos extractos fueron adelantados por el diario alemán Bild Zeitung en 2005 , la mujer relata a la autora de la obra, Petra Fohrmann, datos inéditos de la vida de su jefe y del propio Adolf Hitler. Según Hübner, éste último temía tanto ser envenenado que incluso cuando visitaba la casa de Goebbels llevaba consigo un termo con el té que bebía.

La mujer entró a trabajar con la familia Goebbels en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando tenía 23 años. A partir de entonces y hasta el derrumbe del Tercer Reich, en 1945, cuidó de los seis hijos del ministro de propaganda y de su esposa Magda, a quien Hübner recuerda con cariño. "La atmósfera y el olor del perfume que exhalaba estaban presentes mucho después de haber salido de la habitación. Magda Goebbels me caía bien", señaló en su conversación con la autora del libro.

Según la niñera, en la casa de los Goebbels era habitual rezar antes de las comidas, a pesar de que los niños no recibían educación religiosa. La costumbre provenía del propio ministro de Hitler, quien pertenecía a una familia católica de Renania. Magda, en cambio, había sido criada en la tradición protestante alemana, pero tenía devaneos con el budismo. "Creía en la reencarnación y que los niños tendrían una vida más hermosa después de su muerte", recordó Hübner en el libro de Fohrmann.

Hübner recuerda, además, que el ambiente en la casa tenía una mezcla de disciplina e ideología, aunque ni Joseph Goebbels ni su esposa estaban muy presentes en la educación de sus hijos. El primero, según la mujer, casi nunca estaba en casa y con el pasar del tiempo su presencia fue cada vez menor. En tanto, Magda pasaba viajando o invitada a tomar el té.

Asimismo, la mujer relata detalles de la vida cotidiana en la casa de los Goebbels. Los niños se levantaban a las siete de la mañana y luego de tomar desayuno se iban al colegio en un carro tirado por caballos. Además, era habitual que cuando Goebbels estaba en casa terminara jugando con su único hijo hombre a perseguirse a través de la mesa. Todo ello, sin embargo, terminó cuando se trasladaron al búnker junto a Hitler, donde los niños morirían por decisión de sus padres.

Magda envenenó a sus seis hijos en el interior del búnker poco antes de que cayera Berlín y el propio Hitler se suicidara junto a su mujer Eva Braun. El 28 de abril de 1945, Magda escribió una carta de despedida a Harald Quandt, el hijo de su anterior matrimonio. "No merece la pena vivir el mundo que viene detrás del Führer y del nacionalsocialismo. Por eso, he tomado a los niños, porque son una lástima para la vida que viene. Un dios misericordioso me comprenderá cuando yo misma les dé la salvación", escribió.

Los Goebbels tuvieron cinco hijas: Helga, Hildegard, Hewig, Hoding y Heidrum y un hijo Helmut. Todos sus nombres comenzaban con H en honor a Hitler y al momento de morir la mayor tenía 12 años y la menor cuatro. El episodio aparece recreado en la película La Caída, que relata los últimos días del Führer y de su círculo más cercano en el búnker. La cinta se basa en el libro homónimo del historiador alemán Joachim Fest y en los recuerdos de la secretaria de Hitler, Traudl Junge.

El derrumbe del régimen se concretó el 30 de abril, cuando Adolf Hitler se suicidó. Poco después el propio Goebbels y su esposa también se quitaron la vida. Una versión sostiene que el ministro de Propaganda asesinó de un tiro a su esposa y luego se suicidó. Sin embargo, otra asegura que Goebbels se disparó y Magda murió ingiriendo cianuro. Luego de la muerte de sus jefes, Hübner dice haberse hecho pasar por sordomuda para evitar ser detenida por las tropas soviéticas que entraron a Berlín.

Fuente: Hemeroteca

domingo, 5 de febrero de 2012

La izquierda actual y el Nazismo

Las vicisitudes vividas por la última entrada escrita por Mario han despertado en mí la necesidad de realizar este post. No lo hago para defender a un amigo, todos sabemos que es capaz de hacerlo él solo y con mayor acierto. Está entrada es quizás la más personal de cuantas he publicado y de un tema que no me gusta hablar: política

La comparación de la tauromaquia con Auschwitz realizada por el tal Yuste de Izquierda Plural no deja ser una costumbre que han tomado los políticos de izquierdas de comparar todo lo que no esté dentro de sus “ideales” con el periodo Nazi. Cada vez que una analogía de los políticos actuales con el Tercer Reich sale de su boca solo puedo pensar en su ignorancia y por encima de todo en su falta de educación democrática. Cuando califican a un adversario de fascista o nazi demuestran que no conoce el significado de su improperio, decir que un político de los actuales es como Hitler, Goebbels o Himmler es una enorme estupidez. Ya no digamos cuando lo hacen aún de forma más gratuita a personas que no opinan como ellos. Un país europeo plantea endurecer la política migratoria; fascista. Un político considera que la seguridad de los ciudadanos es prioritaria y quiere poner más policías en las calles; es un nazi que quiere restaurar la Gestapo. Endurecer la política penitenciaria para que los delincuentes paguen por sus delitos; eso es claramente el decreto Noche y Niebla.

Una cualidad increíble de alguno de estos políticos es esa ceguera intermitente que solo les permite ver los demonios del contrario. Esos demonios son unos nazis, fascistas y adoradores de Hitler, eso sí, nada que decir del régimen de Cuba ni de Corea del Norte. Eso son paraísos del proletariado que aunque los ciudadanos no tengan que comer no tiene razones para quejarse, sus maravillosos líderes velan por su bien y solo piensan en el bienestar de su pueblo, faltaría más. Y los opositores a esos regímenes que mueren en las cárceles no son más que unos delincuentes, nada que ver con esos luchadores por las libertades que son desalojados por la policía cuando ocupan ilegalmente una propiedad o golpean a un parlamentario ciego.

¿Es esta la izquierda que representan a los que lucharon por los intereses de los trabajadores, que perdieron la vida por intentar un mundo más justo? ¿Son estos los políticos de los que se han pasado toda la vida trabajando de sol a sol para que sus hijos tuviesen la oportunidad de prosperar? ¿Son iguales que los encarcelados, torturados y asesinados por luchar contra las dictaduras que les tocaron vivir? Cuando alguien se hace denominar de izquierda tiene detrás una historia de personas que han perdido su vida por intentar hacer una sociedad mejor y libre y eso hay que respetarlo. Si no está dispuesto a hacerlo tiene muchas otras formas de llamarse o mejor, que lo dejen y se dediquen a trabajar. Es muy fácil insultar a los demás, decir que son fascistas y nazis y no hacer nada más que sentarse y ver cómo llega su jubilación vitalicia.

Ya que les gusta tanto hablar del Tercer Reich y de señalar a los demás con el dedo y llamarles Hitler, deberían saber una cosa. Todos hemos leído infinidad de historia de Adolf Hitler, algunas absurdas, que si era un maleducado en la mesa, que si solo tenía un testículo, que si era homosexual, que si era un degenerado sexual etc.… Lo que nunca he oído y creo que ninguno de vosotros tampoco es que Hitler utilizase su cargo para hacerse rico, nadie encontró cuentas en suiza, ni maletines, ni bolsas de basura llenas de dinero, ni siquiera se dedicó a poner a sus familiares en las grandes empresas. Bajo su régimen ocurrieron las peores barbaridades de la historia, pero visto por algunos de nuestros políticos el mayor defecto fue que era un tonto, mira que no malversar, ni prevaricar... en que estaría pensando ese hombre.